Sin reconciliaci¨®n aparente entre la presidenta y el camionero
Fern¨¢ndez y el l¨ªder del mayor sindicato argentino profundizan su enfrentamiento
El divorcio entre dos peronistas, la presidenta de Argentina, la abogaba Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, y el jefe de la poderosa Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), el camionero Hugo Moyano, carece de visos de reconciliaci¨®n, aunque nunca est¨¢ dicha la ¨²ltima palabra. Moyano pretende una rebaja del impuesto sobre la renta (IRPF) y aumentos de n¨®mina del 25% en 2012 para todos los trabajadores, frente al 18% que anhela el Gobierno para moderar las expectativas de una inflaci¨®n que lleg¨® al 22% en 2011. ¡°Los que piensen diferente lo que tienen que hacer es participar en un partido pol¨ªtico, postularse para presidente y si te votan, pod¨¦s hacer lo que quieras en materia salarial y de impuestos¡±, dispar¨® el pasado mi¨¦rcoles Fern¨¢ndez, en una clara alusi¨®n a Moyano, que a cinco d¨ªas del inicio del segundo Gobierno de la viuda de N¨¦stor Kirchner, en diciembre pasado, anunci¨® su renuncia a la vicepresidencia del Partido Justicialista (PJ, que lidera la presidenta). En lugar de rebajas impositivas y elevadas alzas salariales a funcionarios y maestros, Fern¨¢ndez ha subido pensiones y recortado subvenciones, en lo que dio en llamar ¡°sinton¨ªa fina¡± de su nueva gesti¨®n. ¡°Eso de sinton¨ªa fina suena a lo que propon¨ªa [el Gobierno del peronista neoliberal Carlos] Menem [1989-1999]. Me hace acordar a la flexibilizaci¨®n laboral¡±, atac¨® el jueves Moyano, que en los noventa se march¨® de la CGT por su oposici¨®n al entonces presidente de Argentina.
Moyano hab¨ªa sido uno de los sostenes de los Gobiernos de los Kirchner. En 2003, el entonces presidente Kirchner lo impuls¨® como jefe de la CGT. Frente a sindicalistas domados por Menem en los 90, Moyano era el m¨¢s rebelde y con capacidad de bloquear los caminos del pa¨ªs. A partir del desguace del sistema ferroviario en los noventa, Argentina moviliza el 90% de las mercanc¨ªas por cami¨®n. Y de los 200.000 bien remunerados camioneros de este pa¨ªs, el 80% se ha afiliado al sindicato. El l¨ªder sindical, de 68 a?os, tiene a dos hijos metidos en el ruedo: Pablo maneja a los camioneros y el diputado Facundo, a los empleados de autopistas con peaje, como las que gestiona la espa?ola Abertis. Cada a?o Kirchner y el l¨ªder sindical negociaban el aumento salarial para los camioneros, que despu¨¦s serv¨ªa como gu¨ªa para el resto de las discusiones sectoriales. Siempre pactaban incrementos por encima de la inflaci¨®n. Para que las empresas de transporte pudieran digerir esas alzas, el Estado las subvencionaba. Fern¨¢ndez se encarg¨® la semana pasada de echarle en cara a Moyano que las subidas salariales de su sindicato hab¨ªan sido posibles gracias al "dinero de todos los argentinos". La jefa de Estado sufri¨® el a?o pasado el d¨¦ficit fiscal m¨¢s alto de la era Kirchner, aunque sigue siendo bajo respecto al resto de Latinoam¨¦rica (menos del 1% del PIB), y por eso ha dispuesto en los ¨²ltimos meses recortes de subvenciones a barrios ricos y empresas para su consumo de energ¨ªa y agua, as¨ª como al metro, el pollo, la harina de trigo y el gas¨®leo y los peajes de camiones y autocares.
Antes de los comicios que Fern¨¢ndez gan¨® en octubre pasado con el 54% de los votos, Moyano ven¨ªa acumulando quejas contra ella porque pretend¨ªa m¨¢s diputados de origen sindical, el aumento de la prestaci¨®n por hijo a cargo, la rebaja del IRPF, una ley que obligue a repartir beneficios de las empresas entre los empleados y el env¨ªo de fondos de la Seguridad Social a las mutuas sindicales para financiar tratamientos m¨¦dicos de alta complejidad. Ante la falta de respuesta a esas quejas, sumadas a las elevadas pretensiones de aumento de n¨®mina para 2012, el jefe de la CGT rompi¨® relaciones con la presidenta argentina. Pero fue ella, con su indiferencia, la que decidi¨® el quiebre de esa alianza despu¨¦s de ocho a?os. El lunes de la semana pasada se produjo la primera huelga de Moyano contra el Gobierno, aunque dur¨® solo medio d¨ªa y se circunscribi¨® a 10 plantas del correo estatal.
¡°El Gobierno ya tiene decidido dejarlo afuera de la jefatura de la CGT¡±, opina ?scar Lescano, sindicalista del sector el¨¦ctrico y uno de los m¨¢s ac¨¦rrimos opositores a Moyano, cuyo mandato al frente de la central sindical finaliza en julio pr¨®ximo. ¡°Perdemos todos los laburantes [trabajadores] por culpa de ¨¦l. ?l lleva seis meses en conflicto y va a haber seis meses m¨¢s. ?Qu¨¦ va a pasar con sus reclamaciones? El Gobierno no le da bolilla porque ¨¦l prioriz¨® el tema pol¨ªtico. Se meti¨® en el partido. ?l pens¨® que era socio del Gobierno, pero era un aliado. El Gobierno quiere en su lugar a [Antonio] Cal¨® o a otro¡±, afirma Lescano refiri¨¦ndose al jefe de los metal¨²rgicos, que en las ¨²ltimas semanas se ha sacado fotos con varios ministros de Fern¨¢ndez. Muchos sindicatos fuertes nunca soportaron el liderazgo vertical del camionero. Lescano pronostica que al final Moyano se quedar¨¢ sin la jefatura y con el respaldo de pocos, como los funcionarios judiciales, los repartidores de peri¨®dicos y los trabajadores del dragado de r¨ªos: ¡°?l va a seguir peleando, como en los noventa, desde afuera de la CGT. No se va a calmar, se va a poner en contra del Gobierno¡±.
Juan Carlos Schmid, del sindicato de dragados, observa que el jefe de la CGT tambi¨¦n cuenta con apoyo de trabajadores de la aeron¨¢utica y la industria. ¡°Nosotros ¨¦ramos fervientes adherentes de cuando la presidenta llamaba a profundizar el modelo [econ¨®mico]¡°, recuerda Schmid. ¡°No queremos a la CGT como un n¨²cleo de conspiraci¨®n. Vamos a respetar al Gobierno, pero las reivindicaciones est¨¢n en la naturaleza de una central obrera¡±, promete el aliado de Moyano. De todos modos, Schmid no pierde la esperanza de que vuelva el di¨¢logo con Fern¨¢ndez: ¡°El Gobierno se ha reunido con Techint [principal grupo empresarial de Argentina], con la Iglesia y con la Mesa de Enlace [colectivo agrario] despu¨¦s de haberse peleado con ellos. Si se junt¨® con todos esos bicharracos, no veo la raz¨®n por la que no ha a haber di¨¢logo con la CGT¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.