El activista contra los abortos forzados
Le llaman 'el abogado' porque desde su juventud se empe?¨® en defender a los m¨¢s d¨¦biles -discapacitados, campesinos y embarazadas- de los abusos del poder
Chen Guangcheng es sin duda una rareza en un pa¨ªs que durante tres d¨¦cadas ha loado una riqueza que deja en la cuneta a los eslabones m¨¢s d¨¦biles de la sociedad china. ¡°Enriquecerse es glorioso¡±, dijo en 1982 el llamado ¡°arquitecto de la reforma¡±, Deng Xiaoping para convencer a sus conciudadanos de la muerte del mao¨ªsmo y del nacimiento de un capitalismo salvaje con el que China se ha alzado como segunda potencia econ¨®mica mundial. Chen, que ha sacudido los cimientos de las relaciones entre los dos grandes poderes del siglo XXI, empez¨® su activismo defendiendo a los discapacitados, a los campesinos frente a las autoridades corruptas y a las embarazadas obligadas a abortar y a esterilizaciones forzosas para cumplir con la pol¨ªtica de una familia un hijo.
Su empe?o en mediar en los conflictos y asesorar a quienes no ten¨ªan medios para iniciar un proceso legal, le vali¨® que le llamaran el abogado, la profesi¨®n que ¨¦l admira, pese a que la figura del abogado defensor sigue siendo un espantajo en el sistema jur¨ªdico chino. Chen se ha formado en leyes como autodidacta y ahora conf¨ªa en viajar a EE UU para ir a la universidad.
Nacido en 1971, en plena Revoluci¨®n Cultural, en el distrito rural de Linyi, de la oriental provincia de Shandong, Chen perdi¨® la vista en la ni?ez, lo que le impidi¨® ir a la escuela. Fue analfabeto hasta que ya adulto, en 1994, pudo ir a al colegio para ciegos en Qingdao, la principal ciudad de la provincia, donde permaneci¨® cuatro a?os. Diversos medios se?alan que posteriormente estudi¨® un par de cursos en la Universidad de Medicina Tradicional de Nanjing. Volvi¨® a su provincia natal de Shandong en 2001.
Desde muy joven, Chen defendi¨® a los que, como ¨¦l, padec¨ªan una discapacidad. Con el pa¨ªs empe?ado en la reforma del sistema, los discapacitados eran tratados casi como apestados. Chen trat¨® de conseguirles distintos beneficios y apoyos para su formaci¨®n e integraci¨®n en la sociedad.
No tuvo problemas serios hasta que en junio de 2005 denunci¨® que las autoridades locales de Shandong realizaban abortos forzosos a mujeres en avanzado estado de gestaci¨®n y esterilizaciones para cumplir las cifras de poblaci¨®n que les que exig¨ªa el Gobierno central. Su informe, dirigido a Pek¨ªn para que el Gobierno actuara contra esos funcionarios, le vali¨® la ira de estos y el apoyo de organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos. Dos meses despu¨¦s fue sometido, junto a su familia, a arresto domiciliario y justo un a?o despu¨¦s, en junio de 2006, fue acusado de interumpir el tr¨¢fico y da?ar la propiedad privada. En un juicio de dos horas, con un letrado de oficio porque sus tres abogados acababan de ser detenidos, fue condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel.
Aunque sali¨® libre en 2010, las autoridades de Shandong le confinaron con su familia en una casa de la aldea de Dongshigu, sin salir ni recibir a nadie y vigilado por un centenar de agentes. Tras fingirse enfermo durante d¨ªas, el 22 de abril se escap¨® mientras su guardianes dorm¨ªan. Trasladado a Pek¨ªn en coche por una activista amiga, distintos disidentes le convencieron de refugiarse en la Embajada de EE UU, donde entr¨® el 27 de abril y permaneci¨® seis d¨ªas. Sali¨® dispuesto a permanecer en China, pero cuando su esposa le cont¨® las amenazas recibidas, decidi¨® que hora de irse.
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