M¨¦xico revisa su historia oficial
Un filme sobre la Cristiada y una serie sobre la Conquista cuestionan la versi¨®n convencional
La Cristiada, la guerra civil que asol¨® M¨¦xico entre 1926 y 1929 y caus¨® 250.000 muertos, ha sido uno de los episodios de la Revoluci¨®n peor tratados por la historia oficial de este pa¨ªs. El levantamiento en armas de los miles de campesinos que con el apoyo de la Iglesia se negaron a perder sus costumbres religiosas ante el radical anticlericalismo del presidente Plutarco El¨ªas Calles ha sido habitualmente sepultado bajo el manique¨ªsmo -reaccionarios contra revolucionarios- y la censura.
Ahora, un director joven, Mat¨ªas Meyer (Perpi?¨¢n, 1970), hijo del historiador franco-mexicano Jean Meyer, recorre con su pel¨ªcula Los ¨²ltimos cristeros los festivales de cine de Am¨¦rica, -Valdivia (Chile) Morelia (M¨¦xico), Montreal (Canad¨¢) a lo largo de este mes-, con la que reivindica este movimiento tradicionalmente ridiculizado por el cine mexicano.
El levantamiento en armas de los miles de campesinos que se negaron a perder sus costumbres religiosas ha sido habitualmente sepultado bajo el manique¨ªsmo y la censura
¡°La Cristiada sigue siendo un tema muy desconocido. Le puede preguntar actualmente a cualquier mexicano, que 9 de cada 10 no le sabr¨¢ dar raz¨®n¡±, afirma Meyer, en una entrevista realizada por correo electr¨®nico con este diario.
¡°Mi pel¨ªcula busca arrojar un poco de luz sobre ese periodo, pero no es una pel¨ªcula hist¨®rica. Busca reivindicar este movimiento, sobre todo contra la idea err¨®nea de que los cristeros fueron manipulados por la Iglesia para tomar las armas. Fue un levantamiento espont¨¢neo, popular y campesino. No porque obedecieran sus creencias obedec¨ªan a la Iglesia¡±.
El punto de partida del filme, contin¨²a Meyer, no fue la obra de su padre sino la novela Rescoldo: los ¨²ltimos cristeros, de Antonio Estrada y las fotograf¨ªas de ¨¦poca. ¡°En la novela encontr¨¦ el mundo de Juan Rulfo del campesino mexicano, en las fotograf¨ªas, miradas que me intrigaron. Me atrajo tambi¨¦n el universo visual donde se pod¨ªa desarrollar la trama, algo muy mexicano¡±.
La pel¨ªcula no cuenta con actores profesionales. Sus protagonistas son agricultores de Jalisco y est¨¢ rodada en escenarios naturales en las zonas del pa¨ªs que m¨¢s sufrieron la Cristiada como el propio Jalisco, Guanajuato o Michoac¨¢n. No hay muchos di¨¢logos ni tiroteos. Recrea m¨¢s una atm¨®sfera en la que el espectador viaja con los ¨²ltimos cristeros.
?Teme que la pel¨ªcula reabra viejas heridas?
Los protagonistas de la pel¨ªcula son agricultores y est¨¢ rodada en escenarios naturales en las zonas del pa¨ªs que sufrieron la Cristiada
¡°La pel¨ªcula busca pregonar la tolerancia. Mis personajes de cristeros tampoco son unos santos, son buenos y malos a la vez. El mal se da por las circunstancias, nadie puede salir limpio de una guerra. Al Gobierno solo lo vemos de lejos, desde el punto de vista de los perseguidos. Creo que es bueno poder ver los dos lados de la moneda y ver que no todo es blanco o negro¡±.
En esta revisi¨®n de la historia oficial, una tendencia que el antrop¨®logo Roger Bartra ve consecuencia de la ¡°crisis del nacionalismo mexicano¡± que estalla hacia finales del siglo pasado, se inscribe tambi¨¦n la reciente serie de televisi¨®n realizada por Cl¨ªo TV sobre la Conquista.
La serie documental, de la productora fundada por Enrique Krauze hace ahora 20 a?os y en la que han participado especialistas como John H. Elliot y Alan Knight, se emiti¨® los domingos por la noche del pasado septiembre.
A lo largo de sus cuatro cap¨ªtulos, dirigidos por Nicol¨¢s Echevarr¨ªa, la serie echa por tierra la idea convencional de que Hern¨¢n Cort¨¦s arras¨® con un imperio con tan solo un pu?ado de hombres para plantear que m¨¢s bien fue una guerra de indios contra indios o el error de que todo el pueblo mexicano se identificara con los aztecas, cuando eran una civilizaci¨®n reci¨¦n llegada en comparaci¨®n con otros pueblos ind¨ªgenas.
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