China advierte contra el riesgo de inestabilidad en Egipto
"Cualquier cambio pol¨ªtico no tendr¨¢ sentido si al final el pa¨ªs es presa del caos", asegura el diario oficial 'China Daily'
El Gobierno chino ha recibido la ca¨ªda del presidente egipcio, Hosni Mubarak, con cautela e inquietud ante la posibilidad de que la onda de choque de las protestas en el mundo ¨¢rabe llegue al pa¨ªs asi¨¢tico y amenace el monopolio en el poder del Partido Comunista Chino (PCCh). Pek¨ªn ha instado al Ej¨¦rcito y el pueblo egipcios a que mantengan la estabilidad y ha advertido del peligro de que un deterioro de la situaci¨®n suma el pa¨ªs ¨¢rabe en el caos.
"Tras esta evoluci¨®n extraordinaria (de los acontecimientos), es de esperar que los militares, el Gobierno y el pueblo egipcios hagan todos los esfuerzos posibles para mantener la estabilidad social y restablecer el orden", asegura hoy el diario en ingl¨¦s China Daily en un editorial. "Cualquier cambio pol¨ªtico no tendr¨¢ sentido si al final el pa¨ªs es presa del caos". Y a?ade: "Si la situaci¨®n actual contin¨²a deterior¨¢ndose, no solo ser¨¢ una pesadilla para los 80 millones de egipcios, sino que ser¨¢ tambi¨¦n peligrosa para la paz y la estabilidad de la regi¨®n (...) Lo que est¨¢ ocurriendo en Egipto es un asunto interno. Deber¨ªa ser resuelto sin interferencia extranjera. La intervenci¨®n extranjera no servir¨ªa a los intereses del pueblo egipcio, simplemente expandir¨ªa la influencia y los intereses extranjeros en el pa¨ªs africano".
El editorial se?ala que entre los mayores culpables de las protestas est¨¢n "el alza de los precios de los alimentos, el desempleo y la lenta recuperaci¨®n de la crisis econ¨®mica". No menciona, sin embargo, la corrupci¨®n, el Gobierno dictatorial de Mubarak, ni las demandas de democracia de la poblaci¨®n.
Ma Zhaoxu, portavoz de Exteriores, ha hecho una breve declaraci¨®n, en la que sin hacer referencia a las manifestaciones ni a la salida de Mubarak, ha afirmado que China "espera que los ¨²ltimos acontecimientos ayuden a Egipto a restablecer la estabilidad nacional y el orden social lo antes posible".
A diferencia del China Daily, que lleva la noticia abriendo en portada, los medios en chino la han recogido de forma tamizada. La televisi¨®n estatal la ha situado a mitad del noticiario del mediod¨ªa, mientras en el Diario del Pueblo va en la tercera p¨¢gina. El Diario de la Juventud de Pek¨ªn ha informado de que Mubarak ha dimitido, pero no cita las causas profundas detr¨¢s del levantamiento.
Las autoridades contin¨²an con el veto de las b¨²squedas de la palabra Egipto en los principales microblogs (servicios de mensajes cortos) como t.sina y t.sohu. Pek¨ªn teme el importante papel que herramientas como Twitter y la red social Facebook -ambas bloqueadas en China, pero que tienen sus equivalentes en el pa¨ªs asi¨¢tico- han jugado en la revoluci¨®n en Egipto, y quiere evitar que sean utilizadas para debatir las causas de las movilizaciones en marcha en los pa¨ªses ¨¢rabes, y frenar la posibilidad de su contagio a China.
El Gobierno es muy sensible a todas las informaciones relativas a levantamientos populares y des¨®rdenes sociales. Por un lado, porque evocan el fantasma de las manifestaciones de Tiananmen (1989). Por otro, porque en los ¨²ltimos a?os China ha experimentado numerosas protestas sociales, y graves enfrentamientos ¨¦tnicos dentro de su territorio (en Tibet en 2008, y en la regi¨®n principalmente musulmana de Xinjiang, en 2009).
Muchos chinos, sin embargo, consiguen saltarse la censura, buscando, por ejemplo, en los microblogs, "Muba", versi¨®n abreviada de otra palabra tambi¨¦n bloqueada: Mubarak. Otros emplean herramientas inform¨¢ticas -proxies- para consultar p¨¢ginas vetadas como Twitter o el servicio en chino de la BBC. Y quienes saben ingl¨¦s u otros idiomas simplemente se conectan a sitios en Internet de medios extranjeros. La ¨¦lite intelectual china, de una forma u otra, ha podido seguir lo que ha ocurrido en Egipto. La inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n -y esto es seguramente lo que le importa al Gobierno-, no.
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