La polic¨ªa se despliega en Ir¨¢n y Bahr¨¦in para impedir protestas opositoras
En Teher¨¢n, simpatizantes del movimiento verde exigen la liberaci¨®n de sus l¨ªderes encarcelados por el r¨¦gimen Dos activistas detenidos en Bahr¨¦in
Un enorme despliegue policial ha impedido esta tarde que los manifestantes alcanzaran la antigua glorieta de la Perla, en Manama. Los opositores de Bahr¨¦in hab¨ªan convocado la marcha para conmemorar el primer aniversario de las protestas por democracia en esa peque?a isla Estado. Pero los antidisturbios han repelido con gases lacrim¨®genos y balas de goma cualquier intento de aproximaci¨®n a la simb¨®lica plaza. De igual modo, en Teher¨¢n, la fuerte presencia de fuerzas de seguridad hizo imposible que los simpatizantes del Movimiento Verde respondieran al llamamiento a manifestarse a favor de la puesta en libertad de sus l¨ªderes.
Grupos de decenas de personas, en su mayor¨ªa j¨®venes, se han manifestado en las localidades de la periferia de Manama ante la imposibilidad de alcanzar la capital, seg¨²n los activistas. Desde la madrugada, todas las carreteras de acceso permanec¨ªan cortadas y veh¨ªculos blindados patrullaban las principales arterias de la capital despu¨¦s de que la noche anterior grupos de j¨®venes se enfrentaran a la polic¨ªa en Sanabis, Sitra y otras poblaciones eminentemente chi¨ªes. Un comunicado oficial responsabiliz¨® esta ma?ana al principal grupo de la oposici¨®n, Wefaq, de los incidentes por no haber controlado la manifestaci¨®n autorizada. Mientras tanto, Bahr¨¦in ha detenido a los activistas de derechos humanos Nabil Rajab y Naji Fatil por participar en las manifestaciones de apoyo a la democracia, seg¨²n ha informado la Asociaci¨®n de J¨®venes de Bahr¨¦in por los Derechos Humanos, que pide su inmediata liberaci¨®n.
Hace un a?o, inspirados por las revueltas de T¨²nez y Egipto, varias asociaciones pol¨ªticas de Bahr¨¦in (los partidos est¨¢n prohibidos) lanzaron un movimiento para pedir reformas democr¨¢ticas. Aunque inicialmente entre ellos hab¨ªa tambi¨¦n sun¨ªes, sobre todo liberales que llevaban tiempo presionando para acelerar los cambios, el grueso de los manifestantes era chi¨ª (y hoy lo es casi en exclusiva). Esa comunidad, que suma dos tercios de los 750.000 bahrein¨ªes, se quejaba adem¨¢s de discriminaci¨®n en los servicios y los empleos p¨²blicos por parte la minor¨ªa sun¨ª, a la que pertenecen los Al Khalifa, la dinast¨ªa reinante desde que se fueron los brit¨¢nicos en 1971.
La muerte por disparos de la polic¨ªa de dos manifestantes hizo quelos activistas trasladaran su protesta a la glorieta de la Perla, de donde la polic¨ªa les desaloj¨® sin contemplaciones. Esa reacci¨®n no s¨®lo increment¨® su empe?o, sino que atrajo la atenci¨®n internacional y termin¨® por radicalizar el movimiento. Cuando tres d¨ªas despu¨¦s, los antidisturbios se retiraron, la peque?a acampada inicial se convirti¨® en una demostraci¨®n de fuerza. Los grupos m¨¢s extremistas se hicieron con el liderazgo y los esl¨®ganes a favor de la reforma se transformaron en llamamientos al cambio de r¨¦gimen.
Cuando un grupo bloque¨® el acceso al distrito financiero, el rey Hamad volvi¨® a ordenar el desalojo de la Perla, acept¨® el apoyo de tropas saud¨ªes y declar¨® el estado de emergencia. Tambi¨¦n decidi¨® la destrucci¨®n del monumento que se hab¨ªa convertido en el s¨ªmbolo de la protesta. Pero con ¨¦l no desapareci¨® el malestar popular y el pa¨ªs empez¨® a pagar el precio de la inestabilidad y de la mala imagen. A la ca¨ªda del turismo y los negocios, se sum¨® la cancelaci¨®n del campeonato de F¨®rmula 1.
El monarca, que en 2002 otorg¨® una Constituci¨®n, pero se reserv¨® el poder Ejecutivo y control sobre el Legislativo, ha tratado desde entonces de recomponer la relaci¨®n con sus s¨²bditos. A principios de junio levant¨® el estado de emergencia e hizo un llamamiento al di¨¢logo. Poco despu¨¦s design¨® una Comisi¨®n Independiente de Investigaci¨®n, con participaci¨®n de varias prominentes figuras extranjeras, cuyas recomendaciones ha aplicado selectivamente. Pero todos sus esfuerzos han chocado con la desconfianza de la oposici¨®n, que reclama una representaci¨®n proporcional en el Parlamento y que ¨¦ste tenga el derecho de elegir al Gobierno, y denuncia que sigue el acoso a los disidentes.
De hecho, Amnist¨ªa Internacional difundi¨® ayer un informe en el que afirma que al menos una veintena de personas han muerto desde el pasado marzo ¡°en el marco de las continuas protestas y el excesivo uso de la fuerza por parte de la polic¨ªa¡±. Grupos locales elevan esa cifra a 30. Entre febrero y marzo, en el auge de la protesta, se registraron 35 muertos (30 civiles y 5 polic¨ªas), seg¨²n la Comisi¨®n de Investigaci¨®n.
Significativamente, el Gobierno de Teher¨¢n que a diario expresa su solidaridad con los opositores de Bahr¨¦in ha vuelto a impedir las manifestaciones reformistas en sus calles. Coincidiendo con el aniversario de su ¨²ltima movilizaci¨®n, el comit¨¦ coordinador del Movimiento Verde hab¨ªa convocado una marcha por el centro de la capital iran¨ª para pedir la puesta en libertad de sus dirigentes. Hoy hace un a?o, Mir-Hosein Musav¨ª y Mehdi Karrub¨ª (candidatos derrotados por Mahmud Ahmadineyad en las pol¨¦micas elecciones presidenciales de 2009) llamaron a manifestarse en apoyo de las revueltas ¨¢rabes. Desde entonces, las autoridades les mantienen confinados sin contacto con el exterior y sin que se conozca su paradero.
¡°La plaza de Azad¨ª se encuentra rodeada por agentes de seguridad y su n¨²mero, al igual que el de ciudadanos, aumenta por momentos¡±, informa la web reformista Kaleme. De acuerdo con la misma fuente, ¡°ha habido un peque?o enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y la gente en la calle Enghelab¡±. La ausencia de periodistas independientes en Ir¨¢n dificulta verificar esa informaci¨®n.
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