La ONU advierte sobre el riesgo de una guerra civil en Costa de Marfil
Las fuerzas de seguridad matan a siete mujeres que se manifestaban contra el presidente Gbagbo, que se resiste a dejar el poder tras haber perdido las elecciones
La escalada de violencia en Costa de Marfil vuelve a encender las alarmas de la comunidad internacional ante el riesgo de una guerra civil. Ayer las fuerzas de seguridad mataron a siete mujeres que se manifestaban en Abiy¨¢n para pedir la dimisi¨®n del presidente saliente del pa¨ªs, Laurent Gbagbo. La comunidad internacional ha expresado su preocupaci¨®n ante la violencia que se ha registrado en los ¨²ltimos d¨ªas en el pa¨ªs, donde se han producido repetidos ataques a la poblaci¨®n civil y del que han sido v¨ªctimas decenas de mujeres.
El Consejo de Seguridad de la ONU manifest¨® ayerel temor de que Costa de Marfil se encamine hacia una nueva "guerra civil" e inst¨® a todas las partes a que "ejerzan la m¨¢xima contenci¨®n" para prevenir la reanudaci¨®n del conflicto y que resuelvan sus diferencias mediante el di¨¢logo. Asimismo, los 15 miembros del Consejo condenaron las amenazas, los actos de violencia y los impedimentos a la labor de la misi¨®n de la ONU enel pa¨ªs(ONUCI) por parte de las fuerzas leales al gobernante actual, Laurent Gbagbo, enfrentado con la comunidad internacional por su negativa a abandonar el poder tras haber perdido las elecciones del 28 de noviembre.
Ante este episodio de violencia Estados Unidos denunci¨® ayer la "quiebra moral" del presidente saliente, condenando que "sus fuerzas de seguridad maten a mujeres que se manifiestan y su pa¨ªs se est¨¢ quedando sin recursos", seg¨²n afirm¨® el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley. En una rueda de prensa, Crowley dijo que EE UU estaba observando con "creciente preocupaci¨®n" la situaci¨®n en Costa de Marfil.
La lucha por el poder entre el presidente electo, Alassane Ouattara y Gbagbo, quien ha rechazado los llamamientos generalizados para que abandone el cargo, podr¨ªa sumir al pa¨ªs en una nueva guerra civil. La comunidad internacional considera a Ouattara ganador leg¨ªtimo de las elecciones presidenciales mientras Gbagbo mantiene la lealtad de la mayor parte de las fuerzas de seguridad. Ouattara ha formado un gobierno en un hotel de la propia capital, custodiado por tropas de la ONU. Tambi¨¦n Gbagboha establecido su propio ejecutivo y,con lasrivalidades pol¨ªticasy la violencia, el caos se ha instalado en el pa¨ªs.
Las controvertida elecciones de noviembre, destinadas a reunificar un pa¨ªs dividido desde la guerra civil de 2002 y 2007 entre el norte y el sur, han desencadenado la violencia y han obligado a unas 70.000 personas a huir a Liberia. La semana pasada se registraron fuertes enfrentamientos entre las fuerzas que apoyan a Gbagbo y hombres armados que se hacen llamar los "comandos invisibles". Naciones Unidas inform¨® de que al menos 365 personas han muerto por actos violentos tras las elecciones. El embajador de Costa de Marfil ante la ONU, parte del Gobierno de Ouattara, consider¨® insuficiente la declaraci¨®n de ayer de lConsejo de Seguridad y exigi¨® una actuaci¨®n "m¨¢s firme" de la comunidad internacional en su pa¨ªs. "Est¨¢n asesinando a la gente seg¨²n su etnia, matan a extranjeros y a cualquiera que se oponga a Gbagbo. Es inaceptable", afirm¨® el diplom¨¢tico, quien acus¨® al presidente saliente de cometer "un genocidio" en su pa¨ªs.
Fractura pol¨ªtica tras el pucherazo
Gbagbo no acept¨® los resultados de las elecciones y apel¨® al Consejo Constitucional, formado por sus seguidores, que anul¨® casi un mill¨®n de votos en zonas donde su opositor Ouattara ten¨ªa amplia mayor¨ªa y le dieron la victoria. Gbagbo fue elegido presidente en 2000 para cinco a?os y se mantuvo otros cinco en el poder debido a retrasos hasta 2007 en la convocatoria de los comicios por la guerra civil, que dividi¨® al pa¨ªs entre el sur, leal al Gobierno de Abiy¨¢n, y el norte, controlado por las Fuerzas Nuevas del actual primer ministro Guillaume Soro.
Tanto EE UU como la Uni¨®n Europea han prohibido a Gbago y su c¨ªrculo cercano viajar a su territorio. Ambos, junto a la ONU, la Uni¨®n Africana y el boque ECOWAS de ?frica Occidental han reconocido los resultados de la comisi¨®n electoral que dan la victoria a Outtara. El Banco Mundial ha congelado el fondo para el pa¨ªs, aproximadamente 620 millones de euros. Pero Gbagbo no parece sucumbir a la presi¨®n e insiste en ser el ganador. La Corte Constitucional de Costa de Marfil, dirigida por uno de sus aliados, ha rechazado miles de votos de distritos afines a Outtara.
Los jefes militares del pa¨ªs han cerrado filas en torno a Gbagbo, mientras el primer ministro y antiguo jefe rebelde, Guillaume Soro, apoya a Ouattara y advirti¨® sobre los peligros para la reunificaci¨®n nacional. Soro es l¨ªder de las Fuerzas Nuevas que mantuvieron la guerra contra el Gobierno de Gbagbo hasta hace tres a?os y que siguen armadas y mantienen el control del norte del pa¨ªs. Costa de Marfil, el mayor productor mundial de cacao, est¨¢ fracturado desde 2002 ylos candidatos presidenciales representan a las dos mitades del pa¨ªs, el norte -buena parte del cual se halla bajo control rebelde, y donde Ouattara tiene el mayor respaldo- y el sur que apoya Gbabo.
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