M¨¦xico aprueba la primera ley para la atenci¨®n de las v¨ªctimas
El texto ha sido aprobado por la C¨¢mara de Diputados y servir¨¢ para facilitar los tr¨¢mites a los afectados y a sus familiares
Las leyes mexicanas estaban tan poco preparadas para la emergencia humanitaria por la violencia en el pa¨ªs, que actualmente es m¨¢s f¨¢cil tramitar la recuperaci¨®n de un coche robado que denunciar la desaparici¨®n de una persona. Este doloroso atraso podr¨ªa comenzar a corregirse a partir de este lunes, fecha en que la C¨¢mara de Diputados ha aprobado por unanimidad, y entre gritos de ¡°ni un muerto m¨¢s¡± proferidos por los presentes en las tribunas del recinto legislativo, la Ley General de V¨ªctimas.
¡°Una ley como esta no deber¨ªa existir pues se da a partir de una enorme tragedia colectiva, y en t¨¦rminos de lo que padece M¨¦xico llega tarde, pero hay que subrayar que afortunadamente ahora por fin existe¡±, dijo a EL PA?S Emilio ?lvarez Icaza, portavoz del Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad, colectivo de v¨ªctimas surgido hace despu¨¦s del asesinado del hijo del poeta Javier Sicilia.
La nueva ley, que surge de varias iniciativas pero que sin duda es la que demandaba el Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad, contempla la creaci¨®n de varias instancias y mecanismos para dar a las v¨ªctimas la posibilidad de pedir justicia al menor costo posible.
Una vez que sea promulgada por el presidente de la Rep¨²blica, la ley crear¨¢ el Sistema Nacional de V¨ªctimas, que articular¨¢ los esfuerzos de todas las instancias de los tres niveles de gobierno involucradas en la atenci¨®n de quienes hayan sido afectados de manera directa o indirecta por un acto delictivo o una violaci¨®n de sus derechos humanos.
La nueva ley ha sido promovida por el Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad
Asimismo, la nueva ley crear¨¢ la Comisi¨®n Ejecutiva de Atenci¨®n de V¨ªctimas, adem¨¢s de un registro nacional y un fondo econ¨®mico para procurar ayuda a las v¨ªctimas y sus familias en la tramitaci¨®n de diversas diligencias as¨ª como en la reparaci¨®n del da?o.
Nada de esto existe hoy en un pa¨ªs en el que asciende a m¨¢s de 50.000 el n¨²mero de muertos en el marco de lo que se conoce como la 'guerra' lanzada por el presidente Felipe Calder¨®n en contra del crimen organizado.
¡°Acompa?amos plenamente esta ley, somos coautores de la misma. Es un ejemplo de que se puede pasar de la protesta a la propuesta y tambi¨¦n demuestra que dialogar con las autoridades da frutos, pues este es el resultado m¨¢s concreto de los di¨¢logos de Chapultepec¡±, explic¨® ?lvarez Icaza al recordar que hace casi diez meses una delegaci¨®n de v¨ªctimas comprometi¨® en ese recinto a legisladores y gobierno a aprobar esta ley.
Actualmente, las familias se enfrentan a un verdadero v¨ªa crucis cuando desaparece uno de sus miembros, una odisea que arranca con autoridades renuentes a investigar de inmediato las denuncias de desapariciones, bajo el argumento de que quiz¨¢ simplemente el sujeto en cuesti¨®n no ha avisado de su paradero y que hay que esperar antes de investigar si fue secuestrado o retenido en contra de su voluntad. Esto prevalece incluso cuando quien desaparece es una mujer menor de edad.
Igualmente, hasta hoy la ley carece de mecanismos para garantizar la identificaci¨®n de cad¨¢veres que terminan en fosas comunes mientras cientos de familias no cuentan con los medios econ¨®micos para trasladarse a los sitios en donde han sido encontrados cuerpos, como Tamaulipas o Durango (en el norte del pa¨ªs). Cada viaje de esos supone traslados de cientos de kil¨®metros.
Por ello no es sorprendente que, cuando en mayo del a?o pasado el poeta Javier Sicilia comenz¨® a andar por el pa¨ªs con su grito de demanda de justicia, miles de personas que hab¨ªan permanecido en el anonimato salieran al encuentro del activista y se sumaran a la exigencia, lo que oblig¨® al presidente Calder¨®n y a los legisladores a entrevistarse con v¨ªctimas de todos los rincones de M¨¦xico en el Castillo de Chapultepec.
De cualquier manera, la nueva Ley General de V¨ªctimas todav¨ªa tiene que ser dotada de recursos econ¨®micos suficientes para instalar los mecanismos que contempla. ¡°Lo que se dio fue un paso, ahora nos vamos a dedicar a acompa?ar la implementaci¨®n de esta ley. Pero como dijo una se?ora que estaba en la C¨¢mara de Diputados, ella expres¨® que ahora sab¨ªa que la muerte de su hermano no hab¨ªa sido en vano, sino que esta ley podr¨ªa evitar el sufrimiento de nuevas v¨ªctimas¡±, expres¨® ?lvarez Icaza.
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