La comunidad internacional designa al enviado de la ONU como ¨²nico mediador ante Gadafi

La comunidad internacional quiere acabar con la cacofon¨ªa de estrategias para poner fin al conflicto de Libia y evitar que la mediaci¨®n entre las partes sirva de terreno abonado para medradores y ventajistas. El Grupo de Contacto sobre Libia, que re¨²ne a los 32 pa¨ªses y siete organizaciones multilaterales, ha decidido hoy designar al enviado especial del secretario general de la ONU, Abdelilah el Jatib, como ¨²nico negociador habilitado para hablar en su nombre.

El ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, ha admitido que la multiplicidad de contactos, muchos de ellos secretos y clandestinos, han resultado contraproducentes, mientras que la espa?ola Trinidad Jim¨¦nez ha agradecido la labor de buenos oficios de Rusia o la Uni¨®n Africana, pero la ha dado por concluida.

El Jatib ha anunciado a los ministros de Asuntos Exteriores reunidos en Estambul -entre otros, la estadounidense Hillary Clinton, el brit¨¢nico William Hague y el franc¨¦s Alain Jupp¨¦- que propondr¨¢ a Tr¨ªpoli y Bengasi la formaci¨®n de una mesa negociadora con tres representantes de cada parte, que deber¨¢n ser aceptados como interlocutores por la otra. Eso significa que no podr¨¢ participar Muamar el Gadafi ni sus familiares m¨¢s directos, con quienes los rebeldes se niegan a sentarse. Ser¨¢ en este marco en el que el enviado especial de la ONU presente su hoja de ruta, que incluye un cese el fuego duradero y verificable y la formaci¨®n de un gobierno provisional que dirija la transici¨®n al postgadafismo.

Para los miembros del Grupo de Contacto, hay pocas dudas de que el n¨²cleo del futuro gobierno deber¨ªa ser el Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT), al que hoy reconocieron como "autoridad gubernamental leg¨ªtima" de Libia, un paso m¨¢s all¨¢ de la condici¨®n de "interlocutor leg¨ªtimo" que hasta ahora le daban.

Este reconocimiento deber¨ªa facilitar la entrega al CNT de los 3.000 millones de d¨®lares que Gadafi tiene congelados en bancos extranjeros, aunque no est¨¢ claro que sea tan f¨¢cil. El jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, ha anunciado que su pa¨ªs dar¨¢ un pr¨¦stamo de 200 millones de d¨®lares a los rebeldes utilizando como aval los fondos libios bloqueados. Italia ha utilizado la misma f¨®rmula para abrir hoy mismo una l¨ªnea de cr¨¦dito al CNT por valor de 100 millones de euros, que en dos semanas podr¨ªan ampliarse en 300 m¨¢s, incluido el suministro de combustible. El Gobierno espa?ol, que recibir¨¢ la semana que viene en Madrid al primer ministro rebelde Mahmud Jibril, no descarta hacerlo, pero preferir¨ªa contar con el aval de una decisi¨®n de la Uni¨®n Europea.

Turqu¨ªa evit¨® plantear su demanda de que se decrete un alto el fuego coincidiendo con el mes sagrado musulm¨¢n del Ramad¨¢n, que se inicia a principio de agosto. Sab¨ªa que se enfrentaba a la oposici¨®n rotunda de las autoridades de Bengasi, para quienes ese medida solo servir¨ªa para alargar el conflicto. Por eso, Davutoglu se ha limitado a pedir que durante el Ramad¨¢n se multipliquen los esfuerzos para hacer llegar ayuda humanitaria a la poblaci¨®n civil, tanto en la zona controlada por los rebeldes como en la que sigue en manos de Tr¨ªpoli, utilizando para ello parte de los fondos congelados, bajo supervisi¨®n de la ONU. Se da por hecho, en todo caso, que las operaciones se ralentizar¨¢n en agosto y la OTAN deber¨¢ ser especialmente cuidadosa con los "da?os colaterales".

Aunque p¨²blicamente no se admita, entre los socios del Grupo de Contacto es cada vez m¨¢s patente el cansancio ante una campa?a militar que se prolonga m¨¢s de tres meses y cuyo desenlace parece incierto. Ya no se descarta que Gadafi pueda quedarse en Libia bajo determinadas condiciones, una vez desalojado del poder que ha ostentado durante 41 a?os, a pesar de que sobre ¨¦l pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional. "Hay que dejar abiertas todas las opciones a una soluci¨®n pol¨ªtica negociada, pero son los propios libios los que deben decidir", argumenta Jim¨¦nez.

A falta de mayores resultados, la propia celebraci¨®n de la cumbre de Estambul -la cuarta desde el 13 de abril- ser¨ªa la mejor prueba de que la comunidad internacional sigue unida, al menos por ahora, aunque no haya conseguido que Rusia y China se sumasen al grupo.