Toque de queda en T¨²nez tras varios d¨ªas de disturbios en la capital
Un ex ministro del Interior enardece a los j¨®venes al advertir del riesgo de un golpe de Estado militar para abortar una victoria islamista
El Gobierno de T¨²nez ha reinstaurado el toque de queda en la capital, que hab¨ªa sido levantado el 15 de febrero, desde las nueve de la noche a las cinco de la madrugada, anunciaron anoche en un comunicado conjunto los ministerios de Interior y de Defensa.
Con esa medida intentan poner fin a la "violencia y los pillajes" que desde el jueves se produjeron en la periferia de la capital, sobre todo en la barriada de Ethadamen donde algunos comercios fueron saqueados y varios veh¨ªculos incendiados. Tambi¨¦n en el centro hubo disturbios as¨ª como en otras ciudades, como Gabes o Sidi Bouzid, epicentro de la revoluci¨®n que acab¨® con la dictadura el 14 de enero pasado.
"?Pueblo tunecino reb¨¦late!", "?Gobierno dimisi¨®n!", "?A por una nueva revoluci¨®n!", coreaban los j¨®venes, convocados a trav¨¦s de Facebook, en las calles donde se produjeron duros choques con los antidisturbios de los que tambi¨¦n fueron v¨ªctimas 15 periodistas, que fueron apaleados. El Ministerio del Interior les ha presentado sus disculpas.
Farhat Rajhi, el primer ministro del Interior de la "revoluci¨®n de jazmin", es el causante, en buena medida, de esta nueva revuelta. Concedi¨® una entrevista a un bloguero tunecino, Hamdi Ben Salah, que ¨¦ste difundi¨® el jueves a trav¨¦s de la red social de Facebook. Rajhi, de 58 a?os, es reputado por ser un hombre honesto y franco.
"Si el movimiento islamista Ennahda (Renacimiento) gana las pr¨®ximas elecciones [del 24 de julio] el r¨¦gimen ser¨¢ militar", vaticin¨® Rajhi. "Las gentes de la costa no est¨¢n dispuestas a ceder el poder y si las elecciones no salen como ellos quieren habr¨¢ un golpe de Estado", a?adi¨®. Se refer¨ªa a los fieles del presidente Ben Ali, que huy¨® del pa¨ªs hace casi cuatro meses, y que es originario de la ciudad costera de Souss.
"El primer ministro [Beji Ca?d Essebsi] miente", concluy¨® Rajhi aludiendo a la versi¨®n oficial que asegura que ¨¦l dimiti¨® como ministro del Interior. Fue m¨¢s bien obligado a hacerlo cuando intent¨® renovar la c¨²pula de ese departamento ministerial para que estuviera en sinton¨ªa con los nuevos tiempos.
Tras su destituci¨®n Rajhi fue nombrado por el jefe del Estado, Fouad Mebazza, al frente de una comisi¨®n encargada de velar por el respeto de los derechos humanos, pero ahora le ha destituido a causa de la entrevista concedida al bloguero.
A ojos del Ministerio de Defensa tunecino "las palabras [de Rajhi] representan un gran peligro para la revoluci¨®n del pueblo tunecino y la seguridad del pa¨ªs". En un comunicado publicado el viernes da incluso a entender que podr¨ªa denunciarle ante la Justicia. Pese a este contundente desmentido un 33,9% de los tunecinos otorga credibilidad a la advertencia del ex ministro mientras que para un 33,1% carece de ella, seg¨²n un sondeo del instituto Sigma.
Tenga o no credibilidad su vaticinio se ha convertido en el gran tema de pol¨¦mica en un pa¨ªs cuyas clases medias parecen altamente preocupadas por una hipot¨¦tica victoria de Ennahda en las primeras elecciones democr¨¢ticas.
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