Obama promete a Karzai revisar la guerra
El presidente afgano afirma que Washington ocult¨® datos sobre la muerte de 16 civiles
Barack Obama ha llamado hoy por tel¨¦fono al presidente de Afganist¨¢n, Hamid Karzai, para tratar de apagar el incendio desatado en los ¨²ltimos d¨ªas en ese pa¨ªs y le ha prometido un replanteamiento de la guerra en la pr¨®xima cumbre de la OTAN, en mayo. Todas las opciones parecen ahora abiertas en un conflicto que est¨¢ degenerando por minutos hacia una situaci¨®n pol¨ªticamente insostenible y, militarmente, in¨²til.
La llamada del presidente de EE UU, formalmente destinada a felicitar a su colega por el m¨¦rito de su nueva paternidad a los 54 a?os de edad, se produjo despu¨¦s de que, por segundo d¨ªa consecutivo, Karzai tuviera palabras muy duras contra el Ej¨¦rcito de EE UU. Un d¨ªa despu¨¦s de que el afgano pidiera la retirada de las tropas extranjeras a sus cuarteles a partir del pr¨®ximo a?o, este viernes acus¨® al Pent¨¢gono de no haber investigado adecuadamente el caso del soldado que el pasado domingo mat¨® a 16 civiles, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os.
Dirigi¨¦ndose a un grupo de l¨ªderes de la regi¨®n, Karzai se quej¨® de que no se hab¨ªa permitido el acceso a la investigaci¨®n de los responsables afganos y sugiri¨® que EE UU puede estar ocultando datos. ¡°Esto ha durado demasiado. Hasta aqu¨ª hemos llegado. Esta forma de actuar, este comportamiento no se puede tolerar¡±, advirti¨®.
Con la actitud de Karzai, que se confunde a veces con la de los rivales norteamericanos, la misi¨®n en Afganist¨¢n queda en limbo peligroso. Un comunicado emitido por la Casa Blanca tras la conversaci¨®n telef¨®nica ilustra bien el estado de confusi¨®n reinante. Por un lado, recuerda que ¡°el proceso de transici¨®n y la plena asunci¨®n de responsabilidades por las fuerzas afganas¡± tendr¨¢ lugar ¡°al final de 2014¡±, as¨ª como que ¡°las operaciones de combate empezar¨¢n a ser dirigidas por las fuerzas afganas, con el apoyo de las fuerzas de EE UU, en 2013¡±. Pero, a continuaci¨®n, abre una serie de posibilidades que dejan el panorama en una gran incertidumbre.
Karzai quiere que las tropas extranjeras no salgan de sus cuarteles
El comunicado evita toda referencia espec¨ªfica al calendario de retirada, menciona ¡°pr¨®ximas conversaciones¡± sobre ¡°la presencia de tropas extranjeras en las ciudades afganas¡± y, finalmente, abre la puerta a cualquier reconsideraci¨®n en la reuni¨®n de la OTAN. ¡°El presidente Obama¡±, afirma el texto de la Casa Blanca, ¡°reiter¨® su esperanza de recibir al presidente Karzai en la cumbre de Chicago, donde todos, junto a nuestros aliados de la OTAN, definiremos juntos la pr¨®xima fase de la transici¨®n¡±. Es decir, no se descarta que se tome en consideraci¨®n el deseo del presidente afgano de que los soldados extranjeros se queden en sus bases a partir del a?o pr¨®ximo, que ser¨ªa tanto como retirarlos de la guerra.
Esa alternativa podr¨ªa dejar a Karzai en una posici¨®n ideal: popularmente fortalecido por haber sacado de las calles a las tropas extranjeras, pero con una salvaguarda acuartelada para intentar prevenir la toma del poder por parte de los talibanes. Estos, por su parte, tambi¨¦n anunciaron el jueves la suspensi¨®n de las negociaciones de paz con EE UU y parecen preparase igualmente ya para un Afganist¨¢n posOTAN.
En definitiva, el edificio se resquebraja a una velocidad vertiginosa. Ya es pr¨¢cticamente imposible que la estrategia actual se mantenga, como deseaba Obama, hasta despu¨¦s de las elecciones de noviembre. En estos momentos, incluso es dudoso que aguante hasta la cumbre de mayo. Conscientes del grado de ilegitimidad alcanzado por la presencia extranjera, los talibanes pueden estar m¨¢s tentados que nunca de convertir esta nueva estaci¨®n b¨¦lica en una pesadilla militar.
Formalmente, la Administraci¨®n norteamericana insiste en que los planes en Afganist¨¢n se mantienen tal y como estaban, pero esto ya resulta dif¨ªcil de vender hasta para la propia opini¨®n p¨²blica norteamericana, que quiere mayoritariamente la retirada. Posiblemente no sea un tema a explotar electoralmente por los candidatos republicanos, que nunca van a defender una aceleraci¨®n del repliegue, pero s¨ª va a ser un asunto que empa?e gravemente el historial de pol¨ªtica exterior que Obama pretend¨ªa presentarle a los votantes.
Incluso aunque el presidente norteamericano se empe?ase a acudir a la cumbre de Chicago sin cambios en la estrategia para Afganist¨¢n, lo har¨ªa en una posici¨®n mucho m¨¢s d¨¦bil ante aliados que estos d¨ªas estar¨¢n sintiendo la presi¨®n de sus propias opiniones p¨²blicas para sacar a sus soldados cuanto antes.
Esta guerra se inici¨® para perseguir a los autores del 11-S, que ten¨ªan refugio en Afganist¨¢n. Despu¨¦s se defendi¨® con insistencia en que se combat¨ªa a los enemigos de Occidente all¨ª para no tener que combatirlos en la propia casa. ?Qu¨¦ enemigos? ?Qu¨¦ peligro representan? ?Qu¨¦ riesgo corre Occidente por irse de Afganist¨¢n? ?Qu¨¦ beneficios se obtienen qued¨¢ndose? Todas estas preguntas, en la mente de cualquiera, son hoy un examen que Obama tendr¨ªa muy dif¨ªcil pasar.
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