Obama logra una victoria al sellar el acuerdo comercial con Colombia

Con dem¨®cratas y republicanos divididos sobre c¨®mo sacar al pa¨ªs de la grave crisis econ¨®mica que vive ¡ªy sin haber sido capaces un d¨ªa antes de ratificar la Ley de Empleo presentada por el presidente¡ª, el mi¨¦rcoles por la noche se vivi¨® un extra?o momento de bipartidismo en el Congreso de EE UU al aprobarse los tratados de libre comercio con Colombia, Panam¨¢ y Corea del Sur. La triple ratificaci¨®n es la m¨¢s importante en este terreno desde el acuerdo suscrito por EE UU en 1994 con M¨¦xico y Canad¨¢.

?Arrastrados desde la presidencia de George W. Bush y estancados desde que en 2007 los dem¨®cratas rompieran el control republicano del Congreso, la votaci¨®n del Capitolio supone una victoria para la Administraci¨®n de Obama en momentos de fuerte proteccionismo proviniente de las filas m¨¢s conservadoras del Tea Party y para los l¨ªderes del Congreso de ambos partidos, que persegu¨ªan revitalizar la econom¨ªa sin gastos adicionales.

¡°El voto de esta noche [por el mi¨¦rcoles], con apoyo de ambos partidos, estimular¨¢ significativamente las exportaciones que llevan la etiqueta Hecho en EE UU, contribuir¨¢n a la creaci¨®n de miles de trabajos bien pagados para los norteamericanos y proteger¨¢n los derechos laborales, el medio ambiente y la propiedad intelectual¡±, declar¨® Obama nada m¨¢s conocer la victoria de la votaci¨®n en ambas C¨¢maras. ¡°Estoy listo para firmar los acuerdos¡±, anunci¨® el presidente.

La aprobaci¨®n de los acuerdos es importante no solo por el logro pol¨ªtico que representa para la Casa Blanca, sino tambi¨¦n por la solidificaci¨®n de relaciones con aliados estrat¨¦gicos. En t¨¦rminos econ¨®micos, los acuerdos con Colombia, Panam¨¢ y Corea del Sur podr¨ªan incrementar las exportaciones comerciales estadounidenses en al menos 12.000 millones de d¨®lares al a?o. Las compa?¨ªas norteamericanas tambi¨¦n tienen ahora el camino m¨¢s f¨¢cil para vender servicios en esos terceros pa¨ªses. Se calcula que solo el acuerdo con Corea tiene el potencial de crear hasta 280.000 puestos de trabajo en EE UU.

Sin embargo, algunos dem¨®cratas, y destacadas organizaciones sindicales, se opusieron al acuerdo argumentando que podr¨ªa beneficiar a las compa?¨ªas norteamericanas pero no a sus trabajadores, sobre todo si las importaciones conducen a despidos dentro de EE UU. Otras cr¨ªticas apuntaban que no existe la seguridad de que el acuerdo con Corea del Sur pueda estimular la industria del autom¨®vil estadounidense; denunciaban a Colombia por su incapacidad para acabar con la violencia contra los sindicalistas, que se cobra cada a?o decenas de v¨ªctimas, y aseguraban que la alianza con Panam¨¢ suprimir¨ªa herramientas utilizadas para luchar contra la evasi¨®n fiscal y el lavado de dinero.

La representante dem¨®crata por Illinois Jan Schakowsky, amiga de Obama, calific¨® el acuerdo con Corea de ¡°p¨¦simo para los norteamericanos¡±. El l¨ªder de la mayor¨ªa en el Senado, Harry Reid, se opuso en un principio a votar a favor de los acuerdos si no hab¨ªa antes un compromiso bipartidista en la legislaci¨®n que ofrece ayuda econ¨®mica y de capacitaci¨®n a empleados norteamericanos afectados por la competencia del comercio exterior.

El mismo Obama no ha tenido siempre la misma posici¨®n al respecto. Como candidato a la nominaci¨®n del Partido Dem¨®crata para las elecciones de 2008, el hoy presidente no ve¨ªa con buenos ojos los acuerdos y destacaba los riesgos que supon¨ªan para los trabajadores de EE UU.

Pero durante gran parte del a?o pasado y este, la grave crisis econ¨®mica ha llevado al presidente a considerar los acuerdos de libre comercio como una manera de fomentar la econom¨ªa y crear empleo. Obama se ha aliado de esta manera con la C¨¢mara de Comercio de EE UU y se ha ganado la enemistad de las centrales. Richard Trumka, presidente de AFL-CIO, calific¨® los pactos de ¡°p¨¦simos¡±. ¡°?Debemos aprobar un acuerdo con Colombia, donde 51 sindicalistas fueron asesinados el a?o pasado?¡±, se preguntaba.

Obama ha sido, sin embargo, capaz de lograr el apoyo de otros importantes sindicatos ¡ªel del autom¨®vil y la alimentaci¨®n¡ª y de sacar adelante su apuesta por revitalizar la econom¨ªa estadounidense abriendo los mercados.