El Partido Republicano intenta anular la influencia de Univisi¨®n en el voto hispano

Varios candidatos republicanos han amenazado con boicotear el canal de televisi¨®n Univisi¨®n, el m¨¢s importante en espa?ol de Estados Unidos, como respuesta a un conflicto que afecta al senador republicano de Florida Marco Rubio y en el que est¨¢ en juego la orientaci¨®n del voto de la comunidad hispana de cara a las elecciones de 2012.

Si ese voto no fuera tan decisivo y si Univisi¨®n no tuviera la influencia de la que goza entre ese colectivo, este episodio no hubiera alcanzado nunca la trascendencia que ha tenido. Este asunto se ha convertido en un problema central de la campa?a electoral porque los republicanos entienden que va a ser imposible que ninguno de sus candidatos alcance la presidencia sin un respaldo sustancial entre los hispanos y consideran a Univisi¨®n un obst¨¢culo para alcanzar ese objetivo.

El caso se remonta a julio pasado, cuando Univisi¨®n emiti¨® un reportaje sobre el cu?ado de Rubio en el que desvelaba que hab¨ªa sido condenado en 1989 por tr¨¢fico de marihuana y coca¨ªna. Rubio nunca hab¨ªa sido un gran amigo de Univisi¨®n y siempre se hab¨ªa resistido a comparecer en el canal por rechazo a la l¨ªnea informativa de ese medio, que defiende la necesidad de una reforma migratoria que, entre otras cosas, cree un marco para la legalizaci¨®n de los indocumentados.

El caso se remonta a julio, cuando la cadena emiti¨® un reportaje sobre el cu?ado de Rubio en el que desvelaba que hab¨ªa sido condenado en 1989 por tr¨¢fico de drogas

El diario The Miami Herald, que se edita en la ciudad en la que Univisi¨®n tiene su base, inform¨® la pasada semana que el canal le hab¨ªa ofrecido a Rubio suavizar o corregir el reportaje sobre su cu?ado a cambio de que participase en su principal programa de debate pol¨ªtico, Al Punto, que dirige Jorge Ramos. Varias fuentes de alta responsabilidad en el canal ha negado rotundamente esa supuesta negociaci¨®n. Univisi¨®n habl¨® con el Partido Republicano a requerimiento de este, en presencia de abogados y dejando claro que no aceptar¨ªa chantajes. La informaci¨®n del Herald fue suficiente, no obstante, para que los candidatos presidenciales republicanos amenazaran con no acudir a un debate electoral previsto para el 29 de enero, dos d¨ªas antes de las primarias republicanas de Florida, si ese medio no rectifica su informaci¨®n sobre el pariente de Rubio.

Univisi¨®n, como sus dirigentes han explicado a EL PA?S, no est¨¢ dispuesta a rectificar porque respalda la solvencia del reportaje, elaborado por Gerardo Reyes, un profesional con m¨¢s de 20 a?os de experiencia y un premio Pulitzer a sus espaldas, y no cree que los partidos pol¨ªticos deban decidir sobre los contenidos informativos de las televisiones. Y, si este pulso se mantiene, Univisi¨®n va a perder un debate de modesta audiencia, que se realizar¨ªa solo en el canal de su competencia, Tele Mundo, pero los republicanos van a perder el medio de m¨¢s seguimiento entre los hispanos.

Se calcula que m¨¢s del 90% de esa comunidad ve los programas de Univisi¨®n. Su audiencia promedio se acerca a los cuatro millones de espectadores y, en algunas ocasiones, sobrepasa a la de los cuatro grandes canales en ingl¨¦s, ABC, CBS, NBC y Fox.

En ese gesto de solidaridad de los republicanos con Rubio se esconden dos motivos, ambos relacionados con la importancia del voto hispano. Rubio, hijo de un refugiado cubano, es el ¨²nico dirigente republicano relevante de origen hispano. Su papel, en calidad de tal, es tan importante que frecuentemente se le menciona como seguro candidato a la vicepresidencia con cualquiera que gane las primarias, aunque ¨¦l lo ha negado. Manchar la imagen de Rubio equivale, por tanto, para los republicanos a perder su ¨²nica baza de penetraci¨®n en la comunidad latina.

M¨¢s del 90% de la comunidad hispana ve Univisi¨®n; un candidato republicano necesita al menos un 35% del voto latino para ser elegido

El segundo motivo de esta presi¨®n es la posici¨®n de Univisi¨®n, y especialmente de su principal presentador, Ramos, respecto al asunto de la inmigraci¨®n. Aunque en su programa, por el que pasan pol¨ªticos y periodistas diversos, entre otros este corresponsal, se recogen argumentos de uno y otro signo ideol¨®gico, Ramos se hace eco con frecuencia de la aspiraci¨®n de los hispanos a una nueva ley migratoria.

Esa l¨ªnea entra constantemente en conflicto con la posici¨®n de los candidatos republicanos, que son los primeros desde Ronald Reagan que se oponen a una reforma de las normas de inmigraci¨®n. George W. Bush era partidario de la reforma migratoria, y ning¨²n aspirante republicano a la Casa Blanca hasta la fecha se hab¨ªa negado a ella. Cada vez que Univisi¨®n recuerda esa realidad, las posibilidades de que los republicanos obtengan votos hispanos se reducen, y sin esos votos su victoria es pr¨¢cticamente imposible. Se calcula que un candidato republicano necesita al menos un 35% del electorado latino para ser elegido.

Los hispanos est¨¢n descontentos con Barack Obama por haber incumplido su promesa de reforma migratoria y por haber aumentado las deportaciones. Pero, en ¨²ltima instancia, pueden llegar a entender que si el presidente no ha cumplido ha sido, en gran parte, por la oposici¨®n republicana, y dif¨ªcilmente le van a dar su voto a candidatos que le presentan programas hostiles. Contener a Univisi¨®n y su l¨ªnea en asuntos migratorios es, pues, uno de los principales objetivos de esta crisis.