No solo un acto de venganza
Poco puede extra?ar que quienes han perpetrado el tan letal atentado en Pakist¨¢n aludan, al reclamar la autor¨ªa de los hechos, a la muerte de Osama bin Laden y lo presenten como una acci¨®n de represalia por ello. Mas a¨²n cuando la organizaci¨®n terrorista que desde hace mucho tiempo lleva a cabo la mayor parte de los atentados terroristas en el pa¨ªs, sobre todo en las zonas tribales al noroeste del mismo y en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, Therik e Taliban Pakistan (TTP, Movimiento Taliban de Pakist¨¢n), amenaz¨® con desarrollar actividades de venganza a los pocos d¨ªas de ser abatido el hasta entonces l¨ªder de Al Qaeda.
TTP es una entidad afiliada con Al Qaeda, que de hecho ha proporcionado y proporciona protecci¨®n a buena parte de los dirigentes, cuadros y militantes de esta estructura terrorista. Ahora bien, no es la primera vez que ocurren atentados de esa magnitud en Pakist¨¢n, generalmente atribuidos a TTP, pero es cierto que se trata del primero de tales caracter¨ªsticas que se produce tras la muerte de Osama bin Laden en Abbottabad, por lo que estar¨ªamos ante una tentativa, por parte de estos yihadistas paquistan¨ªes o de alguna facci¨®n de los mismos, de elevar la intensidad de sus actos de terrorismo en el marco de una campa?a que se viene manteniendo sin soluci¨®n de continuidad desde hace a?os.
Dentro del territorio paquistan¨ª, la posibilidad de perpetrar atentados suicidas contra ciudadanos e intereses estadounidenses es muy limitada, debido a lo escaso de dichos blancos potenciales y su elevada protecci¨®n. Una posibilidad pr¨¢cticamente nula adem¨¢s en las zonas tribales situadas al noroeste del pa¨ªs, donde este tipo de blancos son inexistentes. Sin embargo, las agencias de seguridad paquistan¨ªes, y en especial los cuerpos paramilitares que operan en esas ¨¢reas del pa¨ªs, ofrecen muchos m¨¢s blancos de oportunidad. Por otra parte, esas agencias y cuerpos han venido siendo blanco frecuente de atentados y ataques por parte de los talibanes paquistan¨ªes, dado que a menudo se enfrentan a estos. De hecho, las fuerzas de seguridad paquistan¨ªes hab¨ªan llevado a cabo recientemente una ofensiva contra ellos en Mohmand, donde se han hecho fuertes.
Adem¨¢s, los talibanes paquistan¨ªes acusan a las autoridades de su pa¨ªs, o a una parte de las mismas, de facilitar operaciones contraterroristas realizadas por Estados Unidos en el interior de Pakist¨¢n, sobre todo mediante el uso de misiles lanzados desde aeronaves no tripuladas, de las que solo el pasado a?o se llevaron a cabo cerca de ciento cincuenta, sobre todo en las mencionadas zonas tribales, y de no haber impedido la que, el pasado 2 de mayo, mucho m¨¢s cerca de Islamabad esta vez, acabo con la vida de Osama bin Laden y algunos de sus allegados.
Nada indica que la evoluci¨®n y la din¨¢mica del terrorismo yihadista en Pakist¨¢n vayan a cambiar a corto plazo. Es previsible que los atentados, tanto contra las fuerzas armadas y cuerpos policiales paquistan¨ªes como contra la poblaci¨®n civil que desoye las consignas de los insurgentes talibanes, contin¨²en ocurriendo, como en los pasados dos o tres a?os, especialmente al noroeste del pa¨ªs. Pero, asimismo, cabe anticipar que TTP u otros grupos yihadistas activos en el pa¨ªs lleven a cabo atentados de relativa mayor espectacularidad en ciudades de la provincia de Punyab o en la propia capital, Islamabad.
Es decir, no hay que esperar variaciones notables en la frecuencia, verdaderamente notable, con la que el terrorismo yihadista comete atentados en Pakist¨¢n, aunque resulta veros¨ªmil pensar que los distintos actores colectivos implicados en dicha violencia, todos ellos asociados de un modo u otro a Al Qaeda, traten de perpetrar actos de terrorismo particularmente letales o significados, cuya ejecuci¨®n sea presentada como parte de una revancha por la operaci¨®n estadounidense que, en suelo paquistan¨ª, acab¨® con la vida de Osama bin Laden.
Fernando Reinares es Investigador Principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano y asimismo, en la actualidad, Public Policy Scholar en el Woodrow Wilson Center de Washington.
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