Kosovo 'engord¨®' a presos serbios para traficar con sus ri?ones
Un informe del Consejo de Europa desvela el espeluznante modo de operar de la red de venta de ¨®rganos organizada a finales de los a?os noventa.- Implicado el actual primer ministro kosovar, Hashim Thaci
A algunos prisioneros serbios, los soldados kosovares de la UCK (Ej¨¦rcito de liberaci¨®n de Kosovo), los reten¨ªan en granjas, en f¨¢bricas vac¨ªas de Kosovo o de Albania, en casas apartadas; les trataban mediadamente bien: les dejaban dormir, les daban de comer y les permit¨ªan descansar. Despu¨¦s, cuando los m¨¦dicos de las cl¨ªnicas estaban preparados y la venta apalabraba, los soldados trasladaban a los prisioneros al centro de Albania y les pegaban un tiro en la cabeza. Luego, sus cad¨¢veres eran despojados de los ri?ones y vendidos al extranjero.
Esta es una parte del espeluznante informe realizado por el ex magistrado suizo y actual parlamentario del Consejo de Europa Dick Marty, hecho p¨²blico este jueves en Par¨ªs, que relata el horror vivido en esta tierra balc¨¢nica en 1999 y 2000, en medio de la guerra entre serbios y albano-kosovares, el caos y las bandas mafiosas reorganizadas como grupos militares unidos por clanes. El informe implica a uno de los cabecillas del UCK, Hashim Thaci, elegido el domingo primer ministro de Kosovo. A juicio de Marty, Thaci era uno de los dirigentes del denominado grupo de Drenica, bautizado as¨ª por el valle en el que se asentaba, que particip¨® en este tr¨¢fico de ¨®rganos. "Thaci era considerado por los informes de los servicios secretos de varios pa¨ªses como el m¨¢s peligroso de los padrinos del hampa", relata el escrito.
El ex magistrado suizo no especifica cu¨¢ntos asesinatos se produjeron para comerciar con ri?ones (la justicia serbia los eleva a 500). En una rueda de prensa, Marty se disculp¨® asegurando que ¨¦l, junto a dos ayudantes, ha elaborado un informe a petici¨®n del Consejo de Europa, no una investigaci¨®n judicial, que ¨¦l no se?ala culpables ni inocentes pero que muestra el camino por el que, a su juicio, deben investigar otras instancias judiciales.
"Es una de las cosas que saben muchos, pero nadie cuenta"
Durante su estancia en Kosovo, Marty se entrevist¨® con docenas de testigos directamente implicados: soldados, v¨ªctimas de actos violentos, familiares de desaparecidos o de muertos, representantes de instituciones judiciales internacionales, fiscales kosovares, polic¨ªas, miembros de la Cruz Roja... "En muchos de ellos vi miedo en los ojos", explic¨®. En el informe, el ex fiscal suizo asegura que todos los testimonios son an¨®nimos porque no se garantiza la seguridad de ninguno.
"En el fondo esto es una de las cosas que mucha gente sabe all¨ª, pero que nadie cuenta", asegura Marty. Tambi¨¦n la propia estructura de Kosovo y de Albania, imbricada en torno a clanes, dificultaba la investigaci¨®n: "Muchos mafiosos prefieren pasar decenas de a?os en la c¨¢rcel por obstaculizar a la justicia que denunciar a un miembro de su clan", explica el informe.
El escrito cuenta c¨®mo trasladaban a los prisioneros de un sitio a otro en coches sin matr¨ªcula, en medio de un pa¨ªs sumido en el caos, con la polic¨ªa serbia en retirada y las fuerzas internacionales sin aparecer todav¨ªa, librado a la suerte de estos clanes mafiosos reconvertidos en unidades del ej¨¦rcito de liberaci¨®n. Tambi¨¦n rese?a una siniestra "casa amarilla", en la localidad kosovar de Rripe, propiedad de una tal familia K., objeto ya de varias investigaciones, escenario de asesinatos, destino final de muchos de los prisioneros. Tambi¨¦n consigna, sin citar el lugar, la existencia de una cl¨ªnica "de ¨²ltimo grito", organizada para el tr¨¢fico de ¨®rganos, donde a los cad¨¢veres se les extirpaban los ri?ones.
Seg¨²n varios testimonios, muchos de los prisioneros sab¨ªan que iban a morir asesinados y que sus ¨®rganos iban a ser vendidos posteriormente. Mientras les trasladaban de su c¨¢rcel improvisada, "habr¨ªan implorado a sus carceleros que evitaran quedar cortados en pedazos". Tal vez lo supieran el d¨ªa en que un m¨¦dico les hac¨ªa un an¨¢lisis de sangre a fin de llevar a cabo un obligatorio "test de compatibilidad inmunol¨®gica".
Marty denunci¨® la impunidad de la que han gozado los autores de todas estas pr¨¢cticas, producto de la ley del silencio que impera en Kosovo y de la poca voluntad pol¨ªtica internacional para que se juzgue a los culpables, ya que, a su juicio, las grandes potencias conoc¨ªan la existencia de estas atrocidades. Kosovo, independiente desde 2008, asegura que las acusaciones son completamente infundadas. Estados Unidos, por su parte, reclama pruebas. Marty dijo: "Las pruebas est¨¢n ah¨ª: s¨®lo hay que ir a buscarlas. Pero por nuestra parte, hemos cumplido, sacando a la luz unos hechos". El informe fue aprobado en comisi¨®n parlamentaria por el Consejo de Europa.
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