Latinoam¨¦rica vuelve a confiar en s¨ª misma para superar la crisis
Nace la Comunidad de Estados de Latinoam¨¦rica y el Caribe Estar¨¢ integrada de 33 pa¨ªses y rivaliza con la OEA, pero no la reemplaza
Siempre que los pa¨ªses latinoamericanos se reun¨ªan, lo hac¨ªan con la presencia de alguna potencia extrarregional. En las cumbres iberoamericanas, con Espa?a y Portugal. En las de las Am¨¦ricas o en la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), con EE UU y Canad¨¢, y sin Cuba. Hace tres a?os, en Brasil, se ampli¨® el Grupo de R¨ªo ¡ªmecanismo de concertaci¨®n pol¨ªtica integrado por 24 pa¨ªses de la regi¨®n¡ª en la primera cumbre regional, y el pasado fin de semana se cre¨® en Caracas la Comunidad de Estados de Latinoam¨¦rica y el Caribe (CELAC), una organizaci¨®n con 33 integrantes que rivaliza con la OEA, pero no la reemplaza.
La CELAC deber¨¢ trabajar mucho para que las diferencias ideol¨®gicas entre los Gobiernos que la componen no reduzcan el proyecto a la habitual ret¨®rica en favor de la unidad de los pueblos latinoamericanos y avance hacia una integraci¨®n que la resguarde ante las crisis que planean sobre EE UU y, sobre todo, la UE. Son tiempos tambi¨¦n en los que China negocia individualmente con los pa¨ªses latinoamericanos para afianzar su presencia en la regi¨®n. Su presidente, Hu Jintao, envi¨® una carta de congratulaciones a la CELAC.
Pi?era toma el relevo
¡°Con el comandante [Hugo] Ch¨¢vez y con el comandante y presidente Ra¨²l Castro formamos una troika [al frente de la CELAC]¡±, anunci¨® el presidente de Chile, Sebasti¨¢n Pi?era, que sucede a Ch¨¢vez en la presidencia de turno de la organizaci¨®n y que ser¨¢ reemplazado en 2013 por el presidente de Cuba. ¡°?Viva la diferencia!, como dir¨ªan los franceses. Pensamos distinto. En una de esas podemos acercar posiciones¡±, se felicit¨® Pi?era, que ser¨¢ el anfitri¨®n de la segunda cumbre de la CELAC.
A diferencia de la ¨²ltima reuni¨®n iberoamericana ¡ªen octubre, en Asunci¨®n, a la que faltaron los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Colombia y Cuba, entre otros pa¨ªses¡ª, la cumbre de Caracas ha recibido a 30 de los 33 presidentes invitados. Solo dieron plant¨®n los de Per¨², Costa Rica y El Salvador. Son tiempos en que los Gobiernos latinoamericanos, y sobre todo los sudamericanos, eval¨²an alternativas para suplir la demanda de sus productos en los pa¨ªses desarrollados por la que pueda provenir de China y de la propia regi¨®n. Esta nueva realidad de una Latinoam¨¦rica que crece mucho m¨¢s que EE UU y la UE eleva los grados de autonom¨ªa no solo econ¨®mica, sino tambi¨¦n pol¨ªtica, de Gobiernos tan dis¨ªmiles como los estatistas de Cuba y Venezuela, los liberales de M¨¦xico, Colombia y Chile y los de centroizquierda de Brasil y Argentina.
En la cita de Caracas se escucharon los discursos de las tres tendencias. ¡°Por primera vez en la historia vamos a tener una organizaci¨®n nuestra¡±, dijo Castro. ¡°La CELAC va a dejar atr¨¢s la desgastada y vieja OEA¡±, proclam¨® Ch¨¢vez. La idea de relegar a la OEA cosech¨® el rechazo de Colombia, Brasil y Argentina.
M¨¦xico pierde peso regional frente a Brasil, que hace tres a?os impuls¨® la creaci¨®n de la Uni¨®n de Naciones Sudamericanas (Unasur). Mientras se superponen los proyectos de integraci¨®n, la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, advirti¨®: ¡°La crisis mundial est¨¢ en el centro de las preocupaciones de la CELAC. A pesar de estar originada en pa¨ªses desarrollados, puede tener efectos muy fuertes¡±. En la declaraci¨®n final de la cumbre, la CELAC conden¨® el bloqueo econ¨®mico de EE UU a Cuba, apoy¨® la reclamaci¨®n argentina sobre las Malvinas y defendi¨® la democracia en la regi¨®n, sin mencionar a Cuba.
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