Cae el Gobierno holand¨¦s al perder el apoyo de la extrema derecha
El l¨ªder xen¨®fobo Geert Wilders rechaza el l¨ªmite presupuestario del 3% impuesto por Bruselas. El primer ministro, Mark Rutte, informa a la reina Beatriz y se ver¨¢ obligado a convocar elecciones


El Gobierno holand¨¦s de liberales y democristianos, en minor¨ªa y sostenido desde el Parlamento por la extrema derecha, ha ca¨ªdo al perder el apoyo del l¨ªder xen¨®fobo, Geert Wilders. La raz¨®n ha sido el nuevo ajuste presupuestario de hasta 16.000 millones de euros necesario para que el pa¨ªs cumpla con el 3% de d¨¦ficit impuesto por la UE.
Holanda lleva dos a?os en recesi¨®n, y el recorte adicional deb¨ªa sumarse al ahorro de18.000 millones de euros ya pactado tras las elecciones del 2010. Wilders, que es la segunda fuerza nacional, respald¨® entonces su apoyo al Gobierno de centroderecha a cambio de mano dura en materia de inmigraci¨®n en integraci¨®n. Como las cifras siguen sin cuadrar (para 2013 se espera un d¨¦ficit del 4,6%), ha decidido lanzar el guante. Mark Rutte, primer ministro liberal, ha informado ya a la reina Beatriz y no ve otra salida que convocar elecciones anticipadas.
El Gabinete ha estado dos a?os escasos en el poder, pero seg¨²n Wilders ¡°las exigencias de Bruselas son una tonter¨ªa. Al cuerno con ellas. El paro solo subir¨ªa y no puedo defender ante mis votantes que los pensionistas perder¨¢n poder adquisitivo¡±, ha dicho, al explicar su rechazo a un pacto econ¨®mico que llevaba casi dos meses fragu¨¢ndose.
Para Rutte la situaci¨®n es desastrosa. Tambi¨¦n en lo personal. Durante las largas reuniones de las ¨²ltimas semanas, celebradas en La Haya, ha intentado convencer a Wilders de que era posible. Que si todos ced¨ªan un poco, en la mejor tradici¨®n pactista nacional, donde cuadrar las cuentas es m¨¢s importante que las ideol¨®gicas, lograr¨ªan las cuentas adecuadas. Antes de la ruptura definitiva, Wilders pidi¨® un refer¨¦ndum sobre el euro y la vuelta al flor¨ªn. Le dijeron que era imposible y pareci¨® conformarse. Hubo incluso un momento muy fotog¨¦nico, en que Rutte pas¨® bromeando el brazo por encima del hombro de Wilders. Las c¨¢maras lo captaron desde varios ¨¢ngulos porque sucedi¨® despu¨¦s de encontronazo del euro. Era un espejismo. A pesar de que el resto del arco pol¨ªtico pens¨® que habr¨ªa acuerdo, no ha habido forma.
¡°Al Partido de la Libertad de Wilders le ha faltado voluntad pol¨ªtica. Est¨¢bamos casi listos. Y ten¨ªamos sobre la mesa medidas que repart¨ªan de forma equitativa las cargas¡±, ha dicho el primer ministro, con gesto sombr¨ªo, al anunciar la ruptura. ¡°Hemos removido cielo y tierra para alcanzar un acuerdo. Wilders deja a 16 millones de holandeses en la estacada¡±, ha a?adido el democristiano Maxime Verhagen, algo oscurecido los ¨²ltimos d¨ªas. Pero adem¨¢s de grave, la situaci¨®n es ahora algo confusa.
Al Partido de la Libertad de Wilders le ha faltado voluntad pol¨ªtica. Est¨¢bamos casi listos" Mark Rutte, primer ministro holand¨¦s
Como los Gobiernos holandeses son siempre de coalici¨®n, y los acuerdos alcanzan la filigrana, al primer ministro le queda una tarea ins¨®lita. Los plazos de Bruselas son insalvables y Holanda debe presentar su plan de ahorro a finales de abril. De modo que el liberal Rutte tratar¨¢ de convencer el lunes a la oposici¨®n de que secunde al menos uno presentable para elevarlo a la Comisi¨®n Europea. No lo tiene f¨¢cil.
La socialdemocracia, el mayor partido opositor, cuenta con un nuevo l¨ªder, Diederik Samson, deseoso de dejar su huella y recuperar el poder. Por su parte, los socialistas radicales vienen desde hace varias semanas subiendo con fuerza en los sondeos. Es el otro extremo de Wilders y son igualmente tibios con la UE. Si entre todos abandonan al Gobierno, adem¨¢s de adelantar los comicios, Holanda sufrir¨¢ un panorama econ¨®mico desolador para el mayor contribuyente neto de la UE.
Otra cosa son las razones de Wilders para romper la baraja. Tal vez estribe en la p¨¦rdida de popularidad de los ¨²ltimos tiempos. Mientras el socialismo radical sub¨ªa, su Partido de la Libertad bajaba. El peor momento ha sido esta misma semana, durante la visita de Estado del presidente de Turqu¨ªa, Abdula G¨¹l. El l¨ªder xen¨®fobo le ha insultado sin rubor en su cuenta de Twitter. Ha dicho que ¡°se burla de los cristianos, vapulea a los kurdos y es amigo de los terroristas de Ham¨¢s¡±.
Sin olvidar que el pr¨®ximo 1 de mayo Wilders presentar¨¢ en Estados Unidos un libro contra el islam que pretende recoger su ideario m¨¢s profundo. Titulado Destinado a morir: La guerra del Islam contra Occidente y contra m¨ª, muestra el grado de protagonismo internacional que se atribuye. En casa, suaviza el lenguaje y califica de ¡°encantadora¡± la posibilidad de llegar a primer ministro
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