"Tenemos que volver a patrullar"

Seis agentes de la Polic¨ªa Militar (PM) vigilan los accesos de la favela Calabar (20.000 habitantes), en la ciudad de Salvador de Bah¨ªa. Aparentemente distendidos, leen un panfleto que distribuye un joven entre los transe¨²ntes. El texto critica la huelga de la Polic¨ªa Militar en el Estado brasile?o de Bah¨ªa, que comenz¨® hace 11 d¨ªas. ?Ustedes no apoyan el paro? ¡°No podemos hacer declaraciones¡±, responde el teniente que encabeza la patrulla, que indica el camino hacia la comisar¨ªa en el interior de Calabar. Mar¨ªa Oliveira, capit¨¢n de la PM, dirige los 120 agentes (36 mujeres) que integran la Unidad de Polic¨ªa Pacificadora (UPP) instalada en esta favela desde hace nueves meses.

La UPP es un nuevo modelo policial iniciado en 2008 en R¨ªo de Janeiro, con el objetivo de desarticular las bandas que controlan las favelas como estados paralelos. ¡°Nuestra filosof¨ªa es estar cerca de la comunidad. El balance desde abril a diciembre de 2011 es muy positivo: ni un solo asesinato ni ning¨²n delito grave¡±, explica con satisfacci¨®n la capit¨¢n Oliveira. Hace un a?o, era uno de los n¨²cleos m¨¢s violentos de Salvador.

La huelga de la Polic¨ªa Militar bahiana ha abierto un debate entre los agentes destacados en Calabar, en su mayor¨ªa con apenas dos a?os de servicio. ¡°Muchos de los polic¨ªas no entienden el conflicto, por falta de experiencia. Aqu¨ª no ha habido abandono del servicio, pero hemos reducido nuestra presencia en la calle, con menos patrullas¡±, dice Oliveira. ¡°S¨ª me han expresado claramente su insatisfacci¨®n con las condiciones salariales¡±. El paro policial favoreci¨® el regreso de algunos delincuentes, y un ataque sorpresa que caus¨® una muerte la semana pasada. ¡°Antes que el salario, ustedes tienen un compromiso mayor con la comunidad, les digo a mis hombres¡±. La responsable de la UPP reconoce que el conflicto actual es un momento cr¨ªtico. ¡°Tenemos que volver a patrullar la calle, subir las escaleras y proteger a los vecinos, porque conf¨ªan en nosotros¡±.

La creaci¨®n de cinco unidades de Polic¨ªa Pacificadora que operan en Salvador forma parte del esfuerzo del Gobierno de este Estado por contrarrestar la mala imagen de la Polic¨ªa, asociada en muchos casos a la violencia y la corrupci¨®n.

La huelga de la PM, los actos vand¨¢licos instigados por algunos huelguistas y el aumento de la criminalidad (152 muertos en 11 d¨ªas) ha aumentado la impopularidad de los polic¨ªas militares, cada d¨ªa m¨¢s divididos sobre la conveniencia de mantener el paro. ¡°Pedir mejores condiciones de trabajo es totalmente leg¨ªtimo, pero nos asusta y decepciona la forma¡±, dice Ana Cristina Calfa, directora del colegio Modulo que, como todos los centros escolares de Bah¨ªa, no ha podido iniciar las clases despu¨¦s de vacaciones por culpa de la huelga policial. ¡°El bloqueo del tr¨¢fico, el boicoteo del transporte, los ataques a comercios, son actos vand¨¢licos que la sociedad no puede aceptar¡±.

Los 11 d¨ªas de huelga han causado p¨¦rdidas al comercio bahiano del orden de 300 millones de reales (131 millones de euros), seg¨²n el sindicato de establecimientos comerciales de Bah¨ªa, que agrupa a 45.000 tiendas.

Los huelguistas segu¨ªan anoche reunidos en asamblea, en la que sus reivindicaciones quedaron reducidas a un aumento salarial. Ya nadie habla de la libertad de los cabecillas detenidos ni de las sanciones que esperan a los implicados en actos de vandalismo. La noche anterior, los oficiales de la PM se distanciaron de la huelga, mientras en 14 municipios de Bah¨ªa los agentes han vuelto al trabajo. La seguridad de la capital del Estado sigue de momento en manos de los 4.600 efectivos del Ej¨¦rcito, cuya presencia es ostensible en las principales arterias de la ciudad. El comandante general de la Polic¨ªa Militar, coronel Alfredo Castro, dio un ultim¨¢tum a los huelguistas para su reincorporaci¨®n inmediata al servicio y amenaz¨® con graves sanciones a quienes no depongan su actitud. El jefe policial dio por terminada la huelga, al afirmar que el 85% de los polic¨ªas han vuelto al trabajo en todo el Estado.