Habla el agente de la CIA que orden¨® destruir los v¨ªdeos del 'waterboarding'
Jos¨¦ Rodr¨ªguez, el hombre a cargo del programa de c¨¢rceles secretas del Gobierno de George W. Bush, relata en un libro la decisi¨®n de acabar con las cintas que probaban la tortura
Jos¨¦ Rodr¨ªguez asegura que hace cinco a?os decidi¨® saltarse toda la burocracia y hacer algo que, al fin y al cabo, autorizaban los abogados de la CIA, seg¨²n su propio relato. ¡°No me iba a sentar y esperar otros tres a?os a que alguien tuviera el coraje de hacerlo¡±, explica Rodr¨ªguez, el hombre que estuvo al frente de las c¨¢rceles secretas de la CIA que la Administraci¨®n de George W. Bush abri¨® en el extranjero durante la llamada guerra contra el terrorismo.
El episodio al que se refiere Rodr¨ªguez fue la destrucci¨®n de varios v¨ªdeos grabados durante interrogatorios en una prisi¨®n secreta de Tailandia a dos sospechosos de terrorismo ¨CAbu Zubaydah y Abd Al Nashiri- y en los que se les practicaba la t¨¦cnica conocida como waterboarding o asfixia simulada. Rodr¨ªguez ya no forma parte hoy de las filas de la agencia de espionaje pero ha decidido relatar aquellos a?os a trav¨¦s de un libro que saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo lunes y al que ya han tenido acceso algunos medios. Si aquellos v¨ªdeos se hac¨ªan p¨²blicos, despu¨¦s del esc¨¢ndalo que hab¨ªa supuesto Abu Ghraib, estar¨ªan en peligro la vida de agentes y militares estadounidenses en todo el mundo, justifica Rodr¨ªguez. "Deshaceros de esas im¨¢genes feas", fue la sencilla y directa orden tajante que dio Rodr¨ªguez.
En ¡®Medidas Duras: C¨®mo las Acciones Agresivas de la CIA tras el 11-S Salvaron Vidas Americanas¡¯, Rodr¨ªguez a?ade un cap¨ªtulo m¨¢s a la narrativa que durante a?os ha sido explorada por periodistas, investigadores y grupos de derechos civiles desde que se revelase la destrucci¨®n de los v¨ªdeos en 2007. La noticia provoc¨® entonces una investigaci¨®n del Departamento de Justicia que no produjo cargos a pesar de que la opini¨®n p¨²blica acusaba a Rodr¨ªguez de haber encubierto torturas y haber impedido que el p¨²blico supiese de la brutalidad de los interrogatorios que practicaba la CIA en el extranjero, lejos de la justicia norteamericana.
Rodr¨ªguez es muy cr¨ªtico con las pol¨ªticas antiterroristas que hoy practica la Administraci¨®n de Barack Obama. Seg¨²n explica el ex alto cargo de la CIA, si no se puede capturar e interrogar a los presuntos terroristas, la CIA tiene que confiar en otros medios (como los aviones no tripulados), no tan fiables, para obtener la fotograf¨ªa de lo que sucede. Este hombre nacido en Puerto Rico, hijos de profesores, licenciado en leyes antes de ser reclutado por la CIA, asegura que se puso enfermo cuando oy¨® calificar al presidente Obama como ¡°torturadores¡± a ¨¦l y sus colegas de la agencia.
C¨®mo la existencia de las cintas lleg¨® a ser conocida por el mundo es algo que explica Rodr¨ªguez en el libro y que sucedi¨® porque recibi¨® un mensaje de ¨²ltima hora que ley¨® en el ¨²ltimo momento. De otra manera las hubiera destruido, ya que se estaba ejecutando la orden de desmantelar la c¨¢rcel secreta en la que se almacenaban.
En el proceso de no dejar ni una sola huella de lo que all¨ª hab¨ªa ocurrido, la jefa a cargo del cierre de la prisi¨®n pregunt¨® a Rodr¨ªguez si pod¨ªa quemar en una hoguera en la que estaban destruyendo documentos una caja llena de cintas de v¨ªdeo viejas grabadas durante los primeros d¨ªas de interrogatorios a Abu Zubaida, -hoy en Guant¨¢namo y que sufri¨® waterboarding 83 veces mientras estuvo en manos de la CIA-. Rodr¨ªguez consult¨® a esferas m¨¢s altas y le fue ordenado que no se deshiciera de ellas. ¡°Gu¨¢rdalas. Creemos que debemos tenerlas todav¨ªa un poco m¨¢s¡±.
Seg¨²n escribe Rodr¨ªguez, ¡°si ese mensaje hubiese llegado unos minutos m¨¢s tarde, mi vida hubiese sido m¨¢s f¨¢cil en los a?os que estaban por venir¡±.
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