La lucha diaria de Pakist¨¢n para salir del atolladero
La sociedad civil se esfuerza para impulsar el desarrollo y frenar la radicalizaci¨®n impuesta por el fundamentalismo isl¨¢mico sobre el pa¨ªs, al centro de las pol¨¦micas internacionales tras el caso Bin Laden
La mayor¨ªa de los paquistan¨ªes observan con apat¨ªa el debate pol¨ªtico y medi¨¢tico que ha desatado la operaci¨®n en la que EE UU mat¨® a Osama Bin Laden. Aunque compartan las cr¨ªticas al Ej¨¦rcito y al Gobierno que se airean en las tertulias televisivas, el esfuerzo diario para salir adelante agota sus fuerzas. Falta adem¨¢s una sociedad civil organizada que pueda canalizar ese malestar de forma constructiva. La ausencia de un proyecto com¨²n y el acoso de los fan¨¢ticos religiosos han frenado el desarrollo del embri¨®n que surgi¨® hace cuatro a?os con el movimiento de los abogados.
"No hay sociedad civil", sentencia un diplom¨¢tico occidental. Y sin embargo, decenas de miles de personas salieron a la calle en todo el pa¨ªs para apoyar a los abogados que exig¨ªan la reinstauraci¨®n del presidente del Tribunal Supremo, Iftikhar Muhammad Chaudhry. "Aquello tuvo ¨¦xito porque ten¨ªa un objetivo concreto: la restituci¨®n del juez Chaudhry", explica Babar Sattar, abogado y articulista. "Debatimos si deb¨ªamos ampliar nuestros objetivos, pero ¨¦ramos conscientes de que el amplio apoyo que logramos se deb¨ªa que se trataba de un asunto simple y no controvertido". "Hoy no hay un objetivo com¨²n que una a toda la sociedad", concurre Mohammad Ziauddin, director de The Express Tribune, un diario que destina el 30% del precio de suscripci¨®n a una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro dedicada a educar a los m¨¢s desfavorecidos.
Con el 85% de sus 188 millones de habitantes viviendo con menos de dos d¨®lares al d¨ªa, 40 millones de ni?os sin escolarizar y la mitad de los j¨®venes de 16 a?os incapaces de leer una sola frase, causas de movilizaci¨®n no faltan. "Hay dos centenares de ONG activas, en su mayor parte financiadas desde el exterior, que se dedican a construir y gestionar escuelas y hospitales, pero los problemas son tan inmensos que apenas se ve su efecto", se?ala Ziauddin que considera esas organizaciones como el eje de la sociedad civil. "Es cierto, pero act¨²an en los m¨¢rgenes, alienadas de la pol¨ªtica. Han intentado hacer presi¨®n pero no est¨¢n lo suficientemente organizadas para lograr cambios en educaci¨®n, desarrollo, etc", explica Khadim Hussain, un activista sociopol¨ªtico que est¨¢ al frente del proyecto educativo de la Fundaci¨®n Baacha Khan.
La sociedad civil ha protestado tambi¨¦n por las leyes contra la blasfemia (que permiten acusar a alguien de insultar al islam sin necesidad de aportar pruebas), en particular tras los asesinatos del ministro para las Minor¨ªas Shahbaz Bhatti y del gobernador de Punjab Salman Tayseer a principios de este a?o. Sin embargo, esos mismos casos han puesto de relieve la profunda divisi¨®n y falta de proyecto com¨²n de los paquistan¨ªes. "Algunas instituciones no estatales levantaron la voz frente al silencio oficial, pero es poco lo que pueden hacer porque nuestro Estado es un Estado isl¨¢mico y la religi¨®n limita el trabajo de la sociedad civil", se?ala Sattar.
El abogado opina que "se ha dado demasiado espacio a los cl¨¦rigos que deciden la interpretaci¨®n del islam". Y esos cl¨¦rigos suelen dar cobertura a lo que Ziauddin califica de "poco isl¨¢micos rituales y tradiciones isl¨¢micas". El periodista admite que "el uso pol¨ªtico del islam ha generado la sociedad que tenemos", pero responsabiliza a la elite gobernante. "Los hombres de negocios, los se?ores feudales y la burocracia c¨ªvico-militar toleran la situaci¨®n e incluso la promueven", asegura. "Hay grandes empresarios que han financiado madrazas y la burocracia c¨ªvico-militar respeta la opini¨®n de los fan¨¢ticos bajo el pretexto de la libertad de expresi¨®n".
Activistas liberales contra el fundamentalismo
La sima entre liberales y fundamentalistas es la misma que impidi¨® que el movimiento de los abogados fuera m¨¢s all¨¢ e intentara reformar un sistema judicial que da la impresi¨®n de ensa?arse con las v¨ªctimas en lugar de protegerlas. La prensa en ingl¨¦s (asociada con los liberales) ha puesto el grito en el cielo por la absoluci¨®n del Tribunal Supremo a los 13 hombres que violaron a Mukhtaran Mai en castigo porque su hermano (de 12 a?os) ofendi¨® a un poderoso clan local. Los medios en urdu han acusado a la mujer de haberse enriquecido con las ayudas de las ONG internacionales. Adem¨¢s, a partir de los asesinatos de Tayseer y Bathi, el miedo se ha extendido entre los activistas, que evitan expresar sus opiniones delante de desconocidos e incluso de sus empleados. Cualquiera puede convertirse en ejecutor de esa interpretaci¨®n intransigente del islam. "Puede ser mi ch¨®fer", admite Ziauddin.
Sattar lo atribuye a la ausencia de un Estado de derecho. "Si doy mi opini¨®n y alguien viene y me mata, el Estado no me protege", asegura el abogado. "La gente acepta como normal que se mate por honor; no ha calado la idea de que lo ilegal es tambi¨¦n injusto", a?ade. "Estamos viviendo en un ambiente peligroso y nadie sabe c¨®mo hacer frente a la situaci¨®n y refundar la sociedad. No hay pa¨ªs en el mundo donde los musulmanes maten a otros musulmanes a semejante escala", concluye Ziauddin. "A menos que aclaremos qu¨¦ papel queremos para la religi¨®n en este pa¨ªs, no vamos a avanzar porque las tradiciones culturales y sociales se justifican con el islam incluso si no tienen nada que ver con sus valores", resume por su parte Sattar.


Seis muertos en un atentado de los talibanes contra una comisar¨ªa
Al menos seis polic¨ªas han muerto y otras 29 personas han resultado heridas hoy en un atentado suicida perpetrado hoy en Peshawar, al noroeste de Pakist¨¢n. El atentado ocurri¨® frente a la comisar¨ªa del Departamento de Investigaci¨®n Criminal de Peshawar, la capital de la conflictiva provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganist¨¢n. Fuentes policiales han asegurado que los seis fallecidos son agentes y precis¨® que un suicida al volante de un veh¨ªculo lo empotr¨® contra la comisar¨ªa que ha quedado totalmente destruida. Los heridos han sido trasladados a los principales hospitales de Peshawar.
El ataque ha sido reivindicado por los talibanes pakistanies. Desde la muerte de Osama bin Laden a manos de fuerzas de ¨¦lite estadounidenses el pasado 2 de mayo en territorio paquistan¨ª, el movimiento talib¨¢n, que prometi¨® vengar la muerte del l¨ªder de Al Qaeda, ha reivindicado varios atentados de envergadura. El pasado d¨ªa 13, un doble ataque suicida contra una academia de la guardia de fronteras acab¨® con la vida de unas 90 personas, la mayor¨ªa reclutas, en el distrito de Charsada, cercano a Peshawar. Hace dos d¨ªas, el Ej¨¦rcito paquistan¨ª dio por concluido un asalto talib¨¢n a una base militar de la sure?a ciudad de Karachi, que dur¨® unas 17 horas y que ocasion¨® entre 14 y 19 muertos, seg¨²n distintas fuentes. AGENCIAS
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