¡°Ser¨¢ dif¨ªcil para los espa?oles entrar a Brasil si exigimos los mismos requisitos¡±
El ministro brasile?o expresa ¡°la seria preocupaci¨®n¡± de su Gobierno por las trabas que se ponen a sus conciudadanos para entrar en Espa?a
El ministro brasile?o de Asuntos Exteriores, Antonio Patriota, ha expresado ¡°la seria preocupaci¨®n¡± de su Gobierno por las exigencias a sus conciudadanos para entrar en Espa?a, que ha llegado a calificar de ¡°trato que podr¨ªa ser considerado arbitrario¡±. En una entrevista concedida a EL PA?S, el jefe de la diplomacia brasile?a asegura que ha tenido que ¡°responder a un gran n¨²mero de quejas¡± de ciudadanos de su pa¨ªs y advierte en tono amenazante: ¡°Si nosotros empez¨¢ramos a exigir lo mismo a los espa?oles, les pondr¨ªamos serias dificultades para entrar en Brasil¡±. Seg¨²n el ministro, ¡°las situaciones arbitrarias¡± afectan a ¡°personas que tienen la documentaci¨®n en regla y son llevadas a una sala aparte del aeropuerto para ser investigadas por la Polic¨ªa, y otras cosas por el estilo¡±. ¡°Por ejemplo¡±, a?ade, ¡°tienen que demostrar que su tarjeta de cr¨¦dito tiene un l¨ªmite, que est¨¢n en posesi¨®n de un seguro de salud, que tienen reserva de hotel y que pueden pagar la factura de la estancia¡±. Estas medidas son requisitos de entrada en el espacio de Schengen, al que pertenece Espa?a.
Antonio Patriota, de 57 a?os, licenciado en Filosof¨ªa por la Universidad de Ginebra, ha sido embajador en Estados Unidos y secretario general de Relaciones Exteriores. En un despacho del palacio de Itamaraty, en la explanada de los Ministerios de Brasilia, subraya que los dos Gobiernos trabajan ¡°de manera constructiva para superar estas dificultades¡±, que, seg¨²n sus palabras, ¡°preocupan mucho al Congreso brasile?o¡±. ¡°He tenido que comparecer en dos ocasiones ante las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado y de la C¨¢mara de Diputados¡±.
Pregunta. Siguiendo con la pol¨ªtica migratoria, el Gobierno brasile?o ha decidido conceder 1.200 visados al a?o a inmigrantes haitianos, ante la ola de ciudadanos de aquella nacionalidad que han llegado sin papeles.
Respuesta. Es una decisi¨®n que persigue combatir la acci¨®n de los traficantes de emigrantes. Nuestra decisi¨®n tiene el respaldo de las autoridades haitianas, que prefieren el sistema brasile?o de una ventana adicional para 1.200 visados permanentes sin exigencia de contrato de trabajo. Hemos flexibilizado nuestra posici¨®n para combatir a los intermediarios que se aprovechan de los sectores mas vulnerables.
P. ?Cu¨¢l es la actitud del Gobierno relativa a la inmigraci¨®n m¨¢s cualificada que quiere ir a Brasil?
R. Queremos facilitar la llegada a Brasil de inmigrantes de pa¨ªses como Portugal y Espa?a, de profesores, por ejemplo, porque tenemos una demanda que no est¨¢ atendida. En la medida en que portugueses, espa?oles y otros europeos lo pidan, habr¨¢ una actitud para facilitar este ingreso. Paralelamente, dentro del programa Ciencias sin Fronteras existe un apartado de j¨®venes cient¨ªficos para atraer cient¨ªficos de otros pa¨ªses.
P. La presidenta Dilma Rousseff acaba de visitar Cuba, pero en dicho viaje no abord¨® temas pol¨¦micos, como la situaci¨®n de los derechos humanos.
R. Nuestra relaci¨®n con Cuba est¨¢ madurando muy r¨¢pido en funci¨®n de un mayor conocimiento rec¨ªproco de nuestros dirigentes, de viajes m¨¢s frecuentes de ministros y de representantes del sector privado. Brasil est¨¢ comprometido en el ambicioso proyecto de infraestructuras del puerto de Mariel, vamos a cooperar estrechamente en salud, hemos autorizado una importante l¨ªnea de cr¨¦dito para desarrollar programas agrarios. El momento actual de la relaci¨®n Brasil-Cuba est¨¢ relacionada con esta cooperaci¨®n. Lo que no significa que no se pueda hablar de derechos humanos. S¨ª se puede. Hay mucho movimiento en la sociedad cubana, en la actualizaci¨®n del modelo econ¨®mico, que abre caminos a nuevas experiencias de gesti¨®n en el pa¨ªs, y nosotros estamos muy interesados en compartir experiencias de gesti¨®n.
P. Pero no se habl¨® de derechos humanos.
R. La presidenta se concentr¨® en el momento actual de la cooperaci¨®n entre Brasil y Cuba. Nada impide hablar. Podr¨ªa haberse hablado. Acostumbro a decir que tambi¨¦n en Brasil hay situaciones que tienen que evolucionar, como el bajo n¨²mero de diplom¨¢ticos de origen africano, cuando m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n es afro-descendiente. En Cuba, donde la poblaci¨®n de origen africano es comparativamente menor, hay m¨¢s diplom¨¢ticos de esta condici¨®n. Es un dato a tener en cuenta.
P. ?C¨®mo eval¨²a Brasil el proceso de integraci¨®n de Am¨¦rica Latina, del que tanto se habla?
R. La historia se acelera en esta regi¨®n del mundo. No s¨®lo porque aqu¨ª las cosas van mejor y hay mucho progreso con relaci¨®n a d¨¦cadas pasadas. A partir del a?o 2000 los pa¨ªses de Am¨¦rica del Sur comenzaron a crecer, en un clima democr¨¢tico, con conciencia ambiental, hasta el punto de que algunos pa¨ªses son puestos como modelo de desarrollo sostenible. Quedan atr¨¢s las tensiones entre Colombia y Venezuela, el incidente con Ecuador, etc. En todo este proceso de integraci¨®n, la piedra angular es el Mercosur.
P. En el plano pol¨ªtico, da la sensaci¨®n de que la presidenta Dilma Rousseff, a diferencia de su antecesor, Lula da Silva, ha tomado cierta distancia de l¨ªderes como el venezolano Hugo Ch¨¢vez y el boliviano Evo Morales.
R. Creo que es una percepci¨®n equivocada. La verdad es que hay una gran proximidad con el presidente Ch¨¢vez. Hablan con mucha frecuencia por tel¨¦fono, y el l¨ªder venezolano vendr¨¢ pr¨®ximamente a Brasil para una reuni¨®n bilateral. Quiz¨¢ su percepci¨®n tenga que ver con que el presidente Lula cambi¨® el patr¨®n de relaciones. Se instaur¨® en la regi¨®n una nueva din¨¢mica, que quiz¨¢ s¨®lo tenga paralelismo en Europa, donde Angela Merkel llama a Sarkozy y le invita a almorzar. Lo mismo sucede en Am¨¦rica del Sur, los l¨ªderes se comunican permanentemente. Hay una visi¨®n pol¨ªtica del mundo muy pr¨®xima entre l¨ªderes como Pepe Mujica de Uruguay, Fernando Lugo, Cristina Kirchner, Dilma Rousseff¡ Todos ellos buscan consolidar una base de crecimiento econ¨®mico con reducci¨®n de la desigualdad y la eliminaci¨®n de la pobreza.
P. ?Cu¨¢l es la posici¨®n de Brasil en relaci¨®n a la crisis en Siria?
R. Nosotros siempre defenderemos las soluciones diplom¨¢ticas, por la v¨ªa del di¨¢logo, procurando en la medida de lo posible, un consenso que favorezca avances sin el recurso a la fuerza, que siempre debe ser la ¨²ltima opci¨®n. S¨®lo puede ser autorizado por el Consejo de Seguridad, y tiene que estar acompa?ado por un elevado sentido de responsabilidad. Nos preocupa mucho la idea de que una intervenci¨®n militar para proteger a la poblaci¨®n civil se transforme, sin autorizaci¨®n del Consejo de Seguridad, en una intervenci¨®n para cambiar el r¨¦gimen de un pa¨ªs. No debemos olvidar nunca el caso de Irak, porque fue sometido a una intervenci¨®n militar que gener¨® muerte, inestabilidad y destrucci¨®n.
P. ?Teme Brasil una intervenci¨®n unilateral contra Ir¨¢n?
R. Estoy a favor del di¨¢logo en coordinaci¨®n con otros miembros del Consejo de Seguridad. Cuando est¨¢bamos all¨ª buscamos caminos que favorecieran la confianza. Todos nuestros esfuerzos se dirigen a evitar acciones precipitadas y unilaterales. Siempre repudiaremos cualquier acci¨®n al margen del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. La crisis humanitaria que se cre¨® en Irak con las sanciones que se aplicaron afectaron sobre todo a los pobres y no a la clase dirigente. Todas estas cuestiones deben tenerse en cuenta cuando se piensa en la situaci¨®n de Ir¨¢n.
Brasil exigir¨¢ los mismos requisitos que Schengen
Casi al mismo tiempo que se realizaba esta entrevista, la p¨¢gina web del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores y de Cooperaci¨®n publicaba que a partir del pr¨®ximo 2 de abril, las autoridades brasile?as de control migratorio pasar¨¢n a exigir a los turistas espa?oles, entre otros requisitos, billete a¨¦reo de ida y vuelta con fecha de vuelta marcada, probar que se dispone de medios econ¨®micos suficientes para su manutenci¨®n durante el tiempo de permanencia (m¨ªnimo de 170 reales diarios, es decir 74 euros), en caso de alojamiento en hotel demostrar la posesi¨®n de reserva pagada, y en caso de alojamiento en casa particular, carta de invitaci¨®n en la que se informe del tiempo de estancia del turista espa?ol, con firma del declarante autentificada ante notario brasile?o. Estos requisitos son equiparables a los exigidos en los pa¨ªses del espacio Schengen.
Seg¨²n el Portal Consular del Ministerio de Exteriores de Brasil, en 2009 las autoridades espa?oles denegaron la entrada en el pa¨ªs a 1090 mujeres brasile?as, 507 hombres y 117 menores. El Embratur (Instituto Brasile?o de Turismo) preve¨ªa la entrada en Espa?a de unos 450.000 turistas de aquella nacionalidad durante 2011.
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