Los coches arden en las calles de Berl¨ªn
70 veh¨ªculos resultan calcinados en los ¨²ltimos diez d¨ªas.- La quema de coches se ha convertido en un fen¨®meno m¨¢s del folclore nocturno berlin¨¦s
La del mi¨¦rcoles al jueves ha sido la d¨¦cima noche consecutiva en la que han ardido coches aparcados en las calles de Berl¨ªn. Ni los 100 polic¨ªas de paisano dedicados exclusivamente a atajar la racha incendiaria ni una aparatosa tormenta veraniega evitaron el incendio de tres turismos y un cami¨®n. El n¨²mero total de veh¨ªculos calcinados supera los 300 en lo que va de a?o. La serie que ha continuado esta noche ha abrasado ya m¨¢s de 70 autom¨®viles. Con 1.200.000 veh¨ªculos aparcados en los 4.000 kil¨®metros de calles berlinesas, la polic¨ªa se ve impotente para detener la quema de veh¨ªculos. En las ¨²ltimas 10 noches han ardido por docenas.
La quema de coches, lo mismo que la cada vez m¨¢s ruidosa jarana callejera y las interminables fiestas tecno, se ha convertido desde hace una d¨¦cada en un fen¨®meno m¨¢s del folclore nocturno berlin¨¦s. Nadie sabe por qu¨¦ arden los coches. Dicen en los servicios secretos alemanes (Verfassungsschutz) que la costumbre empez¨® como una forma de violencia pol¨ªtica de baja intensidad. Explican que, hasta hace poco, la mayor¨ªa de los fuegos destru¨ªan turismos, todoterrenos o deportivos de marcas caras. Sin embargo, de un tiempo a esta parte arden todo tipo de veh¨ªculos: desde utilitarios Skoda hasta car¨ªsimos Maserati. A un mes de las elecciones regionales en la ciudad-Estado de Berl¨ªn, la serie incendiaria se ha convertido en un asunto de debate pol¨ªtico.
Atentos a los titulares de prensa y a la alarma de muchos ciudadanos, los parlamentarios federales Wolfgang Bosbach (democristiano, CDU) y Dieter Wiefelsp¨¹tz (socialdem¨®crata, SPD), dicen que los incendios de coches son "una paso previo al terrorismo". Recuerdan ambos que tambi¨¦n la sanguinaria Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF) empez¨® su andadura hace cuatro d¨¦cadas con ataques incendiarios. Pero nadie explica qui¨¦nes son hoy estos supuestos aspirantes a terroristas, ni si forman parte de una organizaci¨®n. No hay manifiestos, ni grupo alguno que reivindique las quemas.
En 2009 ardieron en Berl¨ªn 401 coches, la mayor¨ªa de marcas caras y en barrios como Kreuzberg, donde muchos de los vecinos veteranos protestan contra el encarecimiento de los alquileres debido a la afluencia de personas m¨¢s acomodadas.
Pero la propia polic¨ªa reconoce que, si bien parte de aquellos incendios de 2009 tuvieron motivaci¨®n pol¨ªtica, los de los ¨²ltimos meses podr¨ªan haber sido causados, seg¨²n los casos, por "imitadores de aquellos incendios, simples gamberros o por algunos propietarios de coches que quieren estafar a las compa?¨ªas de seguros". Tambi¨¦n se ha especulado con la posibilidad de que quemar un coche sea un rito de paso para ciertas bandas urbanas. No hay pruebas.
El eco medi¨¢tico de los ataques pir¨®manos es, sin duda, un aliciente para imitadores, aventureros y j¨®venes con vaga ideolog¨ªa "antisistema". Adem¨¢s, los medios han detallado hasta la saciedad lo f¨¢cil que es hacer una hoguera con un coche: hacen falta un mechero y unas tabletas de las usadas para dar fuego al carb¨®n de las barbacoas. El incendiario coloca la tableta inflamable sobre la rueda trasera m¨¢s pr¨®xima al dep¨®sito de gasolina, aplica el mechero y se aleja tranquilamente para no llamar la atenci¨®n. Si le alcanza la sangre fr¨ªa, puede situarse en un lugar estrat¨¦gico para contemplar c¨®mo, minutos m¨¢s tarde, el fuego se habr¨¢ extendido por el neum¨¢tico y hasta el dep¨®sito. Las llamas pueden pasar a los coches aparcados al lado o abrasar alg¨²n ¨¢rbol pr¨®ximo.
Inusitadamente, estas pr¨¢cticas a¨²n no han causado da?os personales en Berl¨ªn. Para los expertos, es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo que uno de estos incendios se extienda a alguna vivienda o abrase vivo a alg¨²n viandante.
Algunos medios apuntan a que podr¨ªamos estar ante una chispa saltada desde los graves disturbios ingleses de este mes. Berl¨ªn es una capital comparativamente pac¨ªfica y segura en cualquier otro aspecto. Pero los fuegos contin¨²an.
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