Argentina se aprieta el cintur¨®n

Se acab¨® en Argentina el viento que permiti¨® un crecimiento superior al 7% sobre el PIB bajo el mandato de los Kirchner. La presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner sab¨ªa desde hace meses que las condiciones que dieron lugar al ¡°periodo de crecimiento m¨¢s largo de sus 200 a?os de historia¡± no pod¨ªan prolongarse mucho m¨¢s tiempo. Sab¨ªa que este a?o las previsiones m¨¢s optimistas auguraban solo un 4%, sab¨ªa que el d¨¦ficit energ¨¦tico se triplic¨® en el ¨²ltimo a?o, sab¨ªa que no hab¨ªa m¨¢s remedio que reducir los subsidios que permiten a millones de argentinos disfrutar de la luz, el agua y el gas a precios de risa. Era consciente de que la inflaci¨®n hab¨ªa que contenerla, que eso significa contener los sueldos y eso pod¨ªa acarrear problemas con los sindicatos. Por eso, en el discurso en que asumi¨® el mando como presidenta el pasado diciembre advirti¨® de que una cosa era el derecho de huelga y otra el chantaje y la extorsi¨®n.

Sin embargo, el pasado mi¨¦rcoles, los maestros, que siempre hab¨ªan sido grandes aliados del Gobierno, convocaron por primera vez en ocho a?os un paro nacional. El Ministerio de Educaci¨®n se niega a subirles el salario base en m¨¢s de un 20%. Les ofrece 2.800 pesos (491 euros) y ellos reclaman 3.000 (526). Apenas hay 35 euros de diferencia. Pero el problema para el Gobierno es que ese convenio fija la pauta para el resto del pa¨ªs. Si los maestros consiguen un 23% de aumento los alba?iles y los camioneros no van a querer menos. Y la inflaci¨®n se desbocar¨¢. En el discurso de tres horas y cuarto que Fern¨¢ndez pronunci¨® el pasado 1 de marzo mencion¨® en 40 ocasiones la palabra ¡°crecimiento¡± y en siete dijo ¡°creci¨®¡±. Pero solo una vez se refiri¨® a la inflaci¨®n. Sin embargo, gran parte de los problemas del pa¨ªs tienen que ver con la subida de los precios.

En ese discurso, la presidenta enardeci¨® el ¨¢nimo de los maestros al proclamar que trabajan cuatro horas al d¨ªa y tienen tres meses de vacaciones. El docente y dirigente sindical Hugo Yaski declar¨® que esa hab¨ªa sido siempre la muletilla con la que la derecha les atacaba. Previamente, Hugo Moyano, el sindicalista m¨¢s influyente del pa¨ªs, peronista y anta?o gran aliado de los Kirchner, afirm¨® que el Gobierno estaba perdiendo el rumbo. Y que ¨¦l no cre¨ªa en la inflaci¨®n oficial (que no supera el 10%), sino en la del supermercado (que muchos economistas independientes estiman en torno al 23%). La huelga de los maestros termin¨® siendo un ¨¦xito el pasado mi¨¦rcoles y el conflicto contin¨²a. Pero solo parece una piedra m¨¢s en el camino de las muchas que est¨¢ sorteando Fern¨¢ndez en el inicio de su segundo mandato.

Al d¨ªa siguiente de la huelga dimiti¨® el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, dos semanas despu¨¦s del accidente ferroviario en el que murieron 51 personas y que retrat¨® las condiciones de inseguridad en que viajan los usuarios de cercan¨ªas, la clase trabajadora m¨¢s humilde. Tambi¨¦n se pusieron en entredicho, incluso desde sectores afines a la presidenta, los contratos millonarios con los que se ha beneficiado a los hermanos Mario y Claudio Cirigliano, due?os de la empresa concesionaria del tren siniestrado. Hasta el momento no se les ha retirado la concesi¨®n.

