Las malas compa?¨ªas de un exjuez venezolano
Aponte, acusado de colaboraci¨®n con el ¡®narco¡¯, se?ala a su vez a media docena de oficiales del Ej¨¦rcito
Las denuncias del exmagistrado venezolano Eladio Aponte, acusado en Caracas de colaborar con el narcotr¨¢fico y desde la semana pasada testigo clave en las investigaciones de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), coinciden con las versiones que indican que desde hace casi una d¨¦cada opera en Venezuela un grupo de traficantes manejado por militares. Las acusaciones p¨²blicas de Aponte se?alan, hasta ahora, a media docena de oficiales que ocupan o han ocupado altos cargos en la administraci¨®n de Hugo Ch¨¢vez, incluyendo al actual ministro de Defensa.
Aponte es abogado y coronel retirado de la Guardia Nacional. Fue presidente de Guerra Permanente del Estado de Aragua, director de la Coordinaci¨®n Estadal Antidrogas y Fiscal Militar, antes de ser juramentado como magistrado del Supremo venezolano y presidente de la Sala de Casaci¨®n Penal, el 15 de diciembre de 2004. En esa ¨¦poca, asegura hoy la Fiscal¨ªa de Venezuela, Aponte ya hac¨ªa negocios con el narcotraficante Walid Makled: uno de los tres hombres m¨¢s buscados por la DEA, detenido en Colombia en 2010 y deportado despu¨¦s a Venezuela. De acuerdo con un informe aprobado el 25 de enero pasado por el Consejo Moral Republicano de Venezuela, Aponte entreg¨® a Makled en 2004 un carnet que le acreditaba como ¡°asistente del Despacho del Fiscal General Militar¡± y que fue incautado en el momento de su detenci¨®n.
Hasta el momento, el juez Aponte ha acusado de tener v¨ªnculos con el narco al ministro de Defensa y exdirector de Inteligencia Militar, Henry Rangel Silva; al general Cl¨ªver Alcal¨¢ Cordones, comandante de la IV Divisi¨®n Blindada del Ej¨¦rcito; al general Hugo Carvajal Barrios, excomandante de la Direcci¨®n de Inteligencia Militar; al general N¨¦stor Reverol, director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA); al general Isa¨ªas Baduel, exministro de Defensa, actualmente detenido en una c¨¢rcel militar por supuesta corrupci¨®n; y al contraalmirante Luis Enrique Cabrera Aguirre, uno de los cinco miembros del Estado Mayor Presidencial. Tres de ellos ¡ªlos generales Rangel, Alcal¨¢ y Carvajal¡ª fueron sancionados en 2008 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE UU por colaborar con las actividades de narcotr¨¢fico de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Makled declar¨® que conservaba al menos seis videos y un legajo de documentos que demostraban los v¨ªnculos de 40 generales venezolanos, de cinco diputados y del hermano del actual ministro de Interior y Justicia de Venezuela con sus negocios il¨ªcitos. Tales documentos, sin embargo, no se han hecho p¨²blicos. Entre otros cargos, Makled esta siendo juzgado por enviar a M¨¦xico 5,5 toneladas de coca¨ªna a trav¨¦s del Aeropuerto Internacional de Maiquet¨ªa, que sirve a Caracas, y de estar involucrado en el asesinato del periodista Orel Sambrano, ocurrido en enero de 2009.
Otro periodista, Mauro Marcano, fue tambi¨¦n asesinado en septiembre de 2004 por una pareja de sicarios. Marcano hab¨ªa denunciado la existencia del denominado cartel del Sol o de los Soles: una banda integrada por oficiales de las Fuerzas Armadas que manejaba el transporte ilegal de drogas desde el Oriente de Venezuela hacia el Caribe, Estados Unidos y Europa. De acuerdo con investigaciones publicadas en medios colombianos, entre ellos la revista Semana, en los a?os que siguieron, este cartel desplaz¨® presuntamente a dos de las bandas criminales colombianas m¨¢s importantes que operaban en Venezuela: Los Rastrojos y el grupo de El Loco Barrera.
El Gobierno de Venezuela ha desestimado estas informaciones, atribuy¨¦ndolas a una campa?a sucia para desprestigiar a la revoluci¨®n. Como prueba de su compromiso en la lucha contra el narcotr¨¢fico, el ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami, repasa continuamente la amplia lista de narcotraficantes de peso que han sido detenidos en el pa¨ªs en los ¨²ltimos tres a?os. Entre ellos: Maximiliano Bonilla, El Valenciano, jefe de la denominada Oficina del Envigado; Carlos Renter¨ªa, Beto, jefe del cartel del Norte del Valle; Luis Frank Tello, Loco Frank, vinculado a Los Zetas mexicanos y a la banda criminal colombiana del Loco Barrera y Herm¨¢goras Gonz¨¢lez, jefe del cartel de la Guajira, quien portaba credenciales militares de Venezuela. Sin embargo, quienes insisten en vincular al Gobierno de Ch¨¢vez con el narcotr¨¢fico creen que este tipo de acciones forma parte de la lucha interna de altos cargos venezolanos, supuestamente corrompidos, por ganarle terreno a sus competidores m¨¢s cercanos.
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