"Llegar y llevar", el esc¨¢ndalo de los almacenes chilenos La Polar
La empresa renegoci¨® la deuda de 418.000 clientes sin consultarles
La Polar, que hace un a?o era la estrella emergente del sector de grandes almacenes y supermercados de ventas al detalle (llamado retail en Chile), y cuyo presidente hasta hace una semana, Pablo Alcalde, fue elegido en 2009 Ejecutivo de la D¨¦cada por sus pares, protagoniza hoy un esc¨¢ndalo por repactar unilateralmente las deudas impagadas de 418.000 clientes -sin consultarles y con intereses m¨¢s altos-, y por haber ocultado o entregado informaci¨®n falsa al mercado. Esta situaci¨®n ha llevado a la empresa a afrontar querellas en la justicia, ser investigada por una comisi¨®n en el Parlamento, ha provocado el derrumbe de sus acciones y la ha dejado al borde de la insolvencia.
El caso de La Polar, que salpica a directores y ejecutivos de la empresa, a sus auditores, Price Waterhouse Coppers, y a dos de los organismos fiscalizadores del Gobierno -las superintendencias de Valores y Seguros y la de Bancos-, permiti¨® entrever la burbuja de endeudamiento en la que viven muchos chilenos de bajos ingresos. Las acciones de La Polar, que hoy volver¨¢n a negociarse en la Bolsa despu¨¦s de estar suspendidas una semana, se desplomaron un 42% en un d¨ªa, arrastrando a la baja a otras empresas del sector y han provocado p¨¦rdidas de hasta 250 millones de d¨®lares a los fondos de pensiones.
Los m¨¢s afectados han sido los clientes, en su gran mayor¨ªa personas con ingresos equivalentes a entre 450 y 900 euros mensuales, a los que esta empresa arrastr¨® al mundo del consumo, con ofertas de televisores de plasma, celulares de ¨²ltima generaci¨®n y computadores. El lema de la empresa: "Llegar y llevar" se encarn¨® en el acceso a estos bienes, en una suerte de "democratizaci¨®n del consumo", mediante pagos de hasta 48 mensualidades.
A diferencia de otras empresas del retail concentradas en grupos de altos ingresos, La Polar, que parti¨® como una sastrer¨ªa modesta de Santiago en 1920, se dedic¨® a las clases medias bajas y bajas. Ofreci¨® estar a la moda a quienes habitualmente est¨¢n excluidos y miran desde afuera las doradas vitrinas del consumo. El precio era barato: bastaba con tener la tarjeta de cr¨¦dito de La Polar, que la empresa entregaba con muy pocos requisitos.
Uno de los iconos de su publicidad fue el popular centrodelantero del Real Madrid Iv¨¢n Zamorano, un futbolista chileno que con esfuerzo y goles surgi¨® desde la pobreza, junto a su esposa, la modelo argentina Mar¨ªa Alber¨®. La Polar, que tiene 44 almacenes en el pa¨ªs, estaba en expansi¨®n hacia Colombia, donde iba a abrir cinco tiendas con el mismo modelo, cuando la burbuja revent¨®.
Si un cliente no pod¨ªa pagar tres mensualidades seguidas, las instrucciones eran claras en La Polar: "renegociar" su deuda sin preguntarle. As¨ª, en vez de pasar a la cartera de morosos, con cr¨¦ditos impagos por los que la empresa deber¨ªa haber aumentado sus provisiones, lo que significa inmovilizar capitales, el cliente quedaba como un deudor saneado, con su deuda renegociada pero multiplicada varias veces por los intereses acumulados.
Clientes que compraron el equivalente a 150 euros despu¨¦s de varias de estas "renegociaciones" unilaterales quedaron debiendo m¨¢s de 3.000 euros. De los 1,2 millones de clientes de La Polar, 418.000 fueron v¨ªctimas de estas operaciones sin consultar. La deuda promedio por cliente de La Polar cuadruplicaba a la de otras empresas. Supuestamente, nadie lo advirti¨®. Ni el directorio, la empresa auditora, los organismos encargados de supervisar el sector que tiene el Gobierno, los accionistas, ni siquiera la competencia, que podr¨ªa haberse preguntado por qu¨¦ La Polar obten¨ªa mejores resultados.
