Un esc¨¢ndalo sexual pone en apuros al l¨ªder de las primarias republicanas

El actual l¨ªder en la contienda de las primarias republicanas, el empresario Herman Cain, ha negado este lunes que acosara sexualmente a dos mujeres en los a?os noventa, cuando era presidente de la mayor patronal hostelera del pa¨ªs, la Asociaci¨®n Nacional de Restaurantes. Aunque ha tachado esas acusaciones de ¡°caza de brujas¡±, Cain, de 65 a?os, ha admitido que las mujeres le denunciaron p¨²blicamente y que nunca se lleg¨® a celebrar un juicio. Ante las preguntas de si hubo un pago extrajudicial a alguna de las dos mujeres, Cain ha dicho que no lo recuerda. ¡°Si lo hubo, espero que fuera por poco dinero, porque yo no hice nada¡±, ha a?adido.

La contienda republicana est¨¢ plagada de estrellas temporales, candidatos que no suelen durar m¨¢s de un mes liderando las encuestas, como la congresista de Minnesota Michele Bachmann y el gobernador de Tejas Rick Perry. Cain, el ¨²nico candidato presidencial afroamericano en el partido conservador, comenz¨® a elevarse en los sondeos a mediados del mes pasado. Desde entonces, su carrera como empresario se ha sometido a un pormenorizado escrutinio. ¡°Ahora empiezo a notar el peso de ser el l¨ªder en las encuestas¡±, ha bromeado en un discurso pronunciado este lunes, aqu¨ª, en el National Press Club de Washington.

Seg¨²n ha revelado el diario Politico, citando fuentes an¨®nimas, dos mujeres no identificadas abandonaron la asociaci¨®n hostelera en los a?os noventa despu¨¦s de que Cain las sometiera a reiteradas vejaciones sexuales. Ambas recibieron una compensaci¨®n econ¨®mica al abandonar la patronal y, por lo tanto, no llegaron a presentar una demanda judicial. Cain est¨¢ casado desde hace 43 a?os con su mujer, Gloria, desde hace 43 a?os. Hasta este lunes, el candidato se ha negado a responder a esas acusaciones.

Hoy, sin embargo, ha hablado largamente sobre ellas, en su conferencia en el National Press Club. ¡°Primero, en mis 40 a?os de experiencia en el mundo de los negocios nunca he acosado sexualmente a nadie¡±, ha dicho. ¡°Segundo, cuando estaba en la asociaci¨®n de restaurantes, se me acus¨® de acoso sexual. Fui falsamente acusado, a?adir¨ªa yo. Se me acus¨® falsamente y cuando se plantearon los cargos, como l¨ªder de la organizaci¨®n, me recus¨¦ y puse el asunto en manos del abogado de la organizaci¨®n y el jefe de recursos humanos¡±. A sus cr¨ªticos les sigue pareciendo, sin embargo, poco plausible la versi¨®n de que no recuerda si hubo un pago a ambas mujeres.

Cain es un empresario que ha logrado prominencia en el campo republicano con su aparente sencillez. Su plan econ¨®mico se reduce a lo que ¨¦l llama 9-9-9, una simplificaci¨®n de todos los impuestos (el de la renta, el de sociedades y el de ventas) al 9%. Alega que su total falta de experiencia pol¨ªtica es un activo, en lugar de un detrimento. ¡°Los pol¨ªticos hacen propuestas con la esperanza de que solucionen los problemas. Los empresarios solucionamos los problemas¡±, ha dicho en su discurso de este lunes.

Cain, nacido en Georgia cuando era un Estado segregado, es hijo de una limpiadora y un conductor. De or¨ªgenes humildes, consigui¨® entrar en la universidad con becas. Se licenci¨® en Matem¨¢ticas por el Morehouse College y obtuvo un m¨¢ster en Ingenier¨ªa Inform¨¢tica por la Universidad de Purdue. Comenz¨® trabajando para Coca Cola y pronto pas¨® a Pillsbury, donde coordin¨® la cadena subsidiaria Burger King en Filadelfia, con gran ¨¦xito. De all¨ª pas¨® a otra filial, Godfather¡¯s Pizza, a la que el candidato asegura haber salvado de la quiebra.

En realidad, Pillsbury quiso cerrar la cadena de pizzas en 1988, dos a?os despu¨¦s de ponerla en manos de Cain. Entonces, ¨¦ste reuni¨® a un grupo de inversores y la compr¨®. Fue su presidente hasta 1996. Entonces pas¨® a ser presidente de la patronal hostelera. Aunque se presente como un empresario ajeno a la pol¨ªtica, su trabajo en la Asociaci¨®n Nacional de Restaurantes, que en realidad es un lobby, era ejercer presi¨®n sobre los congresistas para que aprobaran medidas que beneficiaran a los empresarios. En ese sentido, no est¨¢ tan lejos del Capitolio como proclama.