Alemania se persona en los juicios contra la dictadura argentina
Es la primera vez que un Estado europeo se presenta como querellante contra los responsables del secuestro y muerte de ciudadanos alemanes
Un abogado que representa a la Rep¨²blica Federal de Alemania har¨¢, a finales de marzo, su alegato en uno de los juicios por violaciones de los derechos humanos en la ¨²ltima dictadura argentina (1976-1983). Alemania pedir¨¢ la condena de los responsables del secuestro y la muerte de una de sus ciudadanas, Elisabeth K?se-mann, en 1977. Se trata del primer Estado europeo que se ha presentado como querellante en los juicios contra los responsables del r¨¦gimen militar argentino. En 2000, la Rep¨²blica de Chile hab¨ªa sido el primer pa¨ªs extranjero en participar de una querella, por el caso del asesinato en Buenos Aires del general Carlos Prats y de su esposa, Sof¨ªa Cuthbert, en 1974, a manos de las fuerzas de inteligencia del dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990).
"Nuestra participaci¨®n como querellantes en el juicio de K?semann es una novedad para la justicia universal", destaca Pablo Jacoby, el abogado argentino que representa a Alemania en este proceso. A finales de los noventa, despu¨¦s de los indultos del entonces presidente argentino, Carlos Menem, de todos los responsables de la dictadura, familiares de las v¨ªctimas alemanas presentaron demandas por 10 de ellos en los tribunales de su pa¨ªs. En 2001, la justicia alemana pidi¨® la extradici¨®n del mayor (comandante) del Ej¨¦rcito Pedro Dur¨¢n S¨¢enz, que dirig¨ªa el campo clandestino de detenci¨®n y tortura El Vesubio, a las afueras de Buenos Aires, donde K?semann estuvo secuestrada antes de ser asesinada.
El r¨¦gimen argentino elimin¨® a 100 alemanes o descendientes de alemanes, que forman parte del total de 30.000 v¨ªctimas que denuncian los organismos de derechos humanos. A partir de 2003, el entonces presidente argentino, N¨¦stor Kirchner, impuls¨® la nulidad de las amnist¨ªas, decisi¨®n que fue consagrada por la Corte Suprema tres a?os despu¨¦s. "Como se decidi¨® que Dur¨¢n S¨¢enz iba a ser procesado y enjuiciado en Argentina, en noviembre de 2007 remitimos la querella por la desaparici¨®n y asesinato de K?semann", cuenta May Mahnken, jefa de prensa de la Embajada alemana en Buenos Aires. "La Rep¨²blica Federal apuesta por los derechos humanos a nivel mundial y en Argentina terceros pa¨ªses se pueden querellar. Por eso, nos parec¨ªa que presentarnos como querellantes era plasmar el inter¨¦s alem¨¢n. Adem¨¢s, estos juicios por delitos de lesa humanidad son una forma de mantener la memoria", a?ade Mahnken.
Este caso puede suponer un ejemplo para otros pa¨ªses con desaparecidos en Argentina y cuyos tribunales no pueden juzgar en ausencia a los responsables, seg¨²n Jacoby. Un caso es el de Espa?a, donde nacieron al menos 76 v¨ªctimas de la dictadura argentina. Francia, en cambio, puede juzgar en ausencia y lo ha hecho contra el marino Alfredo Astiz por el secuestro de dos monjas.
K?semann ten¨ªa 30 a?os cuando fue secuestrada por el r¨¦gimen. Esta hija del prestigioso profesor universitario y te¨®logo luterano Ernst K?semann hab¨ªa nacido en Gelsenkirchen en 1947, pero en la Universidad Libre de Berl¨ªn fue donde tom¨® contacto con dirigentes socialistas latinoamericanos. En 1968 viaj¨® por toda Latinoam¨¦rica y finalmente se radic¨® en Buenos Aires. All¨ª se comprometi¨® con Poder Obrero, un movimiento trotskista. Ayudaba a muchos argentinos amenazados de muerte por su militancia pol¨ªtica a salir de su pa¨ªs y colaboraba en los barrios de chabolas.
Eran tiempos del r¨¦gimen militar (1966-1973), que fueron seguidos por tres a?os de fr¨¢gil democracia y, de nuevo, otra dictadura. K?semann termin¨® abrazando la lucha armada, pero curiosamente se negaba a matar. Finalmente fue secuestrada por los militares. No se supo nada de ella durante ocho semanas hasta que el r¨¦gimen la dio por muerta en un supuesto enfrentamiento. Pero la autopsia demostr¨® que ella muri¨® por tiros a corta distancia en la espalda. Su padre debi¨® pagar 22.000 d¨®lares a un militar argentino para recuperar el cuerpo de su hija.
La actitud de Alemania ante los casos de desaparecidos en Argentina no es la misma ahora que en plena dictadura. En el juicio por todos los cr¨ªmenes de El Vesubio, que comenz¨® hace un a?o y finalizar¨¢ en abril, el periodista y escritor Osvaldo Bayer mostr¨® un documental suyo sobre K?semann, que "dej¨® al descubierto la cr¨ªtica al Gobierno alem¨¢n, que tard¨® mucho en reaccionar y estaba haciendo muy buenos negocios con Argentina". Bayer acus¨® a los entonces funcionarios de la Embajada alemana de "complicidad" porque, presuntamente, daban al r¨¦gimen informaci¨®n que les tra¨ªan los familiares de desaparecidos y record¨® que el Gobierno del socialdem¨®crata Helmut Schmidt (1974-1982) vendi¨® a la dictadura argentina fragatas y submarinos.
EL PA?S pregunt¨® a la actual portavoz de la Embajada si Alemania buscaba con su querella remediar la desatenci¨®n del pasado. "Nos esforzamos por tener un buen contacto con los familiares de desaparecidos. La querella demuestra que Alemania est¨¢ del lado de las v¨ªctimas", respondi¨® Mahnken. Dur¨¢n S¨¢enz y sus secuaces de El Vesubio se exponen a penas de hasta reclusi¨®n perpetua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.