Los rebeldes sirios denuncian una matanza de mujeres y ni?os en Homs
El Ej¨¦rcito y los rebeldes se acusan de la tortura y asesinato de 45 mujeres y ni?os La masacre se produjo en Homs, controlada por las fuerzas del r¨¦gimen
La guerra de Siria no conoce normas ni l¨ªmites. El campo de batalla son las ciudades y el principal objetivo consiste en aterrorizar a la poblaci¨®n civil, con matanzas de creciente salvajismo [v¨ªdeo de im¨¢genes sangrientas]. La aparici¨®n de al menos 45 cad¨¢veres en Homs, mujeres y ni?os asesinados con se?ales de tortura previa, eleva un grado m¨¢s el nivel de horror. El Ej¨¦rcito y los rebeldes se acusan mutuamente de la ¨²ltima carnicer¨ªa, cometida durante la noche del domingo, pero diversos indicios apuntan hacia la culpabilidad de fuerzas leales al presidente Bachar el Asad.
El Gobierno atribuye los asesinatos a ¡°bandas terroristas¡±. Desde el principio de la revuelta, hace un a?o, Bachar el Asad ha calificado de ¡°terroristas¡± tanto a los manifestantes desarmados como a los milicianos de toda procedencia y al llamado Ej¨¦rcito Libre, compuesto fundamentalmente por desertores. Seg¨²n El Asad, el hecho de oponerse al r¨¦gimen constituye en s¨ª mismo un acto de terrorismo.
La versi¨®n de las autoridades de Damasco acerca de los cad¨¢veres descubiertos en Homs flaquea en varios puntos: primero, el Ej¨¦rcito se adue?¨® de la ciudad hace dos semanas despu¨¦s de casi un mes de bombardeo y controla las calles; segundo, es el Ej¨¦rcito quien rechaza la presencia de testigos extranjeros, sean miembros de la Cruz Roja Internacional o periodistas; tercero, las v¨ªctimas pertenecen a la comunidad musulmana sun¨ª, mayoritaria en el pa¨ªs y muy identificada con los rebeldes. Los grupos que combaten contra el r¨¦gimen tambi¨¦n cometen matanzas, pero sus v¨ªctimas no suelen ser sun¨ªes, sino alau¨ªes a los que se acusa de ¡°cooperar¡± con el Gobierno.
La oposici¨®n atribuye los cr¨ªmenes a los shabiha, la milicia alau¨ª (una secta minoritaria del chi¨ªsmo a la que pertenecen la familia presidencial y las ¨¦lites del r¨¦gimen) que colabora con las tropas y va de casa en casa saqueando y asesinando, en lo que se califica como ¡°trabajo de limpieza¡±. Los testimonios de miles de sirios que han logrado refugiarse en L¨ªbano y Turqu¨ªa coinciden en que el r¨¦gimen de El Asad aspira a sofocar la rebeli¨®n por la v¨ªa del terror, y ha dado luz verde a sus peores sicarios.
Los Comit¨¦s de Coordinaci¨®n Local, compuestos por activistas de la oposici¨®n que trabajan de forma independiente en cada localidad, dicen que la mayor¨ªa de los cuerpos hallados en Homs, mutilados a cuchillo y quemados, aparecieron en el barrio de Karm el Zeitun y fueron recuperados por miembros del Ej¨¦rcito Libre antes de que militares y shabiha?los hicieran desaparecer. Habi Abdal¨¢, un activista de Homs, ha declarado a France Presse que las v¨ªctimas eran 26 mujeres y 21 ni?os, degollados en algunos casos, quemados vivos en otros. Esa informaci¨®n es inverificable, dado que el Ej¨¦rcito impide el acceso de periodistas a la zona.
Los mismos comit¨¦s hablan de dur¨ªsimas operaciones militares contra poblaciones de la provincia norte?a de Idlib, cerca de Turqu¨ªa, y de frecuentes tiroteos en Hama. Asimismo, informan de la explosi¨®n de un coche cargado de explosivos junto a un colegio femenino en Daraa, al sur, donde comenz¨® la revuelta en marzo pasado. Seg¨²n esas fuentes, muri¨® una ni?a y 25 sufrieron heridas. Las alumnas de ese colegio hab¨ªan participado en manifestaciones contra el r¨¦gimen.
Los testimonios de miles de sirios que han logrado refugiarse en L¨ªbano y Turqu¨ªa coinciden en que el r¨¦gimen de El Asad aspira a sofocar la rebeli¨®n por la v¨ªa del terror
El conflicto sirio ha adquirido una din¨¢mica muy similar a la que caracteriz¨® la guerra civil en L¨ªbano: atomizaci¨®n de los bandos, matanzas indiscriminadas e imposibilidad de obtener la victoria por parte de ninguno de los contendientes. La guerra libanesa dur¨® 15 a?os, entre 1980 y 1995, caus¨® m¨¢s de 150.000 v¨ªctimas mortales entre la poblaci¨®n civil y s¨®lo acab¨® por agotamiento. En esa guerra participaron directamente Israel y Siria, y el esfuerzo de pacificaci¨®n desarrollado por tropas estadounidenses, francesas y de otros pa¨ªses concluy¨® en un rotundo fracaso y una retirada vergonzante.
Existe el riesgo de que la guerra en Siria evolucione hacia algo a¨²n peor de lo que ocurri¨® en L¨ªbano, por la abundancia de grupos religiosos (al menos 18) afectados por discordias hist¨®ricas, por la proliferaci¨®n de grupos armados (Hezbol¨¢, Ham¨¢s, Yihad Isl¨¢mica, etc¨¦tera) y de guerrilleros m¨¢s o menos independientes (formados en Afganist¨¢n, Irak o Libia) en Oriente Pr¨®ximo, y por el vendaval de islamismo que recorre el mundo ¨¢rabe.
Por el momento, la columna vertebral del Ej¨¦rcito sirio se mantiene entera y otorga al Gobierno la superioridad militar. Si el Ej¨¦rcito sigue sufriendo la sangr¨ªa de deserciones de soldados sun¨ªes registrada hasta ahora y acaba convirti¨¦ndose en una simple milicia alau¨ª, por m¨¢s que la sufrague el Estado, la libanizaci¨®n ser¨¢ irreversible.
En la oposici¨®n ya se percibe una atomizaci¨®n profunda: un periodista turco de la agencia Anatolia logr¨® visitar uno de los campos de entrenamiento de las fuerzas rebeldes en la zona monta?osa que separa Siria y Turqu¨ªa, y cont¨® hasta 70 grupos distintos, con el objetivo com¨²n de acabar con el r¨¦gimen de Bachar el Asad pero con distintos mandos y distintas ideas sobre el futuro de su pa¨ªs.
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