La educaci¨®n en Chile depende de las familias
Los estudiantes chilenos tienen el mejor resultado de Am¨¦rica Latina, pero el sistema es el que m¨¢s hipoteca a los padres y alumnos
Las grandes cifras dicen que en Chile la educaci¨®n es una prioridad. El pa¨ªs se gasta en ense?anza el 7,1% de su riqueza, un punto por encima de la media de la OCDE, y dos por encima de Espa?a. Pero son las familias las que desembolsan directamente la inmensa mayor¨ªa de ese dinero, pues la proporci¨®n que aporta el Estado es la m¨¢s baja de los pa¨ªses desarrollados: el 58,6%, si se miran todos los niveles educativos, y apenas el 14,6% si se mira solo a la universidad.
El sistema educativo chileno
- Chile gasta en educaci¨®n el 7,1% de su riqueza, un punto por encima de la media de la OCDE, y dos m¨¢s que Espa?a.
- El mayor esfuerzo lo ponen las familias. La parte que pone el Estado es la m¨¢s baja de los pa¨ªses desarrollados: el 58,6%.
- En la universidad, el estado solo pone el 14,6% del gasto.
- Los chilenos de 15 a?os tienen los mejores resultados de Am¨¦rica Latina en el informe PISA que elabora la OCDE con ex¨¢menes en 60 pa¨ªses
- Las universidades p¨²blicas son las m¨¢s caras de Am¨¦rica Latina, con precios parecidos a los de pa¨ªses que cuadruplican la renta per c¨¢pita de Chile, como Australia, Canad¨¢ o Jap¨®n
- El principal esfuerzo que hace el Estado es en forma de pr¨¦stamos, no de becas. Solo el 13.8% de todos los estudiantes de educaci¨®n superior recibe una beca, comparado con el 51% en Estados Unidos.
As¨ª, en el haber de los hogares deber¨ªan quedar principalmente los logros del sistema educativo del pa¨ªs andino en las ¨²ltimas d¨¦cadas: sus alumnos de 15 a?os son los que mejor resultado obtienen de Am¨¦rica Latina en el informe PISA de la OCDE, que cada tres a?os compara los sistemas de m¨¢s de 60 pa¨ªses en lectura, matem¨¢ticas y ciencias. Adem¨¢s, el alumnado universitario se ha multiplicado por cinco en los las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, hasta llegar al mill¨®n de alumnos.
Pero en el debe del Estado recae probablemente la desigualdad de un modelo educativo en el que si tienes dinero, puedes; y si no, pr¨¢cticamente la ¨²nica opci¨®n es endeudarse o desistir. Una debilidad que apunt¨® en 2009 un informe de la OCDE sobre la educaci¨®n chilena como uno de los principales problemas a corregir. Ello responde a la l¨®gica m¨¢s contundente: si la educaci¨®n depende b¨¢sicamente del gasto de las familias, y los hogares son de los m¨¢s desiguales del mundo (en 2002, Chile ocupaba el noveno puesto en una clasificaci¨®n hecha por el Banco Mundial), la cuenta es transparente y el resultado, la inequidad.
Un resultado, por otra parte, muy poco beneficioso no ya socialmente, sino tambi¨¦n econ¨®micamente, seg¨²n aquel informe de la OCDE: ¡°Una amenaza presente en Chile es la p¨¦rdida de capital humano y social si el nivel actual de desigualdades no se reduce¡±.
¡°La expansi¨®n de la educaci¨®n privada ha convertido la ense?anza en un gran negocio¡±?
El chileno es un modelo particular dentro de Am¨¦rica Latina, explica el director del Centro de Altos Estudios Universitarios de la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericano (OEI), Alejandro Tiana. En el continente, es habitual que las familias que pueden se gasten el dinero en escuelas de educaci¨®n secundaria privadas, que garantizan la entrada de sus hijos en universidades p¨²blicas, gratuitas o muy baratas, que son adem¨¢s las que concentran el prestigio y la calidad.
En cualquier caso, en Chile, la parte de la secundaria es como en Brasil y, sin embargo, no lo es la parte de la educaci¨®n superior, pues las matr¨ªculas anuales en las universidades p¨²blicas son las m¨¢s caras de Am¨¦rica Latina. De hecho, se parecen mucho m¨¢s a los precios que tienen en pa¨ªses como Australia, Canad¨¢, Jap¨®n o Corea (en 2005, estaban en la franja de los 3.000 y 4.000 d¨®lares), que en la mayor¨ªa los casos cuadriplican la renta per c¨¢pita de Chile, excepto en Corea, donde es un poco menos del doble, seg¨²n datos de 2008 del Fondo Monetario Internacional.
