Brasil cierra las fronteras ante el temor de una inmigraci¨®n masiva de haitianos
La presidenta Rousseff quiere que quienes entren est¨¦n regularizados y tengan visado de trabajo
La inmigraci¨®n en masa de haitianos en busca de trabajo en Brasil, a trav¨¦s de las fronteras con Bolivia y Per¨², se ha convertido en un problema grave para el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. El 31 de este mes la mandataria visitar¨¢ Hait¨ª, donde el Ej¨¦rcito brasile?o coordina una fuerza de paz desde 2004, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU aprob¨® su env¨ªo.
El Gobierno considera tan grave el problema (recientemente 5.000 haitianos han ingresado ilegalmente a Brasil) que Rousseff ha reunido a los ministros m¨¢s importantes de su Gabinete, entre ellos el de Justicia, Jos¨¦ Cardozo; el de Exteriores, Antonio Patriota; la ministra de la Casa Civil, Gleisi Hoffmann; varios ministros que se encargan de asuntos sociales, as¨ª como a representantes de la Polic¨ªa Militar para tratar el asunto.
Brasil es visto por los pobres como un pa¨ªs necesitado de mano de obra y con un futuro de prosperidad
El problema del ingreso masivo de haitianos y del cierre de las fronteras tiene varias vertientes. Brasil es un pa¨ªs creado por inmigrantes de m¨¢s de 20 pa¨ªses del mundo y tiene una deuda hist¨®rica con ellos porque enriquecieron culturalmente este pa¨ªs. Con los africanos, la deuda es doble porque fue el ¨²ltimo pa¨ªs que aboli¨® la esclavitud en 1888, y todav¨ªa hoy sufren la discriminaci¨®n los herederos de aquellos esclavos africanos que se convirtieron en el proletariado de la naci¨®n.
Al mismo tiempo, Brasil es visto por los pobres del mundo subdesarrollado como un pa¨ªs rico, necesitado de mano de obra y con un futuro de prosperidad. De ah¨ª que Rousseff quiera resolver el problema sin cerrar del todo la entrada de haitianos al pa¨ªs, pero controlando la pol¨ªtica inmigratoria, que ha favorecido a los traficantes de inmigrantes, que desangran materialmente a los haitianos para hacerles llegar hasta Brasil.
El itinerario que estos inmigrantes realizan con los traficantes es rocambolesco: salen de Puerto Pr¨ªncipe y atraviesan el Caribe hasta Panam¨¢. De all¨ª viajan a Ecuador y cruzan a Per¨². Desde Lima salen en autob¨²s, en coche o a pie, hasta llegar a la frontera norte con Brasil.
El temor es que los trabajadores sean contratados por empresas extranjeras que mantienen en condiciones de "esclavitud"
La f¨®rmula que el Gobierno est¨¢ buscando para resolver el problema y evitar una inmigraci¨®n en masa es que solo puedan entrar cien haitianos por d¨ªa, que antes hayan recibido en la Embajada de Brasil en Hait¨ª un visado condicionado al Estatuto de Extranjeros brasile?o, por un tiempo determinado, hasta encontrar trabajo.
Los haitianos especializados no tendr¨¢n problema porque Brasil necesita de esta mano de obra cualificada. El temor es que los trabajadores sin titulaci¨®n sean contratados por empresas extranjeras a trav¨¦s de compa?¨ªas subcontratadas que mantienen a dichos trabajadores -sobre todo si son irregulares y no quieren volver a sus pa¨ªses de origen- en condiciones de trabajo consideradas ¡°de esclavitud¡±.
Ha sido, por ejemplo, el caso de Zara, que acaba de ser multada bajo la acusaci¨®n de proteger el trabajo en condiciones de esclavitud, al igual que otras 78 empresas que est¨¢n sometidas a procesos en la justicia laboral.
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