El futuro presidente de Irlanda tendr¨¢ que recortarse el sueldo

Los irlandeses han votado para elegir a su nuevo presidente y para aprobar o rechazar en refer¨¦ndum dos propuestas legislativas: una para ampliar los poderes de las comisiones parlamentarias y otra para poder reducir los salarios en el poder judicial. Pero los jueces no son los ¨²nicos que van a tener que ajustar sus ingresos a la crisis. Lo primero que va a tener que hacer el nuevo presidente es reducirse el salario.

As¨ª lo ha pedido el ministro de Gasto P¨²blico y Reformas, Brendan Howlin, tras reconocer que el recorte salarial tendr¨¢ que ser voluntario porque el parlamento no ha logrado aprobar la propuesta de reducir el salario oficial desde los actuales 325.507 euros anuales a 249.014, en l¨ªnea con los recortes que se quieren aplicar en la judicatura. En la actualidad, el salario presidencial es el mismo que el del presidente del poder juidicial incrementado en un 10%.

El recorte salarial tendr¨¢ que ser voluntario porque el parlamento no ha logrado aprobar la propuesta

Howlin ha propuesto que el ganador de las elecciones de hoy siga el ejemplo de la presidenta saliente, Mary McAleese, que en 2009 se recort¨® el sueldo un 10% y la asignaci¨®n de gastos un 12,5% y que el a?o pasado elev¨® ese ajuste salarial al 20%.

El empresario Sean Gallagher encabeza las encuestas, por delante del candidato laborista?

Aunque los irlandeses ha votado desde las siete de la ma?ana siguiendo la tradici¨®n del pa¨ªs el recuento no empezar¨¢ hasta el d¨ªa siguiente. Y, dada la complejidad del sistema electoral, no se espera conocer el resultado hasta el s¨¢bado a mediod¨ªa. En cuanto a la participaci¨®n, poco antes del cierre a las 9 de la noche locales (las 10 en Espa?a) de los centros electorales, la Radiotelevisi¨®n irlandesa (RTE) inform¨® de que la afluencia a las urnas rondaba en muchas de las 43 circunscripciones el 50%, muy lejos del 70% registrado en las legislativas de febrero.

Aunque el cargo presidencial es meramente protocolario y no tiene ning¨²n poder pol¨ªtico, la campa?a electoral ha sido mucho m¨¢s crispada de lo habitual, sobre todo debido a los enfrentamientos de los ¨²ltimos d¨ªas entre el favorito de las encuestas, el din¨¢mico empresario Sean Gallagher, y el n¨²mero dos del Sinn F¨¦in, Martin McGuinness, en las primeras elecciones presidenciales de Irlanda en las que los republicanos presentan candidato.

Gallagher ha llegado al tramo final de la campa?a con los sondeos otorg¨¢ndole un 40% de los votos de primera preferencia, con clara ventaja sobre el veterano laborista Michael D. Higgins (26%) y muy distanciado de McGuinness (15%). Muy atr¨¢s est¨¢n los dem¨¢s candidatos: el peculiar activista homosexual e intelectual protestante, David Norris; un gris pol¨ªtico del Fine Gael, Gay Mitchell; la cantante Dana Rosemary Scallo, que gan¨® Eurovisi¨®n en los a?os setenta del siglo pasado, y otra independiente, Mary Davis.

Presionado por McGuinness en el debate final de campa?a, el lunes pasado, Gallagher tuvo que aceptar que en una ocasi¨®n hizo de intermediario en una donaci¨®n de un empresario al Fianna Fail. El problema no es tanto que recaudara para el partido al que como cientos de miles de irlandeses ha apoyado durante a?os, sino la manera en que intent¨® escurrir el bulto. La forma y las palabras que utiliz¨®, cuando de repente record¨® que s¨ª que hab¨ªa recogido un sobre una vez, evoc¨® una metedura de pata semejante a la de Brian Lenihan padre en las elecciones de 1990, que le acabaron costando la presidencia.

Para complicar a¨²n m¨¢s las cosas, Gallagher ha dado luego marcha atr¨¢s de su aparente admisi¨®n de que hizo de recaudador del partido y en varias entrevistas ha negado que recogiera un cheque de 5.000 euros de un hombre de negocios, aunque este ha insistido en que s¨ª lo hizo. No es el ¨²nico problema que ha tenido durante la campa?a. Gallagher calific¨® de ¡°un error honesto¡± el hecho de que en 2009 su propia compa?¨ªa Beach House Training and Consulting Ltd le concediera a ¨¦l mismo un cr¨¦dito de 82.829 euros, en contra de la normativa irlandesa de gesti¨®n de empresas.

Los analistas de Red C, la principal agencia de opini¨®n de Irlanda, siguen dando a Se¨¢n Gallagher como favorito a pesar de las crecientes dudas expresadas por los medios y las casas de apuestas, pero admiten que el empresario podr¨ªa acabar siendo derrotado por Higgins. A favor del laborista juega el sistema electoral irland¨¦s: los votantes no solo votan por un candidato, sino que expresan cu¨¢les son sus siguientes preferencias. Esas preferencias se siguen sumando hasta que uno delos candidatos obtiene la mayor¨ªa absoluta, lo que puede favorecer a Higgins.