Argelia pasa de largo de la ¡®primavera ¨¢rabe¡¯
Las elecciones dejan casi intacto el escenario pol¨ªtico aunque los islamistas mejoran resultados Los islamistas amenaza veladamente con una rebeli¨®n popular
Foto fija en Argelia. Su sistema pol¨ªtico es aparentemente inmune a los vientos de la primavera ¨¢rabe que soplan por el norte de ?frica. Ganan siempre los mismos y los ¨²nicos que protestaron levemente, los islamistas moderados, quedan algo marginados en la instant¨¢nea de las elecciones legislativas. La primera consulta celebrada en el pa¨ªs m¨¢s poblado del Magreb tras la eclosi¨®n de la primavera ¨¢rabe, hace ya a?o y medio, arroj¨® sorprendentemente un resultado casi id¨¦ntico a la anterior, las legislativas de 2007. El inmovilismo es total.
El Frente de Liberaci¨®n Nacional (FNL), el antiguo partido ¨²nico que ha gobernado Argelia desde la independencia, excepto cuando lo hicieron directamente los militares, roz¨® la mayor¨ªa absoluta conquistando 220 esca?os de los 462 que tendr¨¢ la futura Asamblea Popular Nacional encargada de reformar la Constituci¨®n.
En segundo lugar figura el Reagrupamiento Nacional Democr¨¢tico (68 esca?os), un partido algo artificial que encabeza el primer ministro Ahmed Ouyahia, y solo en un alejado tercer puesto se coloca la coalici¨®n islamista de la Alianza Verde (48 esca?os) que antes de la elecci¨®n se consideraba vencedora como lo fueron sus correligionarios en T¨²nez, Egipto y Marruecos. El viernes por la ma?ana aseguraba a¨²n ser la segunda fuerza.
Su derrota es incuestionable no solo porque tiene menos diputados que en la anterior C¨¢mara baja sino porque tres partidos de corte islamista se unieron en febrero para concurrir juntos. Otras dos formaciones de las mismas caracter¨ªsticas religiosas, pero que no se sumaron a la Alianza, cosecharon 11 esca?os. Los socialistas, que por una vez no boicotearon, obtuvieron 21.
Se ha producido una ¡°gran manipulaci¨®n¡±, denunci¨® la Alianza Verde en un comunicado en el que deja caer que lo sucedido puede provocar una rebeli¨®n popular de las que est¨¢ plagada la historia de Argelia. Esta mala pr¨¢ctica ¡°expone al pueblo a peligros cuya responsabilidad no asumimos¡±, concluye el texto.
La comisi¨®n integrada por los partidos pol¨ªticos para supervisar las elecciones (CNISEL) secund¨® la acusaci¨®n de los islamistas. ¡°La administraci¨®n ha cometido fraude¡±, declar¨® Merouane Benatalla a la web informativa TSA. Se quej¨® de no haber estado asociada al escrutinio en las wilayas (gobiernos civiles), donde se recopilan los resultados comunicados por los ayuntamientos que a su vez centralizan los transmitidos por los colegios electorales.
La misi¨®n de 150 observadores de la Uni¨®n Europea, que preside el eurodiputado espa?ol Jos¨¦ Ignacio Salafranca, pidi¨® que representantes de la comisi¨®n accedieran a los gobiernos civiles. Las acusaciones de enga?o, que se multiplican, y la negativa del Ministerio del Interior de entregar el censo electoral global a los observadores est¨¢ complicando su tarea.
Ni que decir tiene que el titular de Interior, Dahou Ould Kablia, hizo ante la prensa una lectura diferente de lo sucedido. ¡°Las elecciones han reforzado el apego del pueblo argelino a los valores de paz y estabilidad¡±, declar¨®. ¡°En 1991 el pueblo sancion¨® al FLN¡±, record¨® aludiendo a la victoria islamista que las urnas que fue abortada por un golpe de Estado militar. ¡°En 2012 se ha refugiado con su voto en el FLN¡±, concluy¨® dando a entender que quiso ponerse a salvo del islamismo que impera en la regi¨®n.
Dentro de dos a?os se celebrar¨¢n las presidenciales en Argelia. Ser¨¢ un nuevo test de la voluntad democr¨¢tica. Bouteflika, de 75 a?os, que es el presidente honor¨ªfico del FLN, dej¨® caer que no solicitar¨¢ un cuarto mandato. En 1999 fue aupado al poder por los militares y la iniquidad del procedimiento incit¨® a todos sus rivales a desistirse. Si en 2014 la elecci¨®n es abierta, si no se sabe de antemano qui¨¦n ser¨¢ el jefe del Estado, entonces Argelia habr¨¢ dado un paso hacia la apertura pol¨ªtica.
El pa¨ªs del Magreb en el que menos se vota
La abstenci¨®n en las legislativas argelinas alcanz¨® el 57,1%, inferior a la de las legislativas de 2007 que supuso un r¨¦cord (64,4%), seg¨²n anunci¨® el ministro del Interior, Dahou Ould Kablia, en la noche del jueves al viernes. Cuando las elecciones fueron m¨¢s democr¨¢ticas, en diciembre de 1991, y ganaron los islamistas radicales, baj¨® al 40,99%. Argelia es el pa¨ªs del Magreb en el que menos se vota.
Aunque en el entorno de Ould Kablia se confiaba en rondar el 50% de participaci¨®n, su equipo respir¨® aliviado por un porcentaje que considera digno y que no fue desautorizado por la misi¨®n de observadores de la Uni¨®n Europea que la prensa argelina sigue paso a paso. ¡°Nuestra estimaci¨®n no difiere substancialmente¡±, declar¨® el eurodiputado espa?ol Jos¨¦ Ignacio Salafranca, sin revelar cual era.
El 57,1% de abstenci¨®n no deja de ser preocupante. Lo es porque es especialmente elevada en las grandes ciudades, empezando por Argel (69,5%), en la conflictiva regi¨®n de Cabilia (80,16%) y, a juzgar por el perfil de los votantes que acudieron a los colegios, entre la juventud. ?Cu¨¢l habr¨ªa sido adem¨¢s la abstenci¨®n si un tercio de los ayuntamientos (543 sobre 1.541) no hubiese retrasado el cierre de los colegios?
Esta geograf¨ªa de la abstenci¨®n demuestra que persiste el divorcio entre la Argelia m¨¢s urbana y din¨¢mica y el r¨¦gimen pese a la generosidad con la que, desde que estall¨® la revuelta en T¨²nez, ha redistribuido la renta de los hidrocarburos ¨Cla quinta parte del gas que se consume en Europa es argelino- para tratar de acallar el descontento social. Hasta ahora ha tenido cierto ¨¦xito.
La abstenci¨®n la fomentan los islamistas m¨¢s virulentos, herederos del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n, cuya victoria abort¨® el Ej¨¦rcito en enero de 1992. El mal resultado de sus correligionarios moderados en las legislativas les incitar¨¢ a¨²n m¨¢s a seguir predic¨¢ndola. Tambi¨¦n la instigan peque?os partidos laicos, como el RCD de Cabilia, y un pu?ado de activistas.
En Argelia suceden fen¨®menos irrepetibles cuando se trata de boicotear las urnas. M¨¢s de un compromisario encargado por un partido de vigilar el desarrollo de las votaciones en un colegio electoral, confes¨® el jueves a este corresponsal que se abstendr¨ªa. Solo estaba all¨ª por dinero, para ganarse los cien dinares (menos de 10 euros) que le pagar¨ªa el partido por pasar all¨ª la jornada.
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