El sector alimentario, b¨¢lsamo de una comarca (y de un pa¨ªs)
Un grupo catal¨¢n del sector alimentario, el m¨¢s pujante del comercio exterior espa?ol, se convierte en el motor del empleo y la convivencia de toda una regi¨®n
Hace diez a?os, el Grupo Alimentario Guissona hizo un llamamiento a todas las oficinas de empleo de Espa?a ofreciendo trabajo. El INEM le respondi¨® con solo 20 candidatos. Hoy, la empresa acumula los curr¨ªculos de 12.000 personas que piden trabajo. Hace diez a?os, el grupo ten¨ªa 2.500 trabajadores; hoy tiene casi 3.500. Es la segunda empresa c¨¢rnica de Espa?a, el a?o pasado tuvo 41 millones de euros de beneficios y es el principal responsable de que en Guissona, en Lleida, se produzca lo que t¨¦cnicamente se conoce como pleno empleo. La tasa de paro apenas supera el 5%. En abril los parados eran 269, de una poblaci¨®n total de 6.785 personas. El caso de Guissona es un s¨ªmbolo de un sector, el alimentario, que en Espa?a est¨¢ capeando muhco mejor que otros el temporal de la crisis. En el primer trimestre de este a?o, las exportaciones del sector superaron a las de la automovil¨ªstica por primera vez en la historia industrial espa?ola.
El pleno empleo no es la ¨²nica singularidad de Guissona. La otra es que la poblaci¨®n extranjera ha superado a la aut¨®ctona. De los casi 7.000 habitantes, m¨¢s de mil ucranianos, otro millar rumanos, 410 senegaleses¡ Son las tres principales de un total de 42 nacionalidades de una inmigraci¨®n que en 2001 no llegaba a las 300 personas. Se han multiplicado por 10 en una d¨¦cada. Pero lo que sobre el papel podr¨ªa ser una bomba de relojer¨ªa, en Guissona no lo es. Un dato revelador: los partidos xen¨®fobos no rascaron ni un regidor en las ¨²ltimas elecciones.
En abril los parados eran 269, de una poblaci¨®n total de 6.785 personas
No falta quien habla del milagro de Guissona. Pero los milagros no existen. Lo que hay es trabajo para todo el mundo, hasta para las mujeres de los primeros inmigrantes que llegaron: de eso se encargan en el GAC, como se encargan de construir pisos de alquiler asequible para los que han ido llegando. Mientras hay empleo, el pueblo es una balsa de aceite: lo dice el quiosquero, la se?ora del bar de la plaza de la iglesia, la jefa de estudios del instituto, el alcalde¡ ?l mismo, Xavier Casoliva (ERC), inform¨¢tico, es empleado del Grup Alimentari Guissona. Lo suyo son los sistemas autom¨¢ticos programables, y de maquinaria no falta en una planta donde cada a?o entran 650.000 cerdos y terneros y 44 millones de pollos que salen envasados y listas para consumir.
Para ejercer el cargo p¨²blico, el alcalde tiene una excedencia. Casoliva ha vivido en su piel y ha observado la evoluci¨®n del empleo que ha creado la c¨¢rnica. ¡°La gran inmigraci¨®n lleg¨® para empleo no cualificado: era mano de obra de cuchillo¡±, pero el crecimiento del grupo y su profesionalizaci¨®n ha evolucionado los perfiles. ¡°La empresa tambi¨¦n ha sido un nicho de empleo para gente joven del pueblo o la comarca que ha estudiado carrera¡±, celebra. El GAC procura ser autosuficiente y externalizar lo m¨ªnimo, de forma que el abanico de profesionales que tiene en n¨®mina es impresionante: administrativos, economistas, agr¨®nomos, qu¨ªmicos, veterinarios, abogados, arquitectos, dise?adores o inform¨¢ticos como el alcalde. Adem¨¢s de todos los oficios del matadero, de cuchillo, y de las cadenas de transformaci¨®n y envasado.
Los partidos xen¨®fobos no tienen representaci¨®n pese a que la poblaci¨®n extranjera ha superado a la aut¨®ctona
El responsable de recursos humanos y portavoz del Grupo, Antonio Condal, se muestra orgulloso de que la empresa haya conseguido que el instituto del pueblo imparta grados medios y superiores en t¨¦cnicos agromec¨¢nicos. El curso que viene, ser¨¢n una de las primeras empresas que se acogen al sistema de formaci¨®n dual. ¡°Guissona tendr¨¢ una escuela alimentaria, donde los chicos de 18 a?os puedan estudiar un grado superior durante dos d¨ªas a la semana y trabajar en los otros tres. El aprendiz, tal y como lo entienden en Alemania o Francia¡±, explica. El objetivo es ¡°tener jefes de equipo, encargados sepan de an¨¢lisis, prevenci¨®n, calidad, todo referido al sector c¨¢rnico¡±.
El grado se impartir¨¢ en el instituto Guissona. La jefa de estudios, Maria Alba Fornells, celebra que los hijos de los reci¨¦n llegados estudien cada vez m¨¢s hasta Bachillerato y vayan a la universidad; todo ello en un contexto at¨ªpico, con alumnos que llegan durante todo el a?o y a los que hay que integrar, o que interrumpen un mes el curso porque sus padres tienen vacaciones.
Pero, ?realmente no hay ning¨²n problema en Guissona? Los sindicatos reprochan al mega grupo que no haya aplicado a su plantilla los aumentos del IPC de los a?os 2011 y 2012. ¡°Bien podr¨ªa hacerlo una empresa que el a?o pasado gan¨® 41 millones¡±, dice Julio Quijano, secretario general de la secci¨®n sindical de CC OO, el mayoritario. El otro reproche, imposible de poner en boca de nadie con nombre y apellido, es que la cooperativa ¡°manda demasiado¡±. Hay una regla no escrita, por ejemplo, que dice que hay que rendir en el trabajo y comportarse en el pueblo. Si no, a la calle e incluso de vuelta al pa¨ªs de origen. Es verdad que el pueblo le debe su riqueza, pero tambi¨¦n que la presencia del Grupo llega hasta el ¨²ltimo rinc¨®n. Desde la gasolinera, con precios muy competitivos, hasta la maquinaria de su centro de salud, que presta gratuitamente a la sanidad p¨²blica, a la construcci¨®n de un hotel que ahora no existe, o la caja de ahorros, Caixa Guissona, sanead¨ªsima. Hasta el wifi del pueblo, tambi¨¦n gratis, lo ha instalado el grupo. El portavoz, Antonio Condal, defiende por encima de todo el compromiso del Grupo Alimentario con el territorio y la actividad rural y ganadera. No solo son los 3.500 empleados, son 1.400 ganaderos y 4.500 accionistas. ¡°Por eso debemos tener el control de todo el proceso, para no perder el v¨ªnculo con el territorio¡±, subraya.
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