Hollande estrena su diplomacia bals¨¢mica en Europa
El presidente franc¨¦s debuta en Bruselas rompiendo el t¨¢ndem Merkozy con humor, firmeza y nuevas ideas
La clave de la nueva pol¨ªtica europea de Francia es la voz baja, la flexibilidad y el debate sincero, con ¨¢nimo incluyente. Frente al duopolio de Merkozy, Fran?ois Hollande quiere contar con todos y trabajar con todos en b¨²squeda de soluciones y acuerdos para una baqueteada Uni¨®n que no termina de encontrar la salida del t¨²nel. Sin la menor experiencia en las duras lides bruselenses, pero equipado con su coraza de iron¨ªa y calma, el nuevo presidente franc¨¦s sorprendi¨® a quienes le esperaban en Bruselas con el colmillo retorcido.
Acostumbrados a los modos autoritarios de su antecesor, Nicolas Sarkozy, algunos diplom¨¢ticos relatan c¨®mo el estilo reposado de Hollande ha cambiado "totalmente el aire de la cumbre", rompiendo desde el minuto uno con los usos del viejo t¨¢ndem Merkozy y propiciando una discusi¨®n igualitaria y franca entre los socios. El propio Hollande, en la conferencia de prensa posterior a la cena, comenzada al filo de las una y media de la madrugada y concluida mucho despu¨¦s de que lo hicieran las de otros dirigentes europeos, ironiz¨® sobre el moroso mecanismo de trabajo de la UE: "Ha sido un debate tranquilo pero largo. Algunos despachan r¨¢pido y otros, vaya usted a saber por qu¨¦, necesitan parte de la noche. Debe de ser cuesti¨®n de la soberan¨ªa en Europa. Yo he sido breve, pero preciso. Estoy reci¨¦n llegado y no pienso dar lecciones a nadie".
Su relato de la divisi¨®n causada por los eurobonos y las otras ideas para impulsar el crecimiento fue un ejemplo de la proverbial cachaza y el fino sentido del humor de Hollande. "Alemania cree que los eurobonos son un punto de llegada y nosotros pensamos que son un punto de partida. Seguiremos discutiendo", dijo antes de hacer taxonom¨ªa sobre el biotopo del Consejo Europeo. "Ha habido pa¨ªses que han expresado un rechazo m¨¢s duro que Alemania; otros que los admiten, pero rechazan la tasa a las transacciones financieras, como Reino Unido. Hay pa¨ªses que est¨¢n contra todo: contra los eurobonos, contra la tasa para las transacciones financieras, contra el aumento de la capitalizaci¨®n del Banco Europeo de Inversiones, contra el incremento de presupuesto comunitario, y otros que est¨¢n a favor de todo. Hay que seguir discutiendo".
El estilo de Hollande, curtido en mil batallas de politiqueo como primer secretario del Partido Socialista, consiste en alcanzar el consenso poco a poco, sin forzar a nadie y soltando hilo para conseguir el objetivo. Lo dijo con respecto a Alemania. "No me planteo la tesis de hacer [los eurobonos] sin Alemania o que Alemania haga cosas sin Francia Yo trabajar¨¦ por encontrar soluciones".
Reedit¨® el nuevo esp¨ªritu ecum¨¦nico con Mariano Rajoy, pese a las diferencias de familia ideol¨®gica, como quiso hacer notar. Si durante el almuerzo conjunto en el El¨ªseo apoy¨® decididamente el deseo espa?ol de que el Banco Central Europeo (BCE) conceda de forma urgente ¡°financiaci¨®n, liquidez y sostenibilidad de la deuda¡± sin pedir nada a cambio, en la posterior conferencia de prensa bruselense, Hollande se mostr¨® cari?oso con Rajoy y conmovido con la situaci¨®n en Espa?a. ¡°Alemania est¨¢ pagando un inter¨¦s del 0% y Espa?a financia su deuda al 6%. Con los eurobonos la podr¨ªa financiar a coste m¨¢s bajo¡±, dijo en un momento antes de relatar luego c¨®mo Rajoy le hab¨ªa ¡°contado todos los reajustes hechos, las amputaciones en el poder adquisitivo, la huelga general y c¨®mo a pesar de todo los tipos est¨¢n al 6%. ?Por qu¨¦ si se ha hecho tanto esfuerzo se consiguen tan pocos resultados?¡±, concluy¨® con una exasperante interrogaci¨®n que pod¨ªa ser tanto suya como del propio jefe del Gobierno espa?ol.
Tambi¨¦n revel¨® que hizo buenas migas con Mario Monti, un tecn¨®crata ideol¨®gicamente conservador: ¡°Tenemos muchas cosas en com¨²n¡±.
Frente a lo abrasivo de las conferencias de prensa de Sarkozy, que m¨¢s de una vez se faj¨® con los periodistas, la primera de Hollande en Bruselas -tras ¡°la 24? cumbre desde octubre de 2008¡±, cuando Sarkozy convoc¨® la primera espoleado por el estruendoso hundimiento de Lehman Brothers- fue tranquila, suave, con toques de humor pl¨¢cido, haciendo bueno su eslogan de la campa?a presidencial de hombre normal. Normal, pero conocedor de la materia. Salud¨® al llegar a personas que no conoc¨ªa y departi¨® tambi¨¦n al salir con alg¨²n otro. Recordaba en algo a Jacques Chirac, legendariamente atento al toque personal y al contacto humano. Quiz¨¢ sea que el an¨®nimo departamento de Corr¨¨ze, cuna pol¨ªtica de ambos, perdida en el centro de Francia, produce ese tipo de hombre p¨²blico.
La coronaci¨®n del cambio de estilo lleg¨® luego. Sarkozy aparec¨ªa y sal¨ªa de Bruselas de forma rutilante, en el reactor presidencial. Hollande arrib¨® en tren de alta velocidad, una hora 20 minutos de recorrido de estaci¨®n a estaci¨®n, en compa?¨ªa de Rajoy, y regres¨® a Par¨ªs en coche a eso de las dos y media de la madrugada, dispuesto a enfrentarse a tres horas largas de autopista para encontrarse al final con Val¨¦rie Trierweiler, en un remedo para el siglo XXI de Un hombre y una mujer de Claude Lelouch.
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