Obama dice que EE UU siempre "cubrir¨¢ las espaldas a Israel" ante Ir¨¢n
El presidente de EE UU cree que ¡°a¨²n hay oportunidad de soluci¨®n diplom¨¢tica" del conflicto iran¨ª
Por encima de cualquier discrepancia temporal, Barack Obama y Benjamin Netanyahu han exhibido este lunes una unidad inquebrantable ante la posibilidad de una guerra con Ir¨¢n. ¡°Estados Unidos siempre le cubrir¨¢ las espaldas a Israel¡±, ha asegurado el presidente norteamericano ante lo que pronostic¨® como ¡°una serie de meses dif¨ªciles a lo largo de 2012¡±.
Las palabras elegidas por Obama para exponer su apoyo a Israel, precisamente cuando el Gobierno de Netanyahu ha manifestado su voluntad de paralizar el programa nuclear iran¨ª por la fuerza de forma urgente, hacen pensar que el presidente norteamericano comprende la ansiedad de su aliado y da luz verde a una acci¨®n militar.
Obama ha introducido, sin embargo, algunos elementos de precauci¨®n y ha insistido, como dijo el domingo ante la conferencia del Comit¨¦ de Asuntos P¨²blicos Americano Israel¨ª (AIPAC), que ¡°todav¨ªa hay una oportunidad de soluci¨®n diplom¨¢tica de este conflicto¡±.
La entrevista de Obama y Netanyahu en la Casa Blanca ha dejado la impresi¨®n de que esa oportunidad es cada d¨ªa m¨¢s escasa. El primer ministro israel¨ª ha recordado que ¡°Israel tiene el derecho soberano a tomar sus propias decisiones¡± en materia de seguridad, y Obama ha admitido su sospecha de que nos esperan momentos muy comprometidos este a?o.
Ante esa eventualidad, que no es m¨¢s que el peligro cierto de una guerra con Ir¨¢n, ambos l¨ªderes han hecho una demostraci¨®n de unidad como nunca se hab¨ªa visto desde que est¨¢n al frente de sus respectivos pa¨ªses. Netanyahu, con su claridad habitual, lo ha manifestado en los siguientes t¨¦rminos: ¡°Para ellos (los l¨ªderes iran¨ªes), ustedes son el gran Sat¨¢n y nosotros, el peque?o Sat¨¢n. Para ellos, ustedes son nosotros y nosotros somos ustedes. Y, al menos en este punto, creo que tienen raz¨®n: nosotros somos ustedes y ustedes son nosotros. Estamos juntos¡±.
De forma m¨¢s precisa, Obama ha a?adido: ¡°Los niveles de coordinaci¨®n entre nuestro Ej¨¦rcito y nuestros servicios de inteligencia sobre este asunto no tienen precedentes. Quiero que esto quede claro durante lo que ser¨¢n, sospecho, una serie de meses dif¨ªciles a lo largo de 2012¡±.
El mensaje para Ir¨¢n no puede ser m¨¢s claro: si se empe?a en la construcci¨®n de una bomba at¨®mica tendr¨¢ que enfrentarse a una guerra contra Israel y contra EE UU. Israel no va a actuar por su cuenta ¨Cal menos, no sin advertir antes a EE UU¨C, pero, a¨²n si lo hace, tendr¨¢ a Washington al d¨ªa siguiente protegiendo sus espaldas.
Esta es la realidad en la que, a partir de ahora, habr¨¢ que afrontar el problema iran¨ª. Obama va a seguir haciendo esfuerzos para que el r¨¦gimen isl¨¢mico se avenga a la negociaci¨®n y llegue a un acuerdo para permitir la inspecci¨®n de su programa nuclear por parte de la ONU. Obama a¨²n conf¨ªa en que las sanciones econ¨®micas actuales, m¨¢s las que los pa¨ªses europeos aplicar¨¢n a partir de julio a la industria del petr¨®leo, m¨¢s otras medidas de presi¨®n que a¨²n est¨¢n bajo consideraci¨®n sirvan para doblegar a las autoridades iran¨ªes. Pero, si eso no ocurre, habr¨¢ otra guerra en Oriente Medio antes de final de a?o.
El plazo es, precisamente, el principal factor de incertidumbre en estos momentos. El Gobierno israel¨ª tiene su propio c¨¢lculo sobre el momento en que Ir¨¢n entrar¨¢ en lo que los israel¨ªes llaman ¡°la zona roja¡±, es decir la fase en la que el proceso de producci¨®n de armas nucleares sea ya irreversible. Washington cree que esa fase es todav¨ªa lejana y que el liderazgo iran¨ª ni siquiera ha decidido a¨²n si dar ese paso. Israel, en cambio, entiende que esa amenaza es ya inminente.
Tras lo observado este lunes en el Despacho Oval, esa discrepancia empieza a ser ya irrelevante. Dentro de la lealtad que Netanyahu ha garantizado y que le obligar¨ªa a comunicar a EE UU sus intenciones, la guerra podr¨ªa empezar cuando quisiera Israel.
Obama ha aceptado que ¡°es inaceptable para Israel la perspectiva de tener un pa¨ªs con armas nucleares que ha prometido la destrucci¨®n de Israel¡±. Ha dicho ¡°la perspectiva¡±, que es lo mismo que dar el respaldo a una acci¨®n preventiva. Adem¨¢s, ha advertido que ¡°tambi¨¦n se corresponde profundamente con los intereses de EE UU prevenir que Ir¨¢n obtenga un arma nuclear¡±.
Obama y Netanyahu han tenido m¨²ltiples disputas desde que se sientan cara a cara ¨Clo que ha ocurrido ya nueve veces en tres a?os¨C, casi todas relacionadas con el proceso de negociaci¨®n con los palestinos. Pero, en esta ocasi¨®n, ninguno de los dos pod¨ªa darse el lujo de un desacuerdo. Obama no puede aparecer antiisrael¨ª en un a?o electoral y Netanyahu no puede pretender ganar el respaldo de sus ciudadanos a una guerra a la que se opone EE UU.
Tras el encuentro con Obama,?el primer ministro israel¨ª ha insistido en su postura ante otro p¨²blico ¨Cesta vez, el principal grupo de presi¨®n jud¨ªo en EE UU¨C. Netanyahu ha advertido de que "nunca" pondr¨¢ en riesgo la seguridad de Israel. "Ninguno de nosotros puede esperar m¨¢s tiempo. Nunca permitir¨¦ que mi gente viva a la sombra de la aniquilaci¨®n", ha insistido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.