Gadafi, el tirano m¨¢s c¨ªnico
El l¨ªder libio ha unido excentricidad y pragmatismo durante sus 40 a?os en el poder pasando de financiar al terrorismo a reconciliarse con Occidente
Calificar a Muamar el Gadafi de dictador exc¨¦ntrico ser¨ªa empeque?ecer al personaje. Primero, porque no solo cumple hasta el ¨²ltimo precepto del manual del buen tirano (41 a?os en el poder, conversi¨®n de Libia en una finca familiar, pretensiones din¨¢sticas, culto a la personalidad, represi¨®n minuciosa de la disidencia), sino que aporta un toque exquisitamente c¨ªnico al oficio: acusa a los libios de todos los males del pa¨ªs, ya que, dice, en 1977 ¨¦l les entreg¨® el poder absoluto a trav¨¦s de la jamahiriya, un sistema pol¨ªtico de su invenci¨®n traducible como rep¨²blica de las masas; si las cosas no funcionan, es culpa de ellos.
Segundo, porque Gadafi es m¨¢s que exc¨¦ntrico. Hace cosas como viajar con su famosa falange de amazonas supuestamente v¨ªrgenes y con sus camellos, o lucir un vestuario singularmente exclusivo, pero adem¨¢s carece de l¨ªmites cuando intenta expresar un punto de vista o desea permitirse un capricho: es capaz de irrumpir en una reuni¨®n de la Liga ?rabe y ponerse a orinar en la sala, o de comparecer en un acto oficial maquillado como una Barbie y con zapatos de tac¨®n.
Hablar de un "dictador exc¨¦ntrico", aunque fuera en t¨¦rminos superlativos, seguir¨ªa empeque?eciendo al personaje. Gadafi es tambi¨¦n un dirigente astuto y pragm¨¢tico, que supo abandonar a tiempo el papel de azote de Occidente y m¨¢ximo financiador del terrorismo mundial para convertirse en un estadista elogiado en Washington y las capitales europeas. Un diplom¨¢tico franc¨¦s le defini¨® como "un kamikaze que jam¨¢s pierde el control". Un diplom¨¢tico estadounidense le defini¨® como "inteligente y reflexivo, bajo una apariencia est¨²pida".
A los hombres suele conoc¨¦rseles por su infancia y su juventud. Muamar el Gadafi naci¨® el 7 de junio de 1942 en un campamento beduino cercano al puerto libio de Sirte. Entonces, el pa¨ªs se llamaba a¨²n Nor¨¢frica Italiana. La guerra, cuyo fin supuso la ca¨ªda del imperio de Mussolini, dej¨® tras s¨ª un territorio des¨¦rtico y arruinado, plagado de minas, del que nadie quer¨ªa hacerse responsable. Se decidi¨® entreg¨¢rselo a un rey, Idris, m¨¢s o menos complaciente con las potencias vencedoras. El ni?o Gadafi fue un beduino despreciado por sus compa?eros de clase. El joven Gadafi, militar de academia, absorbi¨® el sentimiento que m¨¢s un¨ªa a la sociedad libia, un anticolonialismo furioso, y tom¨® como ¨ªdolos al Che Guevara y al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser.
Era un simple capit¨¢n de 27 a?os cuando alcanz¨® el poder con un golpe
El 1 de septiembre de 1969, cuando particip¨® en el golpe de Estado contra la monarqu¨ªa, Gadafi no era nadie en la jerarqu¨ªa militar: un simple capit¨¢n del Cuerpo de Se?ales, sin armas a su disposici¨®n. Pero era alguien entre sus compa?eros, unos cuantos oficiales que nombraron presidente a un tipo carism¨¢tico de solo 27 a?os.
En Libia acababan de descubrirse gigantescas reservas de un petr¨®leo de excelente calidad, lo cual permiti¨® a Gadafi establecer un r¨¦gimen basado en los servicios sociales gratuitos (el nivel educativo y la esperanza de vida son hoy de los m¨¢s altos en ?frica), en el c¨®digo moral isl¨¢mico y en el nacionalismo panarabista. Imitando a Mao, otro de sus modelos, public¨® entre 1972 y 1975 los tres tomos del Libro Verde, en el que expuso los principios te¨®ricos de la jamahiriya, un sistema asambleario que defin¨ªa como "democracia perfecta". Tan perfecta, seg¨²n Gadafi, que el presidente y jefe supremo de las Fuerzas Armadas no requer¨ªa un rango superior al de coronel, dado que en una sociedad como la libia, cuyo poder era ejercido directamente por el pueblo, carec¨ªan de sentido las jerarqu¨ªas tradicionales.
Imposible detallar aqu¨ª su actividad diplom¨¢tica. Conviene recordar que intent¨® fusionar Libia con Egipto, Siria, T¨²nez y Sud¨¢n, que invadi¨® Chad, que respald¨® a los tres tiranos m¨¢s sangrientos del ?frica poscolonial (Bokassa en el Imperio Centroafricano, Idi Amin en Uganda, Mobutu en Zaire), que financi¨® sin discriminaciones ideol¨®gicas a cualquier grupo guerrillero o terrorista que le pidiera dinero (solo exig¨ªa que el grupo en cuesti¨®n se definiera como "anticolonialista" o "antiimperialista"), y que particip¨® en casos de terrorismo de Estado en el extranjero como la destrucci¨®n de dos aviones de pasajeros (UTA en 1986, Pan Am en 1988) o de una discoteca en Berl¨ªn (1986).
Es posible que su responsabilidad en esas matanzas no fuera tanta como la atribuida y que algo tuvieran que ver los servicios secretos sirios e iran¨ªes. Pero Gadafi prefiri¨® asumirla por completo y pagar el precio del perd¨®n. El que fue gran aliado de Mosc¨² descubri¨®, tras la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que entre el odiado imperialismo estadounidense y el peligroso integrismo isl¨¢mico deb¨ªa elegir un mal menor, el que le permitiera mantenerse como "l¨ªder fraternal" de la revoluci¨®n libia.
Hab¨ªa soportado en 1986 un bombardeo ordenado por Ronald Reagan en el que muri¨® su hija adoptiva Ana, de cuatro a?os. Aun as¨ª, eligi¨® la reconciliaci¨®n. Pag¨® indemnizaciones, ofreci¨® contratos petrol¨ªferos, renunci¨® a combatir el neocolonialismo, se sum¨® a la "guerra contra el terrorismo" de George W. Bush y en 2008 acab¨® siendo invitado por Barack Obama a la cumbre del G-8. Incluso propuso que israel¨ªes y palestinos hicieran la paz compartiendo un pa¨ªs llamado Isratina; cuando vio que no le hac¨ªan caso, afirm¨® que israel¨ªes y palestinos eran "idiotas".
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