El Gobierno de Rousseff suma un nuevo esc¨¢ndalo de corrupci¨®n

A la presidenta Dilma Rousseff le ha surgido otro caso de corrupci¨®n en su Gobierno. Esta vez se trata de nuevo de un ministerio de gran relevancia: el de Trabajo. Su titular, Carlos Lupi, del izquierdista Partido Democr¨¢tico del Trabajo (PDT), tras haber negado p¨²blicamente que hubiese viajado en el avi¨®n particular del empresario Adair Meira, que recib¨ªa a trav¨¦s de una ONG dinero del Ministerio de Trabajo, ha aparecido hoy en todos los diarios fotografiado bajando de uno de esos aviones.

Lupi, acusado como le hab¨ªa sucedido a su colega del Ministerio de Deportes, el comunista Orlando Silva, de haber creado dentro del ministerio un esquema de corrupci¨®n para financiar a su partido, lleg¨® a desafiar a la mism¨ªsima presidenta al afirmar: ¡°Ni ella me saca del Gobierno¡±. Antes ya hab¨ªa declarado que ¨¦l s¨®lo dejar¨ªa el Gobierno si lo abat¨ªan ¡°a tiros¡±.

Rousseff hubiese preferido, como afirm¨® uno de sus asesores a este diario, esperar a la remodelaci¨®n que desea hacer en enero para sacar a Lupi. Ahora tras haber sido descubierto mintiendo p¨²blicamente, no le ser¨¢ f¨¢cil esperar, como afirma hoy un editorial del diario O Globo titulado ¡°Lupi, un fardo pesado para Dilma¡±.

El Partido de Lupi, (PDT) heredado de Leonel Brizola, que fue una de las figuras de la izquierda m¨¢s destacadas y discutidas de la pol¨ªtica nacional y que desde los gobiernos del expresidente Lula da Silva apoya al gobierno, se encuentra tambi¨¦n entre la espada y la pared y se ha dividido en el apoyo a su ministro.

Vivaldo Barbosa, exdiputado federal y una figura hist¨®rica del partido ha escrito un art¨ªculo contra el ministro Lupi, su compa?ero de partido, con un t¨ªtulo te?ido de tristeza: ¡°Un partido que era limpio¡±.

Es el mismo drama que viven los activistas del partido comunista PCdoB (Partido Comunista de Brasil) cuyo ministro, Orlando Silva, tuvo que abandonar el Gobierno acusado tambi¨¦n de corrupci¨®n. Los tres partidos m¨¢s importantes de la izquierda tradicional brasile?a se ven zarandeados por un rosario de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n pol¨ªtica que contradice su pasado de reserva ¨¦tica de la pol¨ªtica del pa¨ªs.

La presidenta Rousseff, que pertenec¨ªa al partido del ahora cuestionado ministro Lupi y que abandon¨® hace diez a?os ingresando en el PT, se ha visto obligada en su primer a?o al frente del Gobierno, a tener que prescindir de varios ministros pertenecientes a dicha izquierda debido a acusaciones de corrupci¨®n. Con la salida, por todos ya anunciada y esperada de Lupi, ser¨¢n ya siete los ministros alejados de su gabinete, seis por corrupci¨®n, de los cuales, tres proceden de los partidos m¨¢s importantes de la izquierda (PT; PcdoB y PDT). No es f¨¢cil para ella, porque adem¨¢s se ve aplaudida por la clase media, -que no la hab¨ªa votado- por su coraje en lo que ella llama ¡°mi intransigencia ante la ilegalidad¡±.