Obama promete una nueva era de asociaci¨®n con Am¨¦rica Latina
El presidente estadounidense reclama a la cumbre "promover la democracia en Cuba"
Despu¨¦s de a?os de olvido y atra¨ªdo ahora por las enormes oportunidades econ¨®micas que esta regi¨®n ofrece, Barack Obama ha prometido este s¨¢bado en la cumbre de Cartagena una nueva era de asociaci¨®n con Am¨¦rica Latina. Contener la penetraci¨®n de China, abrir mercados para los productos norteamericanos y revitalizar la influencia pol¨ªtica de Estados Unidos, crecientemente en entredicho, forman parte de los objetivos de la Casa Blanca con esta nueva estrategia.
¡°Para las Am¨¦ricas, este es un momento muy prometedor¡±, manifest¨® Obama en una reuni¨®n con empresarios de la regi¨®n. ¡°Se calcula que el comercio a trav¨¦s del hemisferio es solo la mitad de lo que podr¨ªa ser. Tenemos que hacerlo mejor. Con cerca de mil millones de ciudadanos, mil millones de consumidores, entre nosotros, es mucho lo que podemos hacer¡±, asegur¨®.
Estados Unidos est¨¢ a punto de poner en marcha dos nuevos tratados de libre comercio en el ¨¢rea ¡ªColombia y Panam¨¢¡ª y sigue siendo un polo de atracci¨®n para las empresas y los Gobiernos latinoamericanos, pero la promesa de Obama puede llegar demasiado tarde. China ha avanzado de forma espectacular en los ¨²ltimos a?os, es ya el principal socio comercial de varios pa¨ªses, incluida la gran potencia regional, Brasil, y le disputa a EE UU el liderazgo tradicional en el volumen total de inversiones extranjeras.
Pr¨¢cticamente todos los gobernantes latinoamericanos se quejan de la absoluta indiferencia que la Administraci¨®n norteamericana ha mostrado hacia sus vecinos del sur a lo largo de los tres ¨²ltimos a?os y, en conversaciones privadas, se muestran hoy m¨¢s que esc¨¦pticos de que las palabras de Obama se traduzcan en medidas tangibles a corto plazo.
Preocupado por contener a China en Asia y por buscar una posici¨®n dominante en la regi¨®n del Pac¨ªfico, EE UU ha comprobado c¨®mo China se le colaba en lo que antiguamente se entend¨ªa como su patio trasero, en perjuicio no solo de su credibilidad como potencia, sino tambi¨¦n de sus posibilidades con vistas a un futuro que, como nunca en la historia, se observa hoy con gran optimismo en Am¨¦rica Latina.
Obama trata ahora de recuperar el terreno perdido, no por la v¨ªa acostumbrada en este continente de la presi¨®n pol¨ªtica y la imposici¨®n de condiciones, sino dando un impulso al comercio y al libre mercado desde una posici¨®n de igualdad. ¡°Tenemos que aceptar que estamos en un mundo nuevo y que tenemos que relacionarnos de otra manera¡±, reconoci¨® el presidente norteamericano. ¡°Si EE UU se da cuenta de que sus intereses estrat¨¦gicos de largo plazo no est¨¢n en Afganist¨¢n o Pakist¨¢n, sino en Am¨¦rica Latina, tendremos grandes resultados¡±, pronostic¨® el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
La mayor¨ªa de los presentes en esta cumbre albergan, no obstante, serias dudas al respecto. En unos casos, porque se aprecia que, mientras Obama habla de libre comercio, su pa¨ªs sigue imponiendo medidas proteccionistas. ¡°Si quieres que un ni?o camine, no le impidas andar; si quieres que una industria exporte, no la protejas¡±, advirti¨® el presidente de M¨¦xico, Felipe Calder¨®n. En otros casos, se sospecha que el repentino inter¨¦s de Obama en Am¨¦rica Latina est¨¢ movido por los intereses electorales.
Antes de llegar a Cartagena, el presidente norteamericano hizo una escala en Tampa (Florida), donde est¨¢n asentadas algunas de las empresas interesadas en expandir sus negocios en Am¨¦rica Latina. All¨ª, Obama habl¨® de los empleos que se pueden crear con ese comercio, de los beneficios que este acercamiento pueden tener para EE UU y, particularmente, para Florida, uno de los Estados decisivos para elecciones del pr¨®ximo mes de noviembre.
La presencia de Obama en la Cumbre de las Am¨¦ricas le permite, adem¨¢s, pronunciar alguna frase en espa?ol y mostrar mayor proximidad f¨ªsica y emocional con los pa¨ªses de los que proceden la importante comunidad hispana, que tendr¨¢ un papel tan destacado en las presidenciales.
Uno de los 33 presidentes que participan en esta cumbre se quejaba ayer en privado de que ¡°EE UU ha tra¨ªdo su pol¨ªtica dom¨¦stica a esta reuni¨®n¡±. Indudablemente, el calendario electoral es el asunto m¨¢s acuciante en estos momentos para la Casa Blanca. Eso facilita la relaci¨®n amistosa que ayer se apreci¨® en los foros de esta conferencia, pero dificulta las opciones del presidente de avanzar en problemas pol¨ªticos como el de Cuba. Precisamente la importancia electoral de Florida, donde reside la mayor parte del exilio cubano, impide cualquier flexibilidad de Obama en esa materia. Ayer se limit¨® a decir que ¡°uno de los desaf¨ªos que afrontamos ahora es el de promover la democracia en Cuba¡±.
En la anterior cumbre, celebrada en 2009 en Trinidad y Tobago, un Obama reci¨¦n elegido present¨® una pol¨ªtica audaz de acercamiento a Cuba. Despu¨¦s de tres a?os sin ning¨²n progreso, todo lo que puede hacer ahora el presidente es, como hizo con el presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, prometerle a sus colegas latinoamericanos que el a?o pr¨®ximo podr¨¢ ser m¨¢s flexible.
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