Strauss-Kahn suspende en Cambridge
Protestas estudiantiles contra una charla del exdirector del Fondo Monetario Internacional
Dominique Strauss-Kahn se ha librado ya de dos acusaciones de violaci¨®n, primero en Nueva York y luego en Francia, pero el fantasma de la justicia popular le sigue persiguiendo. Los estudiantes de Cambridge, o al menos una gran parte de ellos, se han levantado en armas por la presencia del pol¨ªtico franc¨¦s en la ciudad. Invitado por la Cambridge Union Society (CUS), una sociedad estudiantil que promueve el debate y la libertad de expresi¨®n, DSK, como se le conoce en Francia, particip¨® en una conferencia sobre la econom¨ªa global. El exdirector del FMI lleg¨® hacia las 6 de la tarde, hora local, y entr¨® por la puerta de atr¨¢s para evitar a los cerca de 150 manifestantes; la mayor¨ªa mujeres, pero tambi¨¦n hombres.
Los manifestantes llevaban pancartas con lemas como: "Le escuch¨¢is a ¨¦l, ?por qu¨¦ no escuch¨¢is a las mujeres?" o "DSK no es bienvenido aqu¨ª". No obstante, no todos los estudiantes mostraron indignaci¨®n hacia el ex jefe del FMI. Anton Bruder, de 19 a?os, afirm¨®: "No estoy a favor de Strauss-Kahn como persona pero creo que se debe escuchar lo que tengo que decir".
La movilizaci¨®n fue convocada por Mujeres en Campa?a, que tambi¨¦n celebr¨® a mediod¨ªa un debate en la Facultad de Derecho en el que ha participado Douglas Wigdor, uno de los abogados de Nafissa Diallo, la camarera que acus¨® a Strauss-Kahn de haberla violado en su suite del Sofitel en Nueva York en mayo del a?o pasado.?
Una veintena de polic¨ªas proteg¨ªa el acceso a la sala donde se efectu¨® la charla y s¨®lo permit¨ªan la entrada a los que hab¨ªan confirmado su asistencia. Una estudiante de 23 a?os que prefiri¨® no dar su nombre, y que estaba haciendo cola para entrar, dijo: ¡°He venido porque hace un a?o, cuando vino Julian Assange, a nadie le import¨®. Creo que lo m¨¢s importante es educar a las mujeres y que ¨¦stas cosas en realidad desv¨ªan la atenci¨®n de lo que es importante¡±.
La fiscal¨ªa neoyorquina acab¨® retirando los cargos contra Strauss-Kahn, de 62 a?os, porque, aunque apreciaba indicios de que la violaci¨®n parec¨ªa haber ocurrido, puso en cuesti¨®n la fiabilidad de la acusadora. El que antes de aquel caso era el gran favorito para ganar las ahora inminentes elecciones francesas, se libr¨® tambi¨¦n de una segunda acusaci¨®n de violaci¨®n presentada contra ¨¦l por la periodista Tristane Banon: la justicia francesa la desestim¨® por el largo tiempo transcurrido entre la fecha en que ocurrieron los hechos, en 2002, y la presentaci¨®n de la denuncia. Strauss-Kahn est¨¢ ahora pendiente de una tercera acusaci¨®n: la polic¨ªa de Lille investiga un presunto delito de proxenetismo en torno a una red de prostitutas de lujo.
Ruth Graham, cabeza visible este a?o de Mujeres en Campa?a, explic¨® que el debate ten¨ªa dos objetivos: ¡°uno local¡±, denunciar la presencia de Strauss-Kahn, y otro ¡°internacional: denunciar la realidad de la violencia sexual contra las mujeres¡±. Graham subray¨® que el 40% de las mujeres violadas en Reino Unido jam¨¢s comentan lo que les ha pasado y ech¨® en cara a la CUS que haya invitado a DSK como experto en econom¨ªa en funci¨®n de su antiguo cargo de director gerente del FMI ignorando su historial de acoso sexual a las mujeres.
La organizaci¨®n ya hab¨ªa obtenido d¨ªas atr¨¢s 700 firmas en protesta por la invitaci¨®n al pol¨ªtico, pero la CUS se defendi¨® con el argumento de que la invitaci¨®n se hab¨ªa cursado hace mucho tiempo, mucho antes del episodio de Strauss-Kahn en el Sofitel, y la justific¨® con el argumento de que defiende la libertad de expresi¨®n a toda costa, con independencia de la personalidad de los personajes a los que invita a participar en su foro, y que no necesariamente se identifica con sus opiniones.
En el debate de ayer, la escritora feminista Cath Elliot, defini¨® la presencia de Strauss-Kahn en Cambridge como ¡°un insulto a las mujeres, a las v¨ªctimas de la violencia sexual y a cualquiera que est¨¦ preocupado por lo que le pasa a las mujeres en este pa¨ªs¡±. Y subray¨® que, ¡°ni el estar borracha, ni el estar casada, ni el estar limpiando una habitaci¨®n de hotel suponen una invitaci¨®n a ser violada¡±.
¡°Cuando me enter¨¦ de que Strauss-Kahn hab¨ªa sido invitado a hablar en Cambridge, no lo entend¨ª¡±, confes¨® Douglas Wigdor, abogado de la mujer que acus¨® al pol¨ªtico de violaci¨®n. Y subray¨® que a¨²n fue mayor su sorpresa al leer que uno de los objetivos de las charlas de la sociedad de estudiantes que le ha invitado es que los conferenciantes ¡°sean un ejemplo para la juventud¡±.
Wigdor no revel¨® nada nuevo sobre el caso, pero insisti¨® en que, hasta ahora, Strauss-Kahn ¡°nunca ha explicado qu¨¦ pas¨® en esos siete minutos en la habitaci¨®n del hotel¡±. Y justific¨® la decisi¨®n de mantener las acusaciones contra DSK por la v¨ªa civil a pesar de que estas se retiraran en el proceso penal, por el hecho de que mientras en un proceso civil el acusado no est¨¢ obligado a declarar, en el proceso civil s¨ª lo est¨¢.
La pol¨¦mica por la presencia de Strauss-Kahn en Cambridge no hace sino enlazar con una cierta tradici¨®n en el mundo acad¨¦mico brit¨¢nico, que suele poner las cuestiones de la libertad de expresi¨®n por encima de lo pol¨ªticamente correcto. El a?o pasado caus¨® gran controversia la presencia en un coloquio de la London School of Economics del banquero y autor alem¨¢n Thilo Sarrazin y el periodista tambi¨¦n alem¨¢n Henryk M. Broder, que defienden la tesis de que, en Alemania, las minor¨ªas ¨¦tnicas en general y los musulmanes en particular, ¡°tienen una falta de voluntad patol¨®gica a integrarse en la sociedad¡±.
A¨²n mayor controversia caus¨® la invitaci¨®n cursada en 2007 por la universidad de Oxford a Nick Griffin, l¨ªder del ultraderechista Partido Nacional Brit¨¢nico (BNP) y el escritor David Irving, que niega la existencia del holocausto de los jud¨ªos a manos de los nazis.
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