La Haya condena a un l¨ªder guerrillero congole?o por reclutar a ni?os soldado
La Corte Penal Internacional halla culpable a Thomas Lubanga de forzar a menores a luchar La ONU calcula que m¨¢s de 300.000 ni?os pelean en diversas milicias en el mundo
La Corte Penal Internacional (CPI) ha declarado culpable de cr¨ªmenes de guerra por reclutar ni?os soldado a Thomas Lubanga, exl¨ªder de la Uni¨®n de Patriotas Congole?a. De 51 a?os, licenciado en Psicolog¨ªa y padre de siete hijos, los jueces consideran probado que forz¨® a menores de 15 a?os a luchar entre 2002 y 2003. Ocurri¨® en el conflicto armado paralelo desatado en la provincia de Ituri, al noreste del pa¨ªs. Para la Corte, abierta hace una d¨¦cada, supone un hito en su intento de erradicar una pr¨¢ctica que ha robado la infancia a miles de peque?os en Asia, ?frica y Am¨¦rica Latina. Los jueces han fallado por unanimidad y establecer¨¢n m¨¢s adelante la cuant¨ªa de la pena que impondr¨¢n a Lubanga.
¡°Este tribunal est¨¢ convencido de que el acusado reclut¨® por la fuerza, o bien anim¨® a alistarse, a ni?os y ni?as menores de 15 a?os con el prop¨®sito de formar un Ej¨¦rcito que luchara en la pugna inter¨¦tnica de Ituri. Estamos seguros asimismo de que Thomas Lubanga estuvo involucrado en el entrenamiento de los ni?os soldado, que lucharon en las filas de las Fuerzas Patri¨®ticas para la Liberaci¨®n de Congo, brazo armado de la Uni¨®n de Patriotas Congole?a¡±, ha dicho el juez, Adrian Fulford.
Como presidente de ambas formaciones, Lubanga orden¨® que los menores pelearan en el frente. Tambi¨¦n fueron castigados con severidad y usados como guardaespaldas suyo y del resto de los comandantes. Las ni?as, adem¨¢s, realizaron tareas dom¨¦sticas en los campamentos y sufrieron abusos sexuales. Si bien la Corte acepta que eran utilizadas para su placer por los jefes, el fallo no contempla este punto. ¡°La violencia sexual perpetrada contra ellas no formaba parte de los cargos contra el acusado. Por tanto, no se le puede atribuir¡±, ha subrayado Fulford.
¡°La violencia sexual perpetrada contra ellas no formaba parte de los cargos contra el acusado"
Durante toda la audiencia, Lubanga, vestido de blanco, ha mantenido la cabeza baja. Su actitud contrastaba con la del fiscal, Lu¨ªs Moreno Ocampo, que ha ganado su primer caso ante la CPI. Y que ha contribuido a transformar el drama de los ni?os soldado en una de las prioridades de la justicia internacional. Sus m¨¦todos, sin embargo, han sido criticados por los jueces. El mismo Fulford ha dedicado parte de la lectura del fallo a subrayar los problemas derivados del uso de intermediarios (por parte de la fiscal¨ªa) para acceder a los testigos, en su mayor¨ªa antiguos ni?os soldado. ¡°La negligencia del fiscal en supervisar a estos ayudantes ha facilitado que pudieran inducir a los declarantes a retocar sus declaraciones. No ponemos en duda la credibilidad de los testigos, pero como se ha llegado a desconfiar de su verdadera identidad, ha habido que rechazar a varios. La responsabilidad de este episodio recae sobre la fiscal¨ªa¡±, ha dicho el juez.
En julio de 2010, este choque jur¨ªdico estuvo a punto de descarrilar el proceso. Los jueces ordenaron incluso la puesta en libertad de Lubanga, por considerar imposible que tuviera un juicio justo. La fiscal¨ªa no quer¨ªa desvelar la identidad de un intermediario para protegerle, aunque al final cedi¨®. Los jueces criticaron a Moreno Ocampo por excederse en sus atribuciones, pero vez cumplidas sus ¨®rdenes, el proceso sigui¨® adelante.
Seg¨²n Naciones Unidas, m¨¢s de 300.000 ni?os pelean en diversos ej¨¦rcitos y milicias del mundo. Solo en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, hab¨ªa unos 30.000 alistados durante la guerra civil (1998-2003), que cost¨® cerca de 4 millones de muertes. Los pelotones infantiles destacaron en el conflicto paralelo desatado entre 2002 y 2003 en la provincia de Ituri, al este del pa¨ªs. La zona, con minas de oro, fue el escenario de una pugna sangrienta entre las etnias hema (ganaderos) y lendu (agricultores). A su vez, se convirti¨® en un campo de batalla ocupado por los Gobiernos de Ruanda y Uganda, atra¨ªdos por la riqueza mineral. Human Rights Watch calcula que en Ituri perecieron alrededor de 60.000 personas.
Lubanga, un hema, dirig¨ªa en Ituri su grupo rebelde. A la sombra del conflicto, habr¨ªa comerciado con metales preciosos, diamantes, madera y armas. Un sombr¨ªo retrato firmado, entre otros, por Human Rights Watch. ?l lo ha rechazado present¨¢ndose ante la Corte Penal como un pol¨ªtico incomprendido. ¡°Es un pacificador castigado por la comunidad internacional por no hacer concesiones mineras a firmas extranjeras. Los ni?os soldado son un fen¨®meno aceptado por todas las partes en conflicto en Congo desde 1960¡±, en palabras de su abogados.
Lubanga fue arrestado en 2006, despu¨¦s de que el Gobierno de Congo pidiera a la Corte Penal que investigara las atrocidades cometidas a partir de 2002. Ese a?o entr¨® en vigor el Estatuto de Roma, columna vertebral de la CPI. Abierto en 2009, el caso ha conocido momentos dram¨¢ticos. Un buen ejemplo fue la declaraci¨®n de un antiguo ni?o soldado, hoy en la veintena, que se retract¨® por miedo. Una vez superado el temor a posibles represalias en Congo, describi¨® la trayectoria de los menores obligados guerrear (un 40% son ni?as). ¡°Los milicianos de Lubanga me sacaron de mi pueblo a los 11 a?os, y nos pegaban hasta morir. A las ni?as primero las violaban. Luego ellas luchaban y trabajaban para los soldados mayores. Disparaba cuando me lo ordenaban. En el asalto a una misi¨®n, matamos a todos; incluido el sacerdote¡±, asegur¨®, en febrero de 2009. El chico logr¨® salir del campamento rebelde con ayuda de su padre, y fue recogido por la ONG Save the Children.
La sentencia de la Corte Penal ha coincidido con la campa?a de la ONG estadounidense, Invisible Children, contra otro se?or de la guerra africano, el ugand¨¦s Joseph Kony. M¨¢ximo dirigente del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n del Se?or, pretende imponer una teocracia en Uganda basada en los Diez Mandamientos. La CPI le busca desde 2005 por cr¨ªmenes contra la humanidad, y le atribuye a su vez el reclutamiento de ni?os soldado. El drama de estos menores figura en el v¨ªdeo lanzado en YouTube por la ONG. Titulado Kony 2012, ha sido visto ya casi por 80 millones de personas. A pesar de las cr¨ªticas recibidas por simplificar el problema, el propio fiscal de la Corte ha reconocido que ¡°puede contribuir a la detenci¨®n de este criminal ugand¨¦s¡±. De momento, ya lo ha conseguido con el congole?o Thomas Lubanga.
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