El te¨®logo que lleg¨® a jefe del Estado
En democracia, Gauck custodi¨® los archivos de la Stasi, la polic¨ªa pol¨ªtica
El 18 de marzo, Joachim Gauck se convertir¨¢ en el und¨¦cimo presidente de la Rep¨²blica Federal de Alemania. Es la culminaci¨®n de una larga carrera de activista de los derechos civiles, pol¨ªtico y pastor protestante que ya atraves¨® un punto de inflexi¨®n otro 18 de marzo: el de 1990, cuando los ciudadanos de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) votaron en sus primeras elecciones libres. El opositor Gauck obtuvo uno de los 12 esca?os de la formaci¨®n Nuevo Foro, que despu¨¦s se integrar¨ªa en Alianza 90 / Los Verdes. Aquella elecci¨®n al Parlamento de la hoy extinta RDA le llev¨® a abandonar su actividad de pastor luterano en Rostock.
El 3 de octubre de 1990, el mismo d¨ªa de la Unificaci¨®n, Gauck recibi¨® uno de los encargos m¨¢s complicados en la nueva Alemania. Dirigir¨ªa durante 10 a?os los archivos de la polic¨ªa pol¨ªtica del r¨¦gimen socialista, la temida Stasi. Su labor como guardi¨¢n insobornable de la memoria hist¨®rica y como investigador de los documentos del sistema totalitario en la RDA cimentaron su reputaci¨®n de persona ¨ªntegra y comprometida. El d¨ªa de su designaci¨®n como candidato, Gauck consider¨® apropiado advertir a los alemanes de que no es ¡°ni Superman ni un hombre perfecto¡±.
Se ha debatido estos d¨ªas sobre la verdadera filiaci¨®n pol¨ªtica de Gauck, nacido en Rostock en 1940. Su independencia de los partidos complica las cosas. Cuando Los Verdes y los socialdem¨®cratas lo propusieron para la presidencia en 2010, ¨¦l mismo se dijo ¡°un liberal conservador de izquierdas¡±.
Algunas de sus declaraciones de los ¨²ltimos meses lo perfilan m¨¢s como conservador que como izquierdista. As¨ª, Gauck ha reconocido sus escasas simpat¨ªas por las corrientes ciudadanas que mueven hoy a los alemanes. No ha apoyado las acampadas contra la desregulaci¨®n financiera ni tampoco las masivas protestas contra las obras de la estaci¨®n de Stuttgart. Est¨¢ por ver si seguir¨¢ la estela de su predecesor en el debate sobre los problemas de integraci¨®n social de los inmigrantes.
Walter Haubrich, que fue corresponsal del Frankfurter Allgemeine Zeitung en Madrid hasta 2003, considera en cambio que Gauck est¨¢ ¡°algo a la izquierda del centro¡±. Sus defensores destacan su compromiso con las libertades civiles y con la transparencia. No cabe dudar de sus excelentes dotes ret¨®ricas ni de su sensibilidad a las emociones del p¨²blico, afinada durante d¨¦cadas en el p¨²lpito.
Cuenta Haubrich que Gauck se interesa por la transici¨®n pol¨ªtica en Espa?a y por la relaci¨®n de los espa?oles con la dictadura. Har¨¢ unos 10 a?os que el futuro presidente de Alemania ha viajado ¡°cada seis u ocho meses¡± a Madrid, una ciudad que aprecia ¡°enormemente, por su vida callejera y por el pescado fresco¡±. No solo de pol¨ªtica vive el hombre.
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