Baja la presi¨®n b¨¦lica sobre Ir¨¢n
Est¨¢ claro que antes de las elecciones Obama no va a desencadenar una operaci¨®n tan arriesgada
Unas pocas semanas desde la publicaci¨®n del comentario pol¨ªtico, que G¨¹nter Grass llam¨® poema, ha disminuido la amenaza de una guerra preventiva por parte de Israel para impedir, no tanto que Ir¨¢n construya una bomba at¨®mica, como que cuente con todos los medios de montarla en el momento que quiera, que es lo que parece que por ahora pretende.
?No es mi intenci¨®n comentar el texto de Grass que acusa a Alemania de corresponsable de una guerra en Medio Oriente de consecuencias incalculables, que Israel propugna como ultima ratio para evitar que Ir¨¢n consiga la bomba, ni tampoco reflexionar sobre la reacci¨®n desorbitada que inmediatamente se produjo, culp¨¢ndolo de antisemita, an¨¢lisis que confieso ser¨ªa mucho m¨¢s interesante. Como prueba se aduce la pertenencia del todav¨ªa adolescente a las SS, hecho que ocult¨® a lo largo de su vida, pero tambi¨¦n fue el que lo revel¨®. El ¨²nico alegato que hizo Grass en su defensa es que tal vez se hab¨ªa equivocado al hablar de Israel, cuando ¨²nicamente hubiera debido mencionar a Benjam¨ªn Netanyahu.
En muy poco tiempo ha amainado la tensi¨®n b¨¦lica, debido tanto a la experiencia que ha tenido Estados Unidos con las guerras preventivas que, por lo dem¨¢s, proh¨ªbe taxativamente la Carta de Naciones Unidas, como porque es cada vez m¨¢s consciente de que ha de compaginar el apoyo a Israel con sus intereses en el mundo ¨¢rabe que, como es sabido, pasa por un momento harto conflictivo e incierto.
Que Estados Unidos no est¨¢ dispuesto a lanzarse a una nueva aventura b¨¦lica se evidencia en el hecho de que el Pent¨¢gono haya filtrado que Israel por s¨ª solo no tiene la capacidad a¨¦rea para atacar a la vez los veintitantos objetivos que ser¨ªa necesario para desbaratar el proyecto nuclear, ni posee las bombas especiales que se requieren para destruir instalaciones subterr¨¢neas, protegidas con m¨¢s de 60 metros de hormig¨®n. Est¨¢ claro que antes de las elecciones Obama no va a desencadenar una operaci¨®n tan arriesgada y, si resulta reelegido, se ver¨¢ libre de la presi¨®n de la comunidad jud¨ªa, al no necesitar ya de sus votos. La cuesti¨®n solo se replantea si ganase el candidato republicano.
A su vez, seg¨²n Der Spiegel, el jefe de las Fuerzas Armadas israel¨ªes, Benny Gantz, ha afirmado que Ir¨¢n todav¨ªa no ha decidido construir la bomba at¨®mica, acallando de plano la ret¨®rica belicista de Netanyahu. Con ella trataba de contener las protestas sociales de este ¨²ltimo tiempo, as¨ª como responder a una mayor presi¨®n de los partidos religiosos de ultraderecha con los que gobierna el Likud, empe?ados en negar a todo trance un Estado propio a los palestinos y en seguir ampliando las colonias jud¨ªas en territorio ocupado.
No har¨¢ falta insistir en los enormes peligros que conlleva la proliferaci¨®n de armas nucleares, ni tampoco en que en cuanto un pa¨ªs se nucleariza, antes o despu¨¦s, los dem¨¢s de la regi¨®n tratan de acceder a las mismas armas. La posesi¨®n de armas nucleares por Israel, primero secreta y negada, luego admitida, lejos de contribuir a su seguridad, a la larga podr¨ªa ser un factor que convirtiese toda la regi¨®n en un infierno nuclear.
Como ha puesto de manifiesto el presidente Obama, el ¨²nico camino que lleva a controlar, y termina por impedir la proliferaci¨®n, es ir reduciendo el arsenal de los pa¨ªses con armas at¨®micas hasta su completa desaparici¨®n. Conseguir una desnuclearizaci¨®n completa, el ¨²nico objetivo que parece racional, se muestra, sin embargo, por completo ilusorio. Larga es la lista de obst¨¢culos que hace, no ya dif¨ªcil, sino altamente improbable, que se avance por esta v¨ªa. ?En tan tr¨¢gica coyuntura nos encontramos!
La comunidad internacional debiera ofrecer a Ir¨¢n la desnuclearizaci¨®n total de la regi¨®n, como compensaci¨®n a que renuncie a un armamento at¨®mico propio. Y esta ¨²nica v¨ªa que, al menos en teor¨ªa, se abre en el actual conflicto at¨®mico de Oriente Medio se muestra por completo irreal. Por su absoluta falta de operatividad, suena a desquiciada una propuesta tan racional desde el punto de vista de la supervivencia de la humanidad. El que goza de una posici¨®n privilegiada en ning¨²n caso est¨¢ dispuesto a ceder un ¨¢pice de su superioridad, y para explicar que su caso es excepcional, siempre encontrar¨¢ un sinf¨ªn de argumentos.
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