"No me importa morir. Si tuviera miedo estar¨ªa con mi madre"
Dos amigos rebeldes explican sus impresiones de la guerra en el frente y aseguran que sus familias recoger¨¢n los beneficios de la lucha aunque ellos caigan en combate
Crecieron en Misrata. El m¨¢s joven tiene 18 a?os, trabajaba en una tienda y se sabe todas las canciones de Enrique Iglesias. El mayor tiene 23 y estudiaba el ¨²ltimo curso de arquitectura en Tr¨ªpoli cuando empez¨® la guerra. El menor es como un ni?o y disfruta corriendo a 180 por la carretera de Sirte a Misrata, escuchando Quiero ser tu h¨¦roe, en versi¨®n inglesa y espa?ola. El mayor dice que es bonita esa parte del pa¨ªs donde la arena del desierto se junta con la arena de la playa y al fondo se ve el mar. El menor cuenta que al salir por la carretera de Sirte hacia Misrata, cuando viv¨ªa Gadafi, sol¨ªa haber un puesto de control de polic¨ªas que registraban todos los coches y se quedaban con lo que quer¨ªan, especialmente con las pertenencias de los inmigrantes egipcios. Ahora, el ¨²nico peligro apreciable en la autov¨ªa son los camellos que cruzan en manada, sin nadie que los pastoree. Hay uno despanzurrado al borde de la carretera.
El menor se pone un sombrero de estilo campesino, sus gafas de sol y se?ala el p¨®ster del camino que ha pintado con su nombre. Es solo un bloque de cemento m¨¢s entre los cientos que se ven en el desierto. Pero siente que esa peque?a parte del pa¨ªs le pertenece. Y grita por encima de la m¨²sica: ¡°?D¨®nde est¨¢ Gadafi ahora para decirme que ese p¨®ster no es m¨ªo? ?Eh? ?D¨®nde est¨¢?¡±.
El mayor cree que nadie sabe nada de Libia. Que por culpa de Gadafi la gente como su hermano que estudia en Liverpool, ten¨ªa que explicar que Libia es el pa¨ªs que hay entre T¨²nez y Egipto, ¡°cuando es m¨¢s grande que los otros dos¡±. Piensa soltar la ametralladora en cuanto termine la guerra, concluir sus estudios, irse un a?o a estudiar ingl¨¦s a Liverpool, y regresar para ayudar en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs. Despu¨¦s, sin dejar pasar mucho tiempo, casarse con la mujer que le escoja su madre y tener un ni?o, que ha de ser la mayor felicidad del mundo. ¡°Ense?arle lo que uno sabe, cogerlo de la mano¡¡±. Sabe que hay personas que conviven con sus parejas sin estar casadas porque lo ha visto en las pel¨ªculas.
El m¨¢s joven canta: ¡°?Mentiroooso!¡±, que es la letra de una canci¨®n de Enrique Iglesias. Nunca conoci¨® a nadie que hablara espa?ol y no sabe m¨¢s espa?ol que el de las letras. Puestos a so?ar, sue?a con irse a vivir para siempre a Espa?a. Al mayor le atrae viajar a Jap¨®n. ?Por qu¨¦? ¡°No lo s¨¦, es como si te enamorases de alguien, no sabes exactamente por qu¨¦, tal vez por la sencillez de su gente¡±.
Samir piensa soltar la ametralladora cuando termine la guerra e irse a estudiar ingl¨¦s a Liverpool
Si no fuera por la guerra, a pesar de vivir en la misma ciudad, tal vez nunca se habr¨ªan dirigido la palabra. Ahora el mayor tiene las manos llenas de quemaduras por manipular la ametralladora montada sobre el coche que conduce el m¨¢s joven. Cuando terminan de luchar en el frente de Sirte, a veces duermen en el cuartel de campa?a o a veces se van a Misrata. Si llueve, el menor coger¨¢ el volante con una mano mientras activa con la otra el parabrisas sosteniendo unos cables pelados que salen del salpicadero.
El menor dice: ¡°?Qu¨¦ significa te quiero?¡±. Y el mayor pregunta: ¡°Has estudiado algo de islam? Si lo estudias y dejas que se te abra la mente ver¨¢s todo lo bueno que hay en nuestra religi¨®n. Mi ingl¨¦s no me alcanza a explic¨¢rtelo, pero hay muchas cosas buenas¡±.
El menor dice que a ¨¦l no le importar¨ªa morir en el frente. Es m¨¢s, dice: ¡°Quiero morir¡±. Y el mayor matiza: ¡°Si tuviera miedo a morir estar¨ªa con mi madre. Pero no me importa morir. Quiero un pa¨ªs en el que haya justicia y libertad. Tal vez yo no alcance a verla, pero mis hermanos y mi madre disfrutar¨¢n de esa nueva Libia¡±. Sinti¨® remordimientos la primera vez que tuvo que hacer uso del arma. ¡°Pero s¨¦ que estoy en el camino correcto¡±, dice.
El menor se llama Meftah Einhaise. Y el mayor, Samir Lagha. Cada d¨ªa vienen y van ri¨¦ndose al frente de Sirte.
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