Altibajos en la tensi¨®n en torno a Ir¨¢n
Solo EE UU dispone de la superioridad militar para inclinar la balanza de cualquier enfrentamiento
Los altibajos en la tensi¨®n belicista en torno a Ir¨¢n han llegado a tal punto que resulta imposible determinar con cierto grado de certeza si la guerra est¨¢ a la vuelta de la esquina o si todav¨ªa hay tiempo para que la diplomacia logre resolver un contencioso de alta carga desestabilizadora. Y si hemos llegado hasta aqu¨ª es tanto porque ninguno de los actores implicados goza de una ventaja tan notoria como para imponerse a los dem¨¢s, como por el hecho de que ¡ªsalvo en el caso de Israel¡ª todos entienden que la urgencia no es tanta como parece. Mientras tanto, se simultanean los mensajes belicistas y los apaciguadores.
Entre los primeros sobresale la profusi¨®n de c¨¢lculos sobre la relaci¨®n de fuerzas militares en presencia, como si la guerra fuera un mero sumatorio de capacidades brutas. De su estudio se deduce que, a pesar de su evidente superioridad tecnol¨®gica, Israel no est¨¢ en condiciones de lanzar (y, sobre todo, sostener) un ataque contra Ir¨¢n, sabiendo que no lograr¨¢ derrotar a su enemigo ni destruir sus programas nucleares de un solo golpe. A pesar de la inferioridad iran¨ª, basta con recordar que su lejan¨ªa del territorio israel¨ª (en torno a 3.200 kil¨®metros en un obligado viaje de ida y vuelta para los 125 F-15 y F-16 israel¨ªes, con solo ocho aviones de reabastecimiento en vuelo KC-707), la dispersi¨®n de sus instalaciones (no solo las plantas de enriquecimiento de Natanz y Fordo, sino tambi¨¦n el reactor de agua pesada de Arak, las instalaciones de Isfah¨¢n y tantas otras) y sus medidas pasivas y activas de protecci¨®n (con centros ubicados en profundidades que pueden resistir el impacto de las bombas GBU-28 israel¨ªes) son obst¨¢culos insuperables hoy por hoy para las Fuerzas de Defensa de Israel.
Aunque Ir¨¢n no haya logrado dotarse del moderno sistema ruso de misiles antia¨¦reos S-300 (en un nuevo ejemplo de que Mosc¨² juega con Ir¨¢n a su antojo), dispone de m¨²ltiples bazas de retorsi¨®n tanto militares ¡ªno solo a¨¦reas y antia¨¦reas, sino tambi¨¦n con misiles de diferentes alcances, que pueden impactar en territorio israel¨ª¡ª, como de otra ¨ªndole, sea Hezbol¨¢ en L¨ªbano, Ham¨¢s en Gaza o las distintas comunidades chi¨ªes en Irak, Bahr¨¦in e incluso Arabia Saud¨ª.
Esta ecuaci¨®n ¡ªque apunta a la imposibilidad racional de que Tel Aviv se decida a golpear militarmente, aprovechando la par¨¢lisis que afecta al ya candidato Obama¡ª solo puede cambiar si Washington se implica militarmente en el hipot¨¦tico conflicto. Solo EE UU dispone de una superioridad de medios aeronavales que podr¨ªa inclinar la balanza de cualquier enfrentamiento b¨¦lico a su favor. Pero nada permite suponer que Washington est¨¦ interesado en un ataque militar contra Teher¨¢n. En primera instancia, porque los asesores electorales del presidente no consiguen interpretar con precisi¨®n cu¨¢l puede ser el efecto en las elecciones del pr¨®ximo noviembre de un Obama como comandante en jefe de una campa?a que recibir¨¢ muchas cr¨ªticas y cuyo desenlace no se ve claro. Adem¨¢s, en un momento en el que Estados Unidos acaba de fijar la zona de Asia-Pac¨ªfico como la m¨¢xima prioridad de su estrategia de defensa ser¨ªa contraproducente para sus intereses volver a empantanarse en un conflicto en Oriente Pr¨®ximo, cuando todav¨ªa no ha salido de Afganist¨¢n. Por ¨²ltimo, porque teme que inevitablemente se producir¨ªa un incremento del precio de los hidrocarburos que podr¨ªa arruinar los intentos por salir de la crisis en la que estamos sumidos.
Quiz¨¢s por eso, mientras las sanciones van surtiendo cierto efecto en Ir¨¢n, Washington prefiere creer en que hay espacio para la diplomacia. Hoy le interesa pensar que la nueva visita de los inspectores del OIEA a instalaciones nucleares iran¨ªes puede reportar alguna reacci¨®n positiva de Teher¨¢n, interesado tambi¨¦n en retomar las negociaciones (sin condiciones) de su programa nuclear, aunque solo sea para rebajar la tensi¨®n moment¨¢neamente. Tal vez por eso mismo, Teher¨¢n ha suspendido el ejercicio Gran Profeta que los pasdaran hab¨ªan anunciado para estos d¨ªas en aguas pr¨®ximas a Ormuz (aunque el Ej¨¦rcito ha iniciado otro de defensa antia¨¦rea en la mitad sur del pa¨ªs) y Washington y Tel Aviv han pospuesto el suyo de defensa antimisiles ¡ªAustere Challenge 12¡ª para el pr¨®ximo octubre. Aunque no lo pueda decir abiertamente, parece cada vez m¨¢s evidente que a EE UU le preocupa mucho m¨¢s la actitud israel¨ª, que le puede complicar enormemente su agenda exterior, que la de un Ir¨¢n con el que muestra signos de acomodo a medio plazo.
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH). Escribe para elpais.com el blog Extramundi.
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