La desigualdad en el acceso a la educaci¨®n superior no es extra?a en el debate educativo chileno desde hace much¨ªsimos a?os. De hecho, se intenta corregir desde hace tres d¨¦cadas principalmente con una opci¨®n muy parecida a la que existe en Australia: ofrecer cr¨¦ditos a los estudiantes en buenas condiciones para que puedan hacer frente al pago de la matr¨ªcula, unos pr¨¦stamos empezar¨¢n a devolver una vez titulados e integrados en un empleo. Esos cr¨¦ditos creados a principios de los ochenta solo para estudiar en las universidades p¨²blicas del pa¨ªs, se ampliaron en 2005. Entre 2006 y 2009 el alumnado en la educaci¨®n superior aument¨® un tercio.
¡°Una amenaza presente en Chile
es la p¨¦rdida de capital humano
y social si el nivel actual de desigualdades no se reduce¡±
Esos cr¨¦ditos son la base de las ayudas del Estado, aunque las becas tambi¨¦n existen y han aumentado enormemente en los ¨²ltimos a?os. As¨ª, es evidente el aumento del acceso a una educaci¨®n superior en la que el 70% de los alumnos son hijos de personas que nunca fueron a la Universidad.
Sin embargo, ¡°solo el 13.8% de todos los estudiantes matriculados en instituciones de educaci¨®n superior recibe una beca de alg¨²n tipo, comparado con el 51% en Estados Unidos. Adem¨¢s, las cantidades no son suficientes para pagar los aranceles [matr¨ªculas] en forma completa. Menos de la mitad de los estudiantes de los m¨¢s bajos quintiles de ingreso [los m¨¢s pobres] recibe una beca¡±, se?ala el informe de 2009 de la OCDE. Adem¨¢s, en la parte de los cr¨¦ditos, su devoluci¨®n es mucho m¨¢s complicada que en otros pa¨ªses que utilizan ese modelo, pues ni la posibilidad de empleo ni los sueldos son equivalentes en Chile.
Solo el 13.8% de todos los estudiantes matriculados en instituciones de educaci¨®n superior recibe una beca comparado con el 51% en EE UU
Este sistema ¡°puede funcionar relativamente bien en pa¨ªses desarrollados, con menos desigualdades¡± que las que presenta el pa¨ªs andino, dice el exministro de Educaci¨®n de Argentina Juan Carlos Tedesco. Contra ese modelo se han rebelado los estudiantes chilenos en los ¨²ltimos a?os. Primero, a partir de 2006, la queja se centr¨® en la educaci¨®n secundaria. Los alumnos reclamaban una educaci¨®n p¨²blica de calidad que les ofreciera mejores garant¨ªas de acceso a la universidad.
¡°Lo que queremos es que ricos y pobres o vulnerables tengan igualdad frente a la educaci¨®n. Los j¨®venes est¨¢n cansados de constatar que rindieron una mala PSU [la prueba de acceso a la Universidad, equivalente a la Selectividad en Espa?a] en comparaci¨®n con el resultado obtenido por un joven de colegio particular. Est¨¢n cansados de cargar ese sentimiento de ¡®por qu¨¦ a m¨ª el Gobierno no me dio la educaci¨®n que merec¨ªa o la que yo quer¨ªa¡¯. Es hora que se comprenda que nosotros estamos luchando por un derecho a la educaci¨®n y no por un privilegio¡±, dec¨ªa en una entrevista en 2006 Mar¨ªa Huerta, una de las l¨ªderes estudiantiles.
¡°Es generalmente reconocido en Chile que los colegios privados pagados educan a los m¨¢s privilegiados socio-econ¨®micamente, los privados subvencionados atraen a las familias de ingresos medios y los municipalizados, a los sectores m¨¢s pobres de la sociedad¡±, dice el informe de 2009 de la OCDE.
El Gobierno, en 2006 dirigido por la socialista Michelle Bachelet, se acerc¨® a los alumnos y les prometi¨® reformas; cientos de miles de personas se hab¨ªan manifestado para reclamarlas. Pero aquel intento se qued¨® atascado. ¡°Hubo un apuro en la negociaci¨®n entre el Gobierno y la oposici¨®n y no se dieron los espacios suficientes para sacar una ley con plena legitimidad¡±, dec¨ªa en una entrevista el pasado agosto en el peri¨®dico digital El Mostrador el decano Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Alberto Hurtado, Juan Eduardo Garc¨ªa-Huidobro, que entonces era asesor del Gobierno de Bachelet.
Ahora la movilizaci¨®n estudiantil se centra en la educaci¨®n superior, que los l¨ªderes estudiantiles reclaman que sea gratuita (as¨ª lo es, o muy barata, en Argentina, Brasil, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela, entre otros). Adem¨¢s, el debate se mezcla con enorme aumento de instituciones privadas de educaci¨®n superior en el pa¨ªs cuya calidad nadie controla. ¡°La expansi¨®n de la educaci¨®n privada ha convertido la ense?anza en un gran negocio¡±, explica Tedesco.
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