Una jornada de votos y sangre en Siria
El r¨¦gimen celebra una votaci¨®n para reformar la Constituci¨®n La represi¨®n se cobra al menos 31 v¨ªctimas, seg¨²n portavoces de los rebeldes
Bachar el Asad fue elegido presidente de Siria por refer¨¦ndum en 2000 y 2007, y en ambas ocasiones obtuvo el 97% de los votos. Es probable que el refer¨¦ndum que plante¨® este domingo para reformar la Constituci¨®n obtenga un respaldo similar. La presunta reforma pol¨ªtica impulsada por El Asad se mueve en paralelo a una represi¨®n brutal y, con amplias zonas del pa¨ªs en guerra abierta, carece de relevancia. El Gobierno de Damasco ni siquiera se molest¨® en acallar sus ca?ones mientras las urnas permanecieron abiertas. El cerco a Homs y los asaltos militares a otras ciudades prosiguieron con la misma ferocidad que en jornadas anteriores.
La actual Constituci¨®n siria, vigente desde 1973, establece que la libertad es ¡°un derecho sagrado¡±, que los ciudadanos pueden manifestar libremente sus opiniones y que la polic¨ªa jam¨¢s debe maltratar a un ciudadano. Visto el grado de cumplimiento de esos principios, no es extra?o que una reforma destinada a introducir el multipartidismo solo haya sido acogida con inter¨¦s por los partidarios incondicionales del presidente.
Aunque los portavoces del r¨¦gimen dijeron que la afluencia a las urnas hab¨ªa sido notable, los periodistas acreditados en Damasco vieron muy poca gente en los colegios. ¡°El refer¨¦ndum sobre la nueva Constituci¨®n se desarrolla con normalidad en la mayor¨ªa de las provincias, con una amplia participaci¨®n, excepto en algunas ¨¢reas¡±, proclam¨® el Ministerio del Interior.
Esas ¨¢reas donde no hubo normalidad ni participaci¨®n fueron, por ejemplo, Homs, ya en la cuarta semana bajo asedio del Ej¨¦rcito y con barrios, como Baba Amro, sometidos al fr¨ªo y el hambre adem¨¢s de a las bombas; Hama, donde los soldados de El Asad lanzaron una nueva ofensiva contra los rebeldes; Idlib, en el norte, donde las milicias irregulares del r¨¦gimen desempe?an un papel protagonista; y Daraa, al sur, que lleva casi 10 meses soportando incursiones y tiroteos.
El r¨¦gimen mantiene el cerco sobre Baba Amro
Portavoces de la oposici¨®n dijeron que al menos 31 personas murieron el domingo, entre ellas cuatro soldados, pero resultaba imposible verificar la veracidad de las cifras. En Baba Amro, el barrio de Homs donde resisten las fuerzas rebeldes, la situaci¨®n sigue degrad¨¢ndose. Despu¨¦s de que el viernes se produjera un breve acuerdo que permiti¨® el acceso a varias ambulancias y la evacuaci¨®n de unas cuantas decenas de civiles, el s¨¢bado se cerr¨® de nuevo el cerco. Los cad¨¢veres, entre ellos los de dos periodistas extranjeros, Marie Colvin y Remi Ochlik, no pueden ser trasladados al exterior ni enterrados. No hay agua corriente, electricidad o tel¨¦fonos. Salir a la calle implica un riesgo alt¨ªsimo. El hambre de los asediados empieza a convertirse en un problema acuciante.
El prop¨®sito de Bachar el Asad resulta evidente: aplastar a los rebeldes, en absoluta inferioridad militar, y someter a un castigo ejemplar a la poblaci¨®n civil de las zonas m¨¢s implicadas en la revuelta. Considera que le favorecen tanto la desuni¨®n pol¨ªtica de las fuerzas opositoras como la imposibilidad de una intervenci¨®n militar extranjera, y conf¨ªa en que Rusia, su gran protector internacional, no le retire el apoyo. Prefiere no ver que incluso organizaciones que le eran fieles, como los islamistas palestinos de Ham¨¢s (con sede en Damasco durante a?os), le han declarado la guerra, y que el ba?o de sangre le puede conceder un poco de tiempo, pero no la victoria.
Hillary Clinton, jefa de la diplomacia estadounidense, se declara convencida de que cualquier tipo de apoyo a los rebeldes agravar¨ªa la guerra civil y causar¨ªa m¨¢s muertes, y asegura que entre los opositores a El Asad figuran grupos ¡°peligrosos¡± y ¡°terroristas¡± como Al Qaeda y Ham¨¢s. La pasividad de Washington contrasta con la creciente belicosidad de gobiernos como el saud¨ª, que el viernes, en la reuni¨®n que los llamados Amigos de Siria celebraron en T¨²nez, propusieron armar a la oposici¨®n y hacer todo lo posible para acabar con el r¨¦gimen de Bachar el Asad. El riesgo de que el conflicto sirio adquiera dimensiones regionales aumenta de d¨ªa en d¨ªa.
El papel de Kofi Anan, ex secretario general de la ONU, como delegado de la propia ONU y de la Liga ?rabe para la crisis siria, entra?a enormes dificultades. La oposici¨®n siria y la Liga ?rabe exigen la dimisi¨®n de Bachar el Asad y de todo su clan familiar como precondici¨®n para cualquier proceso negociador, y eso es algo que el clan El Asad rechaza de antemano. En Siria no es posible una soluci¨®n pol¨ªtica. A lo m¨¢ximo que puede aspirar Kofi Anan es a aliviar ligeramente el sufrimiento de la poblaci¨®n, con acuerdos temporales que permitan la evacuaci¨®n de civiles heridos y el env¨ªo de alimentos y medicinas a las zonas m¨¢s afectadas por la violencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.