Las fuerzas de Gadafi avanzan con paso lento pero firme hacia Bengasi
Los rebeldes acusan a Siria y Argelia de proporcionar armas y mercenarios al r¨¦gimen libio.- Las brigadas gubernamentales bombardean las localidades de Brega y Misrata.- La Liga ?rabe pedir¨¢ a la ONU que imponga la zona de exclusi¨®n a¨¦rea
Las fuerzas militares de Gadafi avanzan poco a poco pero con paso firme hacia la ciudad de Bengasi, el basti¨®n rebelde del este, tras consolidar sus posiciones en el oeste. A pesar de las bolsas de milicianos antigubernamentales que puedan quedar en localidades com Ras Lanuf, las tropas del r¨¦gimen han comenzado a bombardear Brega y Misrata, de camino hacia el municipio crucial de Ajdabiya, el ¨²ltimo antes de Bengasi. A la superioridad militar del ej¨¦rcito libio sobre los insurgentes se podr¨ªa haber a?adido apoyo extranjero. El rebelde Consejo Nacional Libio ha denunciado que Siria y Argelia est¨¢n apoyando a Gadafi con armas y mercenarios.
El Consejo tambi¨¦n ha reclamado la necesidad de establecer la zona de exclusi¨®n a¨¦rea, y ya cuenta con el apoyo de la Liga ?rabe. El consejo de ministros de Asuntos Exteriores del organismo ha aprobado hoy solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU la imposici¨®n de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea sobre Libia para evitar que el r¨¦gimen de Gadafi utilice la aviaci¨®n contra los rebeldes.
La cadena Al Yazira anunci¨® a ¨²ltima hora de la tarde del s¨¢bado la muerte de uno de sus c¨¢maras en una emboscada cerca de Bengasi. Ali Hassan Al Jaber fue asesinado en la localidad de Hawari en un ataque del que todav¨ªa se desconocen las circunstancias, pero que demuestra que las fuerzas de Gadafi ya rondan demasiado cerca de la capital de los rebeldes.
Las fuerzas leales a Gadafi han lanzado hoy un ataque a¨¦reo sobre la ciudad de Misrata, en un intento de retomar el ¨²ltimo reducto rebelde del oeste del pa¨ªs, seg¨²n han indicado a Reuters varios rebeldes y residentes de la ciudad. "Est¨¢n intentando irrumpir en Misrata, ahora est¨¢n a unos 10 kil¨®metros", ha se?alado un rebelde. "Escuchamos ruido de artiller¨ªa. No nos queda otra salida que luchar", ha a?adido. Poco antes, los cazas de Gadafi han bombardeado de nuevo la localidad de Brega, a unos 110 kil¨®metros al este de Ras Lanuf, donde contin¨²an los combates entre las brigadas gadafistas y los milicianos rebeldes, seg¨²n una fuente de la oposici¨®n.
"Nuestros hombres siguen en, al menos, parte de Ras Lanuf", dijo a Efe el portavoz rebelde, Mustafa Geriani, que indic¨® que militares profesionales continuaban participando en la defensa de estas localidades, consideradas la principal l¨ªnea defensiva rebelde, cuyo basti¨®n, Bengasi, est¨¢ situado a unos 500 kil¨®metros al este. Algunos residentes han comenzado a abandonar Brega, que ya ha sido bombardeada esta semana por la aviaci¨®n leal a Muamar al Gadafi, cuyos carros de combate han impuesto su superioridad con apoyo artillero desde mar y tierra.
El jefe del rebelde Consejo Nacional Libio, el ex ministro de Justicia Mustaf¨¢ Abdel Jalil, ha reclamado hoy a la comunidad internacional que imponga la zona de exclusi¨®n a¨¦rea, y ha lamentado que si esto no se produce "los civiles van a sufrir" v¨ªctimas de la violencia del r¨¦gimen. "Si no hay zona de exclusi¨®n a¨¦rea y restricciones a los barcos de Gadafi, los civiles libios van a sufrir", ha declarado, en una entrevista a Reuters en la que tambi¨¦n ha confirmado que algunos l¨ªderes rebeldes est¨¢n en contactos "para conseguir algunas armas".
La vital zona de exclusi¨®n
Con todo, los soldados de Gadafi no lo tienen f¨¢cil. Pese a su superioridad militar -mejor adiestramiento, much¨ªsimo mejor armamento- les cuesta un esfuerzo enorme mantener el control de las poblaciones que conquistan. Los insurgentes son conscientes de lo obsoleto de sus armas y de que hasta la fecha suplen esa carencia con una determinaci¨®n que dif¨ªcilmente ser¨¢ suficiente si no reciben mejores pertrechos. Si la guerra se estanca y si la comunidad internacional no impone la zona de exclusi¨®n a¨¦rea, Gadafi tiene las de ganar.
Para resistir la embestida de los rebeldes y aferrarse al poder, el dictador conf¨ªa en su superioridad militar, en las alianzas tribales, en los mercenarios, y en las ayudas de pa¨ªses africanos -y algunos ¨¢rabes- . Pero el tirano no ignora que por mucho agasajo que recibiera en las capitales europeas hasta hace bien poco, ahora ha ca¨ªdo en desgracia ante el resto del mundo. Y solo le queda la brutalidad y las amenazas. "Si Libia pierde el apoyo de los pa¨ªses europeos, se ver¨¢ obligada a retirarse de la alianza contra el terrorismo y cambiar¨¢ su pol¨ªtica hacia Al Qaeda", advirti¨® Gadafi a trav¨¦s de la agencia oficial Jana.
Posible acercamiento a Al Qaeda
Gadafi riza el rizo. Porque de cumplir su palabra, el coronel se aliar¨ªa con quienes dice que ahora le combaten: Al Qaeda. En el comunicado, emitido por la ma?ana, antes de que se iniciara la cumbre de la Uni¨®n Europea que abordar¨ªa el expediente libio, el coronel precisaba su mensaje a Bruselas: "La alianza contra el terrorismo debe respaldar a las autoridades de Libia en su lucha contra Al Qaeda para que el pa¨ªs siga siendo seguro". Evidentemente, no son los partidarios de Osama Bin Laden -aunque algunos puede haber- quienes marchan en camionetas a la zona donde se ha enfangado el frente de batalla, a 350 kil¨®metros al suroeste de Bengasi. La lectura de tantos analistas es justo la opuesta: la continuidad en el trono de esta clase de gobernantes es el caldo de cultivo propicio para la expansi¨®n del fundamentalismo m¨¢s radical. El coronel tambi¨¦n reiter¨® que dejar¨¢ de frenar la inmigraci¨®n de africanos hacia Europa.
No solo arremete la camarilla que manejaba Libia contra el viejo continente. El desquiciamiento de uno de sus principales prebostes, Saif al Islam, hijo de Gadafi, deb¨ªa ser notorio ayer cuando exclam¨® enrabietado en Tr¨ªpoli: "?Qu¨¦ se jodan los ¨¢rabes!". Sus partidarios aplaud¨ªan cuando a poca distancia los musulmanes apenas pudieron celebrar el rezo del viernes. Fueron dispersados sin contemplaciones por la polic¨ªa antes de que se pudiera organizar cualquier conato de protesta.
Con todo, y pese a la m¨¢s que segura p¨¦rdida de la ciudad de Zauiya, a unos 50 kil¨®metros al oeste de Tr¨ªpoli, los sublevados lograron ayer regresar a Ras Lanuf para intentar expulsar a los soldados enemigos de esta ciudad petrolera en la que fue bombardeada una refiner¨ªa por la aviaci¨®n del s¨¢trapa, capaz de cualquier barbaridad, a juicio del Consejo Nacional, el Gobierno de facto de los rebeldes. Ayer uno de las dos fragatas con que cuentan los insurgentes, atracadas en el puerto de Bengasi, zarp¨® a algunas millas de distancia para impedir un eventual ataque de las naves de Gadafi, que anteayer se sumaron a la guerra. Vigilaban para proteger a la multitud, unas 15.000 personas, que participaba en el rezo en la plaza Mahkama, donde se ubica la sede del Consejo.
Los jefes de este organismo -reconocido desde ayer como el representante de Libia por la Uni¨®n Europea- celebraron la noticia pero conf¨ªan mucho menos en otros Estados de la regi¨®n, a los que llaman "hermanos". Hay que escuchar las palabras de trazo grueso de alg¨²n portavoz de los rebeldes libios para constatar que su confianza en buena parte de los l¨ªderes ¨¢rabes tiende a cero. Independientemente de lo que decidan en la reuni¨®n de la Liga ?rabe que hoy se celebra en El Cairo. "No sean c¨®mplices de Gadafi", se le¨ªa ayer en una pancarta en la plaza Mahkama.
El r¨¦gimen, por su parte, reaccion¨® al reconocimiento del Consejo rebelde por parte de la UE rompiendo las relaciones con Francia, que impuls¨® la medida.
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