Rousseff viaja a Argentina en su primera salida como presidenta de Brasil

Brasil sigue considerando a Argentina como el socio imprescindible para impulsar la integraci¨®n regional sudamericana y para reforzar la presencia de la regi¨®n en el nuevo escenario internacional. La nueva presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, ha dejado muy claro que desea mantener una relaci¨®n "extremadamente estrecha" con su hom¨®loga argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, y ha continuado la tradici¨®n, inaugurada por su antecesor, Luiz In¨¢cio Lula de Silva, de viajar a Buenos Aires en su primera salida oficial.

Rousseff iniciar¨¢ hoy su visita y est¨¢ previsto que Cristina Fern¨¢ndez le d¨¦ un espl¨¦ndido recibimiento que ayude a despejar las dudas que provoc¨® su ausencia en el acto de toma de posesi¨®n de la presidenta brasile?a, especialmente llamativa al coincidir que son dos mujeres, por primera vez en la historia, quienes gobiernan sus respectivos pa¨ªses.

La visita de Dilma Rousseff llega adem¨¢s como agua de mayo en Argentina, porque permitir¨¢ atenuar el impacto causado por el anuncio del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, de que visitar¨¢ Brasil y Chile el pr¨®ximo mes de marzo, pero que no har¨¢ escala en Buenos Aires.

Brasil, la principal potencia sudamericana, lleva a?os intentando promover una mayor integraci¨®n regional, que serene los ¨¢nimos ante el formidable despegue de su liderazgo econ¨®mico y pol¨ªtico y que le ayude a alcanzar mayores cotas de protagonismo global. Sus dos principales apuestas han sido la revitalizaci¨®n del d¨¦bil Mercado Com¨²n del Sur (Mercosur) y de la Uni¨®n de Naciones Sudamericanas (Unasur), con su novedoso Consejo de Defensa. El brasile?o Lula fue uno de los grandes impulsores de esta pol¨ªtica y de que fuera N¨¦stor Kirchner, el ex presidente argentino recientemente fallecido, quien ocupara la primera secretar¨ªa general de Unasur. Ahora, su sucesora, Dilma Rousseff, ha dado a entender que el cargo "rotar¨¢" y que deber¨ªa recaer en un pol¨ªtico de otro pa¨ªs, probablemente uno de los m¨¢s peque?os de la zona. Ese ser¨¢ uno de los cap¨ªtulos de la agenda a negociar con Cristina Fern¨¢ndez.

En una entrevista con periodistas argentinos concedida horas antes de viajar a Buenos Aires, Rousseff insisti¨® en que los dos pa¨ªses, Argentina y Brasil, "tienen responsabilidades en el conjunto de Am¨¦rica Latina" y deben poner en marcha "una estrategia conjunta para el desarrollo de la regi¨®n". La relaci¨®n entre Brasilia y Buenos Aires, dio a entender, se convertir¨¢ no solo en una relaci¨®n comercial (por muy importante que haya llegado a ser), sino tambi¨¦n en una alianza pol¨ªtica especial. "Tenemos la responsabilidad de lograr que nuestra regi¨®n tenga cada d¨ªa m¨¢s presencia internacional y eso se puede conseguir de manera m¨¢s efectiva cuanto m¨¢s cerca est¨¦n nuestras econom¨ªas, cuanto m¨¢s se articulen y desarrollen". "Adem¨¢s", asegur¨®, "tenemos una proximidad facilitada por el hecho de ser mujeres que representamos a dos grandes econom¨ªas de la regi¨®n".

Las dos presidentas mantienen algunos puntos en com¨²n, pero sus biograf¨ªas son muy distintas. Las dos son mujeres inteligentes, con un fuerte car¨¢cter y una vocaci¨®n pol¨ªtica muy ambiciosa, demostrada desde su juventud, pero ah¨ª acaban las similitudes. Rousseff fue miembro de una organizaci¨®n guerrillera durante la dictadura militar brasile?a, fue torturada y pas¨® casi tres a?os en la c¨¢rcel, mientras que Cristina Fern¨¢ndez opt¨® por trasladarse a la Patagonia y ejercer la abogac¨ªa sin mayores problemas durante la misma etapa dictatorial en su propio pa¨ªs. Rousseff, divorciada, emparejada y de nuevo separada, hizo toda su carretera pol¨ªtica a la sombra de Lula da Silva, sin someterse a elecciones, mientras que Cristina Fern¨¢ndez hizo t¨¢ndem pol¨ªtico con su esposo, N¨¦stor Kirchner, pero desarroll¨® una intensa carrera parlamentaria propia. Adem¨¢s, las caracter¨ªsticas de la pol¨ªtica interna brasile?a y argentina son completamente diferentes: en Brasilia es necesario un continuo tejer y destejer alianzas y acuerdos entre los distintos partidos y grupos pol¨ªticos, mientras que en Buenos Aires el liderazgo de Cristina Fern¨¢ndez se ejerce de manera mucho m¨¢s aislada y enfrentada.