Un cuarto ministro de Pi?era sale del Gobierno chileno por un conflicto social
El titular de Energ¨ªa renuncia por haber sido marginado del acuerdo que puso fin a las movilizaciones en Ays¨¦n
El presidente chileno, Sebasti¨¢n Pi?era, ha aceptado la renuncia de su ministro de Energ¨ªa, Rodrigo ?lvarez, que el viernes present¨® su dimisi¨®n tras ser excluido del pacto que puso fin al conflicto de 40 d¨ªas en la regi¨®n patag¨®nica de Ays¨¦n. El jefe de Estado lo hizo en medio de su gira por Asia y despu¨¦s de que medios locales y parlamentarios oficialistas dieran a conocer p¨²blicamente la decisi¨®n del secretario de Estado.
La salida de ?lvarez fue confirmada por el portavoz del Ejecutivo, Andr¨¦s Chadwick, quien indic¨® que la renuncia se hizo efectiva a trav¨¦s de una carta, sin precisar los motivos que argument¨® el titular de Energ¨ªa para dejar la cartera. Sin embargo, indic¨® que ¡°ning¨²n ministro puede anteponer razones personales¡± a ¡°los objetivos de Gobierno¡±.
Es la cuarta vez que un secretario de Estado sale de la Administraci¨®n de Pi?era a causa de un conflicto social. En enero de 2011, renunci¨® al cargo al entonces ministro de Energ¨ªa, Ricardo Rainieri, tras las manifestaciones en la regi¨®n de Magallanes por el alza del precio del combustible. En julio pasado, el presidente relev¨® al entonces titular de Educaci¨®n, Joaqu¨ªn Lav¨ªn, en medio de las movilizaciones estudiantiles. Lo reemplaz¨® el abogado Felipe Bulnes, que lider¨® la cartera en los momentos m¨¢s complejos de las protestas. Pero tras siete meses en el cargo, en diciembre pasado opt¨® por dejar el Gobierno.
El presidente Pi?era se?al¨® en esa ocasi¨®n que la renuncia obedec¨ªa a motivos personales. Sin embargo, el propio Bulnes aclar¨® que su salida tambi¨¦n estaba basada en razones pol¨ªticas. Nunca estuvo de acuerdo, por ejemplo, con que el jefe de Estado, en contra de la estrategia de radicar el debate educacional en el Congreso, decidiera a fines de agosto invitar a los dirigentes a conversar en el palacio presidencial de La Moneda.
La renuncia del ministro ?lvarez tambi¨¦n es producto de diferencias de conducci¨®n con el Ejecutivo. Seg¨²n lo publicado por el diario La Tercera, el secretario de Estado, que era el encargado oficial de buscar una soluci¨®n con los pobladores de Ays¨¦n, se enter¨® por la prensa de que el Gobierno hab¨ªa decidido recibir a los dirigentes en el palacio presidencial el pasado jueves. Al d¨ªa siguiente de ese encuentro, tres ministros se reunieron con los l¨ªderes de Ays¨¦n durante ocho horas. Juntos anunciaron el acuerdo que puso fin al conflicto del sur, que se inici¨® el 13 de febrero y que dio lugar a cortes de caminos y el desabastecimiento de la zona. En ninguna de las dos citas particip¨® el titular de Energ¨ªa, cuyo liderazgo estaba siendo cuestionado por los patag¨®nicos.
El pacto entre ambas partes contempl¨® un bono extraordinario a la mano de obra y el establecimiento de una zona franca que incluye la venta de combustibles, una de las principales demandas de los habitantes de una zona donde la gasolina cuesta un 40% m¨¢s que en otras ciudades del pa¨ªs. Esto caus¨® la molestia de ?lvarez, que nunca cont¨® con el benepl¨¢cito presidencial para llevar adelante estas soluciones, aunque permaneci¨® casi un mes negociando con los pobladores de Ays¨¦n, a 1.600 kil¨®metros al sur de Santiago.
La dimisi¨®n ha causado gran revuelo pol¨ªtico en el pa¨ªs. La Uni¨®n Dem¨®crata Independiente (UDI), partido aliado del Gobierno al que pertenece ?lvarez, acus¨® a La Moneda de tratar ¡°injustamente¡± al ministro. ¡°Las descoordinaciones por parte de la autoridad pol¨ªtica generaron esta situaci¨®n que culmin¨® en la renuncia¡±, se?al¨® Juan Antonio Coloma, presidente de la formaci¨®n oficialista, que ha mantenido una tensa relaci¨®n con Pi?era durante sus dos a?os de mandato.
El conflicto de Ays¨¦n ha provocado m¨²ltiples problemas al Gobierno chileno. No solo porque se tard¨® m¨¢s de un mes en controlar el estallido social, sino porque tanto los habitantes de la zona como la oposici¨®n han denunciado violencia policial. El Ejecutivo, de hecho, hace diez d¨ªas present¨® querellas invocando la Ley de Seguridad Interior del Estado contra 22 ciudadanos. Tras la salida del ministro ?lvarez se resiente a¨²n m¨¢s la relaci¨®n entre La Moneda y sus socios de la UDI y, nuevamente, quedan al descubierto los problemas entre el presidente y sus secretarios de Estado a la hora de tomar decisiones clave.
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