Durante el ¨²ltimo mes, los diarios Clar¨ªn y La Naci¨®n no han dejado de publicar noticias en las que implican al vicepresidente Amado Boudou en un caso de lavado de dinero y tr¨¢fico de influencia con la empresa de impresi¨®n de billetes Ciccone Calcogr¨¢fica. La ¨²nica defensa que aleg¨® el vicepresidente fue tocar la guitarra en un escenario vestido con una camiseta donde se pod¨ªa leer: ¡°Clar¨ªn miente¡±. El fiscal Carlos R¨ªvolo comenz¨® a investigar esta semana la relaci¨®n de Boudou con la compa?¨ªa impresora. La presidenta a¨²n no se ha pronunciado al respecto.

Adem¨¢s, contin¨²an las tensiones con la petrolera espa?ola Repsol y su filial argentina Repsol-YPF, la mayor compa?¨ªa del pa¨ªs. Desde diciembre, el Gobierno decidi¨® hostigarla para que aumente la producci¨®n. Repsol aport¨® cifras donde mostraba que era la empresa que m¨¢s hab¨ªa invertido en Argentina. Pero el Gobierno exigi¨® que no distribuyera sus beneficios en el exterior. Parec¨ªa inminente el anuncio de la nacionalizaci¨®n. La tensi¨®n lleg¨® a tal extremo que el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, emprendi¨® un viaje rel¨¢mpago a Buenos Aires para reunirse el martes 28 de febrero con los ministros de Energ¨ªa y Planificaci¨®n argentinos. El Rey de Espa?a tambi¨¦n llam¨® a Fern¨¢ndez, seg¨²n indicaron a este peri¨®dico diversas fuentes. Finalmente, en su discurso del 1 de marzo, la presidenta no anunci¨® la nacionalizaci¨®n. Pero el hostigamiento hacia la compa?¨ªa ha continuado por parte de los gobernadores peronistas de varias provincias petroleras que amenazan con retirar concesiones. Cada amenaza provoca espasmos en los inversores. En menos de dos meses, el valor burs¨¢til de Repsol-YPF pas¨® de 16.000 a 10.000 millones de d¨®lares. Fuentes cercanas al Gobierno estiman que la estrategia de Fern¨¢ndez consiste en abaratar el precio de la compa?¨ªa hasta poder comprarla. Otros analistas consideran que el Gobierno se est¨¢ disparando en los pies con esos ataques al mayor contribuyente fiscal del pa¨ªs.

Alberto Fern¨¢ndez, jefe de Gabinete en el Gobierno de N¨¦stor Kirchner (2003-2007) y con Cristina Fern¨¢ndez hasta julio de 2008, se?ala que hay un error de diagn¨®stico a la hora de afrontar los problemas. ¡°Cuando llegamos nosotros, el desempleo era del 25%, la pobreza del 57% y la indigencia, es decir, la gente que no ten¨ªa unas m¨ªnimas condiciones para sobrevivir, llegaba al 28%. Entonces le pedimos a las compa?¨ªas energ¨¦ticas, entre ellas Repsol, que contribuyeran a salir de esa situaci¨®n no subiendo las tarifas. Pero ahora, el desempleo ha pasado del 25% al 7% y la pobreza del 57% al 30% y la indigencia del 28% al 16%. El pa¨ªs ha crecido un 8% y las tarifas no han subido. La Argentina de ahora tiene un problema derivado del crecimiento, no de la pobreza. Ten¨ªamos una gripe y encontramos el remedio. Ahora tenemos un sarampi¨®n y seguimos con los medicamentos de la gripe, con lo cual empeoramos gravemente. Ante un problema econ¨®mico, Cristina act¨²a con instinto pol¨ªtico, buscando el culpable en vez de la causa. Pero el problema de la energ¨ªa no es Repsol, sino que nosotros no hemos invertido lo suficiente en infraestructura. Si se le retiran a Repsol las concesiones, ?de qui¨¦n va a ser la culpa? De Cristina, evidentemente. Ya no se podr¨¢ culpar a Repsol¡±.

Apenas quedan 20 d¨ªas para que el 2 de abril se cumplan 30 a?os del inicio de la guerra de las Malvinas y en Argentina, qui¨¦n lo dir¨ªa, el aniversario qued¨® relegado a un tercer plano.