El sorprendente coronel Davis

Probablemente usted nunca haya o¨ªdo hablar de Daniel Davis. Es teniente coronel del Ej¨¦rcito de Estados Unidos, actualmente trabaja en el Pent¨¢gono y ha participado en las dos guerras contra Irak y en Afganist¨¢n, donde tambi¨¦n sirvi¨® en dos oportunidades. Despu¨¦s de regresar de su ¨²ltima misi¨®n en ese pa¨ªs, escribi¨® un informe que comienza as¨ª: "En sus comunicaciones al Congreso y al pueblo americano los militares de m¨¢s alto rango han distorsionado tanto los hechos sobre la situaci¨®n real en Afganist¨¢n que la verdad se ha hecho irreconocible. Este enga?o ha da?ado la credibilidad del pa¨ªs frente a aliados y enemigos, limitando as¨ª severamente nuestra capacidad para lograr una soluci¨®n pol¨ªtica en Afganist¨¢n. Ha costado miles de millones de d¨®lares que, de haberse sabido la verdad, el Congreso nunca hubiese aprobado; esta conducta de nuestros principales l¨ªderes militares seguramente ha alargado la duraci¨®n de la guerra. Pero el mayor castigo que ha sufrido nuestra naci¨®n a ra¨ªz del enga?o son las decenas de miles de militares heridos, mutilados o muertos cuyo sacrificio ha rendido poco o ning¨²n beneficio al pa¨ªs".

Y esta es tan solo la versi¨®n p¨²blica del informe de Davis. Tambi¨¦n produjo una versi¨®n confidencial que solo entreg¨® a algunos diputados y senadores autorizados a conocer informes secretos de inteligencia. No satisfecho con esto, el Coronel Davis public¨® d¨ªas atr¨¢s un explosivo art¨ªculo en el?Armed Forces Journal, la m¨¢s antigua y respetada publicaci¨®n independiente sobre temas militares de EE UU. En ese art¨ªculo,?Verdad, Mentiras y Afganist¨¢n, Davis escribe: "He sido testigo de la ausencia de ¨¦xito a todo nivel¡­?cu¨¢ntos m¨¢s deben morir en aras de una misi¨®n que no est¨¢ teniendo ¨¦xito?".

Los militares de m¨¢s alto rango han distorsionado tanto los hechos sobre la situaci¨®n real en Afganist¨¢n que la verdad se ha hecho irreconocible" Coronel del Ej¨¦rcito de EE UU Daniel Davis

Davis me dijo que m¨¢s de 800.000 personas han le¨ªdo ese art¨ªculo. Y fue solo despu¨¦s de producir y distribuir su informe a miembros del Congreso, publicar el articulo y dar algunas entrevistas, que Davis inform¨® a sus superiores. Esta parece la conducta de alguien a quien no parece importarle el ser expulsado de las fuerzas armadas -o hasta ser sometido a juicio-, le dije. "Nada de eso" me contest¨® Davis. "Esta es mi vida y mi carrera y quiero seguir en esto mientras pueda servir a mi pa¨ªs". Tambi¨¦n rechaza enf¨¢ticamente las acusaciones de sus cr¨ªticos acerca de que su conducta se debe a c¨¢lculos pol¨ªticos, que sus conclusiones se basan en an¨¦cdotas y no en la informaci¨®n rigurosa que manejan quienes dirigen la guerra. Michael Hastings, el corresponsal militar de la revista Rolling Stone, quien obtuvo y colg¨® en la red la copia del informe no confidencial de Davis, sostiene que "este es uno de los documentos mas importantes que ha publicado un oficial activo en los ¨²ltimos diez a?os".

?Cu¨¢les son las implicaciones de todo esto? Que la guerra en Afganist¨¢n va muy mal no es sorpresa para nadie. La sorpresa es que, seg¨²n Davis, va a¨²n peor de lo que se cree y mucho peor de lo que concluyen los ya poco alentadores informes de militares estadounidenses. Naturalmente, la otra sorpresa es que un oficial en activo haya decidido correr el riesgo de contravenir todas las reglas y diseminar ampliamente su devastadora evaluaci¨®n de la situaci¨®n y denunciar lo que, seg¨²n ¨¦l, es la mendacidad de los m¨¢s altos cargos del Pent¨¢gono. M¨¢s sorprendente a¨²n es que Davis todav¨ªa no haya sido castigado por violar las reglas.

Un portavoz del Pent¨¢gono se apresur¨® a refutar la noticia de la cadena NBC de que se habr¨ªa abierto una investigaci¨®n penal contra Davis. Una posibilidad es que el coronel cuenta con el apoyo -y la protecci¨®n- de sus superiores y es, en cierta forma, su vocero -esto Davis lo niega-. La otra posibilidad es que el Pent¨¢gono teme que una represalia contra Davis podr¨ªa generar una fuerte protesta y aumentar a¨²n m¨¢s la visibilidad e influencia de los puntos de vista del coronel. Finalmente, otra sorpresa es que el coronel Davis no cree que EE UU deban retirar su tropas de Afganist¨¢n en 2014 tal como ha prometido el presidente Obama. Para Davis la estrategia debe ser dejar fuertes bastiones militares en algunas localidades estrat¨¦gicas de Afganist¨¢n y cambiar la misi¨®n. Seg¨²n ¨¦l, dichas las tropas deben dedicarse primordialmente a capturar -o matar- a los terroristas que puedan usar ese pa¨ªs como base de operaciones. Es una cruda manera de decir que no hay ninguna esperanza de que EE UU pueda contribuir a que en Afganist¨¢n se desarrolle una naci¨®n pacifica, pr¨®spera y democr¨¢tica.

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