Al igual que en el caso Enron, los ejecutivos involucrados recib¨ªan millonarios bonos adicionales a sus salarios, que les pagaban en acciones de La Polar por los resultados que esta lograba. Al parecer, la falta de un controlador ¨²nico de la empresa hizo m¨¢s laxa la vigilancia de los directores, aunque algunos creen imposible que no lo advirtieran.
La operaci¨®n fue descubierta por un peque?o estudio de abogados j¨®venes que cruz¨® informaci¨®n p¨²blica y alert¨® al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), el que present¨® una demanda colectiva contra la empresa por repactaciones sin consentimiento de sus clientes, a la que ya se han sumado m¨¢s de 5.000 personas.
En 15 d¨ªas el caso creci¨® como una bola de nieve y llen¨® las p¨¢ginas de la prensa. Cayeron el presidente de la empresa y varios de los ejecutivos. La polic¨ªa allan¨® los domicilios y oficinas de los involucrados, incaut¨¢ndose de computadores y archivos, y los fondos de pensiones se querellaron por las p¨¦rdidas sufridas.
La oposici¨®n critic¨® al Gobierno por los errores de fiscalizaci¨®n y La Moneda reaccion¨® primero despejando su retaguardia: destituy¨® a cuatro ejecutivos y directores de La Polar en los directorios de empresas del Estado donde los hab¨ªa nombrado. Despu¨¦s contraatac¨®. La ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, sostuvo que el delito de los ejecutivos que mintieron al entregar informaci¨®n "es tan grave como robar un cajero autom¨¢tico", mientras que el presidente Sebasti¨¢n Pi?era record¨® que estas pr¨¢cticas de La Polar se arrastran desde hace a?os, en los Gobiernos de la coalici¨®n de centroizquierda, y advirti¨® de que el Gobierno ser¨¢ "implacable" en perseguir a los responsables.
Adem¨¢s de poner en jaque la filosof¨ªa del "Llegar y llevar" de quienes tienen bajos ingresos y empleos precarios e inestables, el caso puso sobre el tapete la falta de regulaci¨®n de las tarjetas de grandes almacenes y supermercados, que en total representan el 80% del endeudamiento de las personas. Las deudas que los chilenos tienen en el retail no est¨¢n consolidadas con las de tarjetas bancarias, por lo que reci¨¦n se ha entreabierto la caja negra del endeudamiento de los chilenos.
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Renuncia la directiva de La Polar
Los directores de las empresas La Polar, la cadena de grandes almacenes chilena sumida en el esc¨¢ndalo por la renegociaci¨®n unilateral de las deudas de sus clientes, han puesto hoy sus cargos a disposici¨®n de los accionistas, que decidir¨¢n su destino en una asamblea el pr¨®ximo 8 de julio. El terremoto que sacude a la empresa ha llegado a la Bolsa, donde sus acciones perdieron ayer m¨¢s del 70% en la apertura en relaci¨®n con el cierre de su ¨²ltima cotizaci¨®n, el 13 de junio, antes de que fueran suspendidas por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
La empresa, acusada de repactar la deuda de m¨¢s de 418.000 clientes sin consultarles y sin informar a las autoridades supervisoras del mercado, ha tenido una p¨¦rdida de valor burs¨¢til calculada en 460 millones de euros desde que estall¨® el esc¨¢ndalo.
Ayer, el presidente del directorio de la empresa, Heriberto Urz¨²a, anunci¨® tambi¨¦n su dimisi¨®n, solo 10 d¨ªas despu¨¦s de haber asumido el cargo. Ser¨¢ reemplazado por C¨¦sar Barros, exitoso empresario, presidente de Salm¨®n Chile.
Seg¨²n c¨¢lculos de los analistas, La Polar deber¨¢ aumentar sus provisiones -coberturas por eventuales p¨¦rdidas- en al menos 572,5 millones de euros.
Para ma?ana est¨¢ previsto que comience en los locales de la cadena la atenci¨®n a los miles de clientes afectados por la irregularidad crediticia, a los cuales se les ofrecieron alternativas de soluci¨®n.
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