Los caudillos africanos se eternizan
La pol¨¦mica reelecci¨®n de Paul Biya como presidente de Camer¨²n tras 29 a?os en el gobierno pone de relieve la vehemencia con la que se aferran al poder los dirigentes africanos
Paul Biya, quien ya era presidente, ha sido declarado vencedor en las elecciones en Camer¨²n con un 77,9 por cien del voto y entre las cr¨ªticas de observadores internacionales, para quienes los comicios no han sido justos. Con esta victoria, Biya a?adir¨¢ siete a?os m¨¢s a los 29 que ya lleva como presidente de este pa¨ªs.
Biya es uno de los llamados ¡®dinosaurios¡¯ africanos, un conjunto de l¨ªderes que llevan d¨¦cadas en el poder en varios pa¨ªses de este continente, han envejecido en sus puestos y no parecen dispuestos a abandonarlos.
A estos l¨ªderes se los conoce por sus lujosos estilos de vida, muy alejados de los de la inmensa mayor¨ªa de las poblaciones de sus pa¨ªses, y por una escasa labor pol¨ªtica a pesar de su cargos. Paul Biya pasa la mayor parte del tiempo fuera de Camer¨²n, uno de los pa¨ªses m¨¢s corruptos del mundo, y apenas particip¨® en la campa?a electoral de estos comicios.
Los dinosaurios m¨¢s longevos son Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial, y el angole?o Jos¨¦ Eduardo dos Santos: ambos llevan 32 a?os como presidentes. Les sigue muy de cerca Robert Mugabe en Zimbabue, con 31 a?os en el poder, y el propio Biya en Camer¨²n, que lleva 29 a?os y podr¨¢ llegar a los 36 tras estas elecciones. Despu¨¦s aparece Yoweri Museveni, l¨ªder en Uganda desde hace 25 a?os y que en febrero gan¨® unas elecciones que le otorgan otros cinco a?os como presidente.
Las elecciones presidenciales en Camer¨²n, tal y como ocurri¨® con las ugandesas, han seguido un guion com¨²n a otros pa¨ªses de ?frica. La oposici¨®n denuncia fraudes y acoso durante la campa?a electoral. Los comicios se celebran sin una gran participaci¨®n. Durante el recuento, la oposici¨®n acusa al gobierno de haber robado las elecciones y observadores internacionales se?alan irregularidades en el proceso. Finalmente, el que ya era presidente es declarado vencedor y extiende su mandato.
¡°En ?frica, los presidentes no pierden las elecciones, hacen lo que sea para aferrarse al poder ¡±, comenta Godfrey Mwampembwa, ¡°Gado¡±, un reconocido humorista gr¨¢fico keniano. Cuando hace unas semanas en Zambia ocurri¨® lo excepcional y el presidente perdi¨® las elecciones, Gado public¨® una vi?eta en el peri¨®dico de mayor tirada en Kenia que describ¨ªa gr¨¢ficamente la situaci¨®n.
En ella, Rupiah Banda, que acababa de perder las elecciones en Zambia, era perseguido por algunos de los dinosaurios africanos como Mugabe, Dos Santos o Museveni, armados con un rifle y hasta con un lanzagranadas. En la vi?eta, los perseguidores gritan a Banda: ¡°Lo ten¨ªas todo, la polic¨ªa, el ej¨¦rcito¡ Controlabas la comisi¨®n electoral¡ ?Y aun as¨ª pierdes! ?Eres una **** desgracia¡!¡±
¡°Quer¨ªa ridiculizar el hecho de que aqu¨ª est¨¢ este ¡®club¡¯ de l¨ªderes que trabajan tan duro para robar elecciones y mantenerse en el poder e imagina la situaci¨®n en que uno de ellos tira todo eso por la borda¡±, describe Gado.
Aunque no es un fen¨®meno que se d¨¦ ¨²nicamente en ?frica, s¨ª es ¨¦ste el continente en el que m¨¢s abundan los dinosaurios pol¨ªticos. ¡°Tras la independencia de los pa¨ªses africanos en los 50 y 60, los partidos degeneraron hacia maquinarias al servicio de un hombre o en mecanismos de acceso y control de la riqueza basados en una particular etnia¡±, explica por email Malik Azaad, cuyo nombre es en realidad un seud¨®nimo que utilizan en com¨²n los autores de la p¨¢gina web African Dictator, que compila e informa sobre los l¨ªderes africanos no democr¨¢ticos.
Azaad pide el anonimato y relata c¨®mo su sitio web ha sufrido ataques inform¨¢ticos y recibido amenazas incluso de muerte, sobre todo procedentes de Guinea Ecuatorial, Ruanda y Uganda.
La tremenda desigualdad imperante en la mayor¨ªa de los pa¨ªses del ?frica subsahariana y el hecho de que controlar el Estado es la ¨²nica garant¨ªa de acceso a la riqueza son las razones por las que algunos de estos l¨ªderes tratan de eternizarse en el poder, seg¨²n coinciden los expertos. ¡°Cuando eres presidente, es f¨¢cil olvidar el dolor y los problemas de la miseria absoluta¡±, dice Ayodele Aderinwale, director ejecutivo del Africa Leadership Forum. ¡°Y cuando lo has sido durante demasiado tiempo, no puedes imaginar ni entender c¨®mo un padre puede ver la vida desaparecer de su hijo de seis a?os porque no puede permitirse cinco d¨®lares para comprar un tratamiento anti malaria¡±.
Adem¨¢s del culto a la personalidad que estos l¨ªderes construyen a su alrededor, tambi¨¦n juegan un papel importante sus familiares, amigos y toda la corte de aduladores que dependen del dinosaurio para huir de la realidad en la que vive la mayor¨ªa de la poblaci¨®n en estos pa¨ªses. ¡°Las esposas de los dictadores tienen un rol muy importante: Grace Mugabe, Jeannette Kagame, Chantal Biya, Janet Museveni son reinas acostumbradas a una vida de lujos incre¨ªbles que no pod¨ªan ni so?ar cuando eran pobres¡±, a?ade Malik Azaad. ¡°Ahora no pueden imaginar la vida sin aviones privados, hoteles de lujo, mansiones y vivir a lo grande¡±.
Como ejemplo, el mes pasado, la polic¨ªa francesa se incaut¨® en Par¨ªs de 11 coches de s¨²per lujo por valor de 5,7 millones de euros y pertenecientes a Teodor¨ªn Obiang, hijo del presidente de Guinea Ecuatorial. Las autoridades encontraron los coches durante una redada en la casa parisina de Teodor¨ªn, valorada en 17,8 millones de euros.
Sin embargo, en Guinea Ecuatorial, m¨¢s del 70 por cien de la poblaci¨®n vive con menos de dos d¨®lares al d¨ªa (1,4 euros), a pesar de tratarse de un pa¨ªs rico en petr¨®leo y con un PIB per c¨¢pita similar al espa?ol. Mientras el dinosaurio, su familia y todo su c¨ªrculo de ac¨®litos viven ¡°la vida a lo grande¡± y disfrutan de un poder casi absoluto, parece que la poblaci¨®n de estos pa¨ªses poco puede hacer para avanzar en reformas democr¨¢ticas.
¡°Las opciones que quedan son revueltas como las del norte de ?frica o revoluciones violentas para eliminar a los dictadores¡±, se?ala Azaad. ¡°Pero por el momento estas cartas no est¨¢n sobre la mesa: las poblaciones mayoritariamente campesinas del ?frica subsahariana no podr¨ªan rebelarse, ya les supone un gran esfuerzo el mero hecho de sobrevivir¡±.
De hecho, y antes de las revoluciones al norte del S¨¢hara, el l¨ªder indiscutible de los dinosaurios africanos era el ahora difunto Muamar el Gadafi, l¨ªder libio durante 42 a?os. Tambi¨¦n ocupaba un puesto destacado el expresidente egipcio Hosni Mubarak, que llevaba 30 a?os en el puesto antes de renunciar este a?o obligado por la revoluci¨®n en Egipto.
¡°Occidente es al mismo tiempo una parte muy importante del problema y otra parte muy relevante para solucionarlo¡±, se?ala Aderinwale del Africa Leadership Forum. ¡°Claro que los africanos somos responsables de nuestros males, pero occidente siempre ha dado apoyo entre bastidores y ha animado de forma encubierta a los dinosaurios, aunque s¨®lo se quejan cuando sus creaciones se convierten en Frankenstein¡±.
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