El n¨²mero de entradas ilegales a EEUU desde M¨¦xico roza m¨ªnimos hist¨®ricos
Las cifras contrastan con el intenso debate que mantienen los partidos Dem¨®crata y Republicano, enfrentados por la estrategia para reformar el sistema de inmigraci¨®n
El n¨²mero de inmigrantes indocumentados que cruzan cada a?o la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico ha alcanzado el nivel m¨¢s bajo de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. Los datos se encuentran dentro de las estimaciones del Gobierno, que acaba de publicar los detalles de las actividades de protecci¨®n de la frontera durante 2011.
El descenso de la inmigraci¨®n se debe al refuerzo de la seguridad en los l¨ªmites del pa¨ªs, la crisis econ¨®mica que afecta a EE UU, el desempleo y una menor presi¨®n demogr¨¢fica en M¨¦xico, pa¨ªs de origen del 90 por ciento de los inmigrantes que cruzan ilegalmente. Las cifras contrastan con el intenso debate que mantienen los partidos Dem¨®crata y Republicano, enfrentados por la estrategia para reformar el sistema de inmigraci¨®n y la posibilidad de dise?ar un programa para dar la nacionalidad estadounidense a los indocumentados que llevan m¨¢s tiempo en el pa¨ªs.
Seg¨²n el Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la protecci¨®n de las fronteras y la gesti¨®n de entradas y salidas del pa¨ªs, el n¨²mero de detenciones por entrada ilegal descendi¨® a 340.252 en 2011, un 53 por ciento menos que en 2008 y la quinta parte de los arrestos en el a?o 2000, cuando la inmigraci¨®n ilegal toc¨® techo. Tambi¨¦n hay un descenso importante con respecto al a?o pasado, cuando 447.731 personas fueron detenidas al intentar cruzar la de M¨¦xico a EE UU.
El n¨²mero de entradas ilegales ha descendido significativamente, un 73 por ciento, en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, y no alcanzaba un nivel tan bajo desde 1971. En algunos de los puntos de entrada los cruces de sur a norte ser¨¢n casi nulos, seg¨²n revel¨® este verano el Center for American Progress en su informe ¡°M¨¢s segura que nunca: Perspectiva sobre la Frontera de Estados Unidos y M¨¦xico¡± (PDF).
El descenso responde a la estrategia adoptada por varios presidentes norteamericanos, empezando por Bill Clinton en los a?os noventa y terminando con Barack Obama desde que llegara a la Casa Blanca en enero de 2009. El n¨²mero de agentes de seguridad desplegados en la frontera ha aumentado desde 3.000 en 1993 hasta los 21.500 actuales. Unos 1.200 miembros de la Guardia Nacional fueron destinados por orden de Obama, acompa?ados de un presupuesto de 600 millones de d¨®lares (unos 450 millones de euros) para aumentar los recursos tecnol¨®gicos -incluidos aviones no tripulados- y contribuir as¨ª a la detenci¨®n de m¨¢s indocumentados.
El refuerzo de los puntos de entrada m¨¢s ¡®populares¡¯ hace dos d¨¦cadas, en el oeste, en California, y hacia el Este, en Texas, produjo un efecto embudo que empuj¨® a la mayor¨ªa de los inmigrantes a probar suerte en Arizona. All¨ª, en el a?o 2000, las autoridades norteamericanas detuvieron a 616.000 personas. En 2010, 212.000. Y en 2011, poco m¨¢s de 129.000.
El descenso en el n¨²mero de entradas, el aumento en la proporci¨®n de detenidos con respecto al n¨²mero de personas que intentan entrar en el pa¨ªs y la pol¨ªtica de deportaciones de Obama tambi¨¦n ha tenido consecuencias en el n¨²mero de indocumentados que viven en EE UU. Seg¨²n datos del Centro Pew en 2010, la cifra ha bajado a 11 millones desde casi 12 millones en 2008, un descenso que no ha impedido que varios pol¨ªticos republicanos y candidatos a las elecciones de 2012 utilicen la inmigraci¨®n como un argumento pol¨ªtico.
En 2010, varios congresistas transmitieron al presidente Obama su preocupaci¨®n por la falta de seguridad en las ciudades fronterizas con M¨¦xico, el aumento de la violencia y la amenaza que esto supone para los ciudadanos norteamericanos y la seguridad nacional. Los pol¨ªticos recuperaban as¨ª los argumentos de los a?os posteriores a los ataques del 11-S, cuando el temor a la entrada de terroristas provoc¨® un aumento de los controles fronterizos, causando otro frenazo importante a la inmigraci¨®n. Un informe del FBI dar¨ªa la raz¨®n a la Administraci¨®n Obama, declarando que las cuatro ciudades m¨¢s grandes de EE UU con menor ¨ªndice de criminalidad est¨¢n cerca de la frontera: San Diego, en California; Phoenix, en Arizona, y El Paso y Austin en Texas.
El aumento de la seguridad y los ¨²ltimos datos sobre detenciones por entrada ilegal ponen en evidencia a algunos pol¨ªticos del Partido Republicano, como la congresista y candidata Michele Bachmann, que han propuesto extender el muro que separa uno y otro pa¨ªs hasta completar los 3169 kil¨®metros que comparten. Otra propuesta casi tan pol¨¦mica, aunque esta vez entre los conservadores, fue la de legalizar a los indocumentados que llevan m¨¢s de dos d¨¦cadas en EE UU, como propuso el nuevo favorito en las filas republicanas, Newt Gingrich. ?ste podr¨ªa ganar nuevos apoyos gracias a la menor presi¨®n migratoria y las mejores condiciones de seguridad en la frontera